Así es, los isamitas están en apuros ya que salió a luz pública el escándalo de los dineros que el Municipio de Lago Agrio dio para TERMINAR la construcción de la Catedral, la más demorada del mundo en tiempos modernos.
Son 340 mil dólares aproximadamente que Monseñor Gonzalo López Marañón recibió y no hay recibos, ni facturas, ni nada. ¿Dónde está el dinero? ¿Gastaron todo? ¿Se llevaron el dinero a España? ¿Se los gastó la secretaria particular “muy allegada” a Monseñor, la famosa Yolanda Celi? Nadie sabe. Lo único seguro es que los isamitas están nerviosos y están maquinando qué “show” fabricar para ocultar este escándalo. Ya intentaron ocultar el asunto manipulando a un arquitecto que amenazó de meterle juicio a Monseñor Mietto por haber “desviado” el estilo de la nueva Catedral… (Sin comentarios).
Por otro lado nos informan que los carmelitas españoles que fueron expulsados por el Papa y que ahora están en el Vicariato vecino - acogidos alegremente por Monseñor Sádaba su titular -, han puesto las barbas en remojo. Y no es para menos, ya que para algunos este escándalo es apenas la punta del “iceberg” de los horrores y errores de la nueva iglesia que pretendieron fundar, y además ellos son testigos directos de este mal accionar, y seguramente la justicia los procurará para saber su opinión.
Pablo Gallegos especialista en “evangelización” nocturna de cabarets y casas de mala vida, y que va furtivamente a Lago Agrio a pesar de la prohibición, dicen que está hecho una “furia”. Corre por ahí que quiere regresar a España, pero tiene miedo de dejar sus “hijos”… espirituales, claro está.
Juan Cantero parece que está consultando a los “chamanes” a ver si le dan la fórmula mágica para deshacer este “embrujo”. No sabe si ir a los “kitu-karas” a los “jíbaros” o hacerse una limpia que tanto le gustaba, con Juan Berdonces. Pero al final dicen que está prefiriendo la “ayaguashca” que tanto admira, para salir de esta realidad que ¡parece una pesadilla!
¡Oh tragedia!, sin embargo, les podríamos dar un consejo: tal vez la “Yoli” tenga enterrado en la casa de Quinindé que Monseñor López se esmeraba en cuidar con dineros del Vicariato, alguna “huaquita” que seguramente ahorró durante décadas de “compañía” junto a Monseñor López.
Pobre pueblo de Sucumbíos que pasó 4 décadas bajo esta tiranía, pero el dicho está bien dicho: “Dios tarda pero nunca olvida”. Ahora se está haciendo un poquito de justicia después de tantos atropellos.
Raúl Usca, Edgar Pinos, Pablo Torres (que está a punto de ser suspendido) los “consolatos” que tratan de no aparecer y todos los isamitas, Anas, etc. corren graves riesgos de ir a parar al “Hotel 5 estrellas recién inaugurado” más allá de Puerto Aguarico. ¿Será que son honestos y enfrentan a la justicia? ¿Abandonaran sorpresivamente Sucumbíos sin que la justicia se dé cuenta? El tiempo lo dirá.
Eh aquí la iglesia incluyente, participativa y solidaria y CORRUPTA.
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