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jueves, 31 de mayo de 2012

¿Dos Iglesias? o ¿una Iglesia y una anti-iglesia?

Creemos que la FMS, RMCS (radio mentiras la compañera solitaria), CEBPPP (Comunidades de base del “Padre” Pedro Pierre), y toda la infinidad de organismos gastados y vacíos que nacieron a las sombra de esta otra triste sigla conocida como “ISAMIS”, suscribirían (está en condicional, pues es solo una sospecha…) el mismo manifiesto de las CCP de España. Además, el veneno nos vino también y, principalmente, de España.

Creemos también que las opiniones de Luis Fernando serían naturalmente compartidas por los Obispos de nuestra Iglesia, pues son cristianas, lógicas y respetuosas.



Luis Fernando Blog Infocatólica 29/05/12

Las autoproclamadas Comunidades de Base (CeBs) y Comunidades Cristianas Populares (CCPs) son un fenómeno peculiar que está presente en buena parte de Iberoamérica. No pienso entrar en analizar lo que son allá, pero en España son la punta de lanza, aunque ya ciertamente desgastada, del extremo-progresismo eclesial. Lo de eclesial es un decir, claro. El grado su comunión con la Iglesia Católica es más bien escaso. Hay bastantes comunidades eclesiales protestantes mucho más cercanas a la fe católica que lo que puedan estar dichas CeBs y CCPs.

Redes Cristianas publicó ayer una profesión de fe de la Comunidad Cristiana Popular de Torrero III, Zaragoza. Vaya por delante que creo que los miembros de dicha comunidad, como todos los españoles, tienen derecho a creer o dejar de creer en lo que les parezca adecuado. Otra cosa es que creyendo lo que creen, pretendan pertenecer a la Iglesia Católica. Y, de paso, que la Iglesia Católica les permita ser miembros.

Esta es mi opinión sobre su credo. Y si digo mi opinión, es evidente que no pretendo que sea la de la Iglesia. Es decir, no hablo en nombre de nadie que no sea yo mismo.

Somos cristianos católicos por casualidad, porque hemos nacido en esta parte del mundo. Sentimos que todos, cada uno desde su creencia, estamos llamados a la superación personal y como grupo, como Humanidad. Nos sentimos parte de este planeta, asediado por la crisis climática, la energética, la alimentaria y otras más, que llena de desolación nuestra Casa Común.

Es cierto que fuimos bautizados católicos por haber nacido en un país católico. Pero eso no es tanto fruto del azar como del hecho de que Dios, que nos tenía en su mente desde antes de la Creación, dispuso que naciéramos donde hemos nacido. Como dijo San Pablo: “Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad” (Efe 1,3-5).

Es decir, debemos dar gracias al Señor por haber nacido en una familia cristiana y no en una de paganos, ateos o creyentes en religiones falsas. Cierto que Dios quiere que todo hombre sea salvo y más cierto es que Cristo es la “luz verdadera que alumbra a todo hombre” (Jn 1,9), pero mejor es nacer en el seno de la Iglesia que fuera. De hecho, es mejor ser hijo de una buena familia católica que de una buena familia protestante u ortodoxa.

Ahora bien, cuando uno llega a la edad adulta, incluso algo antes, la pertenencia a la Iglesia es decisión personal. La gracia obra para que podamos optar por permanecer en la fe católica, pero nuestro libre albedrío puede llevarnos a abandonarla en parte o por completo.

En cuanto a lo de la superación personal y como Humanidad y lo de ser parte del planeta, aprecio cierto tufo a pelagianismo pero podría buscarse una interpretación correcta de esas palabras

Nuestra fe se sustenta en las siguientes afirmaciones:
Creemos en el Dios de Jesús, en el Dios cuya esencia es el Amor

Yo creo que Jesús es Dios y, por tanto, no es adecuado hablar del Dios de Jesús de la misma manera que no sería lógico decir que Jesús es el Dios del Padre y del Espíritu Santo o que el Espíritu Santo es el Dios del Padre y de Jesús. Un Testigo de Jehová sí estaría conforme con la frase “el Dios de Jesús”. Un cristiano, sea católico, protestante u ortodoxo, preferiría usar otra expresión. En lo que sí estoy de acuerdo es en que Dios es amor. Lo dice la Escritura.

Creemos que Jesús de Nazaret es la manera humana de cómo Dios se hace visible, estando cerca de los que sufren, optando por los pobres, amando sin límites, trabajando por la Justicia y la Paz, viviendo con coherencia y en libertad.

De verdad, ¿tanto cuesta decir que Jesús es Dios encarnado? ¿Que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre? Es cierto que Cristo está cerca de los que sufren y de los pobres. Es cierto que él “trabajó” por la Justicia y la Paz, pero no por la justicia y la paz como la entienden los hombres. Él dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Jn 14,27). Y San Pablo escribió: “Pero ahora, sin la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los Profetas: la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen” (Rom 3,21-22); y: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2ª Cor 5,21).

Nos apasiona la propuesta de ese Jesús, el Reino de Dios, como proyecto utópico para toda la Humanidad y a ello nos sentimos llamados.

El Reino de Dios no es un proyecto utópico. Es una realidad que llega al mundo por medio de Cristo y su Iglesia. Ahora bien, recordemos cuáles fueron las palabras del Señor cuando empezó a anunciar dicho Reino: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt 4,17). Y no olvidemos que no todos tienen entrada en ese Reino: “¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maledicientes, ni los ladrones poseerán el reino de Dios. Y algunos esto erais, pero habéis sido lavados; habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios” (2ª Cor 6,9-11)

Sentimos que el mensaje del Evangelio sigue estando vigente para nuestros días, pero que hemos de darlo a conocer con un lenguaje distinto, adaptado a la modernidad y superando de una vez por todas el lenguaje y las formas medievales.

La inculturación del evangelio es una tarea constante de la Iglesia. Toda generación debe ser evangelizada de manera que pueda captar la esencia del mensaje de Cristo. Ahora bien, el lenguaje que expresa verdades eternas no puede estar sujeto a cambios. Es decir, el término pecado significa hoy lo mismo que en el siglo I y en el siglo XII. La gracia es gracia hoy, ayer y siempre. La llamada a la conversión y el arrepentimiento no admite variantes que signifiquen otra cosa que lo que siempre han significado. No vaya a ser que con tanto cambio, tanta variación y tanto desprecio hacia el lenguaje tradicional que durante veinte siglos ha servido para que la Iglesia hiciera discípulos de Cristo en todas las naciones, nos encontremos predicando un evangelio distinto. Como ya dijo San Pablo: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciase otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gal 1,8).

Nos sentimos Iglesia con todos los grupos y personas que viven en esta tensión de ser cristianos hoy con un estilo nuevo, como cristianos “mayores de edad”, buscando lenguajes y formas nuevas de expresar la fe y comprometiéndose con la tarea del Reino. Por eso creemos que nos enriquece compartir momentos de encuentro, reflexión y oración con grupos y movimientos cristianos como las CCPs, Redes Cristianas y Cristianas y Cristianos Hoy. Nos sentimos poco representados por la Jerarquía de la Iglesia católica, la cual sigue aferrada al poder, a la moral trasnochada y a defender a ultranza la Tradición sin evolucionar con el pensamiento humano ni con la sociedad actual.

Hay una verdadera soberbia en la constante afirmación del progresismo eclesial de que ellos viven una “fe adulta” y son cristianos “mayores de edad". ¿Qué pasa? ¿que los que aceptamos íntegramente el magisterio de la Iglesia tenemos una fe infantil y somos cristianos menores de edad? Aun si fuera así, en relación a mi Señor y a mi Madre y Maestra siempre preferiré ser un niño obediente que un adulto rebelde y sin causa. Estos que tanto presumen de ser adultos en la fe más bien parecen vivir eternamente en la edad del pavo propia de la adolescencia, donde se produce el proceso de autoafirmación de la identidad propia de los chavales basada en no aceptar la autoridad de los padres y los adultos.

Se quejan de que la jerarquía de la Iglesia sigue aferrada al poder -¿de qué poder habla?-, a la moral trasnochada -¿desde cuándo la moral que emana del evangelio está sujeta a cambio?- y defiende a ultranza la Tradición sin evolucionar como el mundo evoluciona. Y yo pregunto: ¿se puede ser católico manifestando dicho desprecio a la Tradición? ¿en qué cabeza cabe tal cosa? ¿Qué es la fe católica sino Escritura, Tradición y Magisterio?. Es más, ¿en qué parte del evangelio dice que hay los cristianos debemos evolucionar con el pensamiento humano y la sociedad en la que vivimos? ¿no somos más bien llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra? ¿no fue el mismísimo Cristo quien nos dijo “Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece” (Jn 15,19) ¿No fue Cristo quien dirigiéndose al Padre dijo: “No pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Jn 17,15-16)?.

¿De qué fe hablan, pues, estos “cristianos de base"? No se sienten representados por los obispos, quieren que la Iglesia se adapte al pensamiento del mundo y están en contra de la Tradición. Pues bien, tienen dos opciones. O convertirse a la fe católica o ser consecuentes y abandonar pública y expresamente la Iglesia a la que, por su forma de creer, ya no pertenecen.

También nos sentimos compañeros de camino con todas las personas, creyentes o no, que trabajan por el Ser Humano, por su dignidad, por la cultura de la no violencia y el respeto a toda forma de vida, por una cultura de la solidaridad y un orden económico justo, por una cultura de la tolerancia y la vida veraz, por una cultura de la igualdad y la colaboración entre el hombre y la mujer.

Nada que objetar.

Creemos que los Derechos Humanos y la Democracia son logros a defender y a propiciar en nuestras sociedades y también en la Iglesia.

El Reino de Dios es una monarquía absoluta con un solo Rey, un solo Señor y una sola fe. Y ese Rey, cuando se fue a prepararnos una morada, dejó un Vicario y un grupo de apóstoles para gobernar la Iglesia. El Papa y los obispos son sus sucesores. Aunque en ocasiones se han producido votaciones en concilios ecuménicos, en realidad la fe no se somete a votación. La verdad no depende de la voluntad democrática de nadie. Si confiamos en que el Espíritu Santo gobierna la Iglesia, debemos creer que Él no permitirá que la misma yerre en cuestiones que afectan al depósito de la fe. La infalibilidad de la Iglesia no llega a todas partes. Eso es evidente. Pero sigue siendo Madre y Maestra. También es claro que la autoridad eclesial puede ser usada de forma inadecuada. Ejemplos de ello ha habido en la historia. Pero sigue siendo necesaria dicha autoridad.

En otras palabras, aunque la democracia que no pasa por alto principios predemocráticos irrenunciables puede ser el mejor régimen político, lo cierto es que Cristo no vino a traernos la democracia sino el Reino de Dios. Un Reino ante cuyo Rey se doblará “toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y en los abismos” (Fil 2,10). Sea eso dicho sin perjuicio del hecho de que se puede dar mayor protagonismo a los seglares que conformamos un pueblo real y sacerdotal: “Pero vosotros sois linajes escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para pregonar el poder del que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1ª Ped 2,9)

Reconocemos que las mujeres han estado sometidas a los hombres desde siempre y que hemos de seguir reivindicando la igualdad de derechos y oportunidades en todos los ámbitos, incluido el eclesial.

De acuerdo mientras eso no suponga pretender que las mujeres pueden acceder al orden sacerdotal, cosa que la Iglesia no puede admitir.

Creemos en el compromiso político, sindical, asociativo, y social como medio necesario para transformar nuestra realidad, nuestro mundo y hacer avanzar a las sociedades. Nos sentimos más cercanos a la ideología política de izquierda, aunque reconocemos que todos los discursos políticos han cometido excesos en un momento u otro de la historia de la Humanidad. Pensamos que el actual caos económico-financiero está causado por la avidez del sistema capitalista basado en la explotación sin límites del planeta, en la producción sin límites y en el consumo sin límites, ideas todas ellas inviables.

Son sinceros al reconocer que son de izquierdas. Desde luego la Doctrina Social de la Iglesia no abraza el liberal-capitalismo, pero tampoco los posicionamientos económicos propios de la extrema izquierda.

Creemos también que nuestro trabajo como padres y madres para educar a nuestros hijos y que nuestra responsabilidad en el trabajo profesional bien hecho aportan nuestro grano de arena en la construcción de un mundo mejor.

De acuerdo.

Manifestamos que vivir la fe en comunidad nos ayuda a vivir y trabajar en esta línea y por ello nos sentimos privilegiados. Nuestra vida comunitaria viene marcada por el compartir y revisar los proyectos de vida, formarnos y reflexionar sobre temas sociales y de fe, la Revisión de Vida como medio para ir mejorando como personas e instarnos al compromiso, la oración y la eucaristía comunitaria, y por la convivencia familiar y lúdica.

Si fueran católicos, sería ideal. Lo de la Revisión de Vida me parece un eco del modelo de Acción Católica. Ya sabemos en qué ha derivado la misma en España, pero ese es otro tema.

Nos sentimos incómodos en las celebraciones religiosas tradicionales cargadas de sentido “cultual” y alejadas de las formas y pensamiento actuales. Preferimos unas celebraciones más espontáneas y participativas, con nuevas formas litúrgicas y donde no haya nadie que diga lo que tiene que hacer el resto.

Bien, es claro que prefieren el modelo “litúrgico” de las comunidades eclesiales cuáqueras. Se sienten incómodos en las Misas católicas. Lo que no tiene sentido es que pensando así pretendan ser católicos.

Respetamos a los cristianos que no piensan como nosotros y pedimos el mismo respeto, sin excomuniones ni silenciamientos. Sentimos que estamos llamados a entendernos, al igual que con el resto de creyentes de otras religiones, a propiciar el diálogo interreligioso.

A ver, no es un problema de excomuniones y silenciamiento sino de sentido común. Yo profeso el mismo respeto por esta buena gente que el que pueda profesar por un bautista del sur, un metodista o un amish. Lo que sí me molestaría es que un utterita se empeñara en afirmar que es cristiano católico y romano. O que un mormón se empeñara en decir que profesa la misma fe trinitaria que yo. Esta Comunidad Cristiana Popular puede ser cristiana, pero no es católica. Y cuanto antes reconozcan esa realidad, mejor para todos. ¿Por qué vamos a tener que excomulgarles si ellos mismos se sitúan fuera de la comunión con la Iglesia? ¿No sería preferible que ellos mismos dieran ese paso? De hecho, ¿no es esta profesión de fe una declaración expresa de su acatolicidad?

Sentimos que lo que podemos seguir compartiendo con el resto de CCPs es la reflexión conjunta, la interpelación mutua, las celebraciones a nuestro estilo y dar a conocer nuestra manera de vivir la fe.

Pues ánimo y adelante. “Funden” ustedes la Iglesia Cristiana Popular -a la que, siguiendo la Dominus Iesus, consideraremos una comunion eclesial- y ya nos encontrarán a los católicos en encuentros ecuménicos, en la semana de oración por la unidad de los cristianos, etc.

Luis Fernando Pérez Bustamante

martes, 29 de mayo de 2012

El peor día de los 20 años de Radio Sucumbíos


En su blog, la Radio Sucumbíos publica tres videos sobre lo que llaman “parte de nuestra historia” de veinte años. Son unos 25 minutos (entre los tres vídeos), solo que 10 minutos los dedica a un triste episodio de su historia, distorsionando violentamente los hechos.

20 años son miles y miles de días. Mucho podrían haber dicho de todo ese tiempo. Pero “Radio mentiras, la compañera solitaria” prefirió que una tercera parte de su historia se centre en aquel día en que recibieron, en un procedimiento regular, notificaciones de despido firmadas por el representante legal del Vicariato, Monseñor Ángel Polibio Sánchez, delegado Pontificio para Sucumbíos.

En acuerdo con la administración del Vicariato (la radio no es propiedad del Sr. Alcibar Bravo ni de sus amigos, sino del Vicariato Apostólico) el Delegado Pontificio procedió al despido para sanear las finanzas de la radio y orientarla en un sentido más evangelizador y menos comercial. Pusieron el grito en el cielo y no quisieron acatar lo que legalmente se les dictaba.

Los empleados se revelaron, resistieron, llamaron a “organizaciones” (ajenas a los cuadros de la emisora) para acantonarse en la radio y defender su proyecto de cuarenta años; y pasó lo que pasó. Toda la sociedad sucumbiense lo supo y lo lamentó. Contra la actitud de los empleados de la radio estuvo el Fiscal, la Gobernadora y la policía. Además de los empleadores. Pero esto, poco o nada les importa. Quieren el proyecto de Isamis, no el proyecto de la Iglesia Católica.

Hace un año atrás, se dijeron estas cosas sobre los hechos: a continuación la versión de Isamis y la versión de la ciudadanía:

BLOG DE ISAMIS2010 (este blog fue remplazado por otro ISAMIS2012, aparentemente menos beligerante… pero más venenoso, siempre en disonancia con el Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, su Administrador Apostólico y sus sacerdotes. Es la voz de tan solo tres diocesanos y de algunos otros religiosos y religiosas isamitas. En realidad es la versión amazónica de la contestación internacional que los adeptos de la teología de la liberación hacen contra el Papa y el Vaticano):


VIOLACION DE DERECHOS HUMANOS EN SUCUMBIOS

En un acto ilegítimo de provocación a los trabajadores de Radio Sucumbíos y las organizaciones sociales que apoyan su labor, la Congregación Heraldos del Evangelio, en un acto más de irrespeto se presenta en las instalaciones de Radio Sucumbíos, el día 16 de mayo de 2011, alrededor de las 15h00, llegando con notificaciones de despido a los trabajadores de la instalación radial, con firma del delegado Pontificio Padre Ángel Polibio Chávez.

ESTE PROCEDIMIENTO FUE PERFECTAMENTE LEGÍTIMO, LEGAL Y RESPETUOSO COMO FUE EXPLICADO EN EL COMUNICADIO DE PRENSA DEL VICARIATO.

AL HABLAR DE LAS “ORGANIZACIONES SOCIALES” NO SE ESPECIFICA CUÁLES SON Y A QUIÉNES REPRESENTAN. LA AMENAZA DE ORGANIZACIONES SUPUESTAMENTE SOCIALES, POPULARES Y COMUNITARIAS ES UNA CONSTANTE EN LA ESTRATEGIA DE ISAMIS PARA HACER PRESIÓN EN SUS TOMAS DE POSICIÓN. EN TODO CASO, LA RADIO ES DEL VICARIATO Y ESAS SUPUESTAS ORGANIZACIONES NO TIENEN NADA QUE HACER EN SUS INSTALACIONES.

LAS PERSONAS QUE ACUDIERON A LA RADIO A PROTESTAR ERAN UNAS 120: 30 INVADIERON LA RADIO Y 80 QUEDARON AFUERA EN LA CALLE. ENTRE ESTOS 80 HABÍA TRES SACERDOTES CARMELITAS, DOS CONSOLATOS, DOS DIOCESANOS, CUATRO MONJAS LAURITAS Y TRES SEMINARISTAS.

ADEMÁS, HABÍA UNAS 150 PERSONAS APOYANDO A LOS HERMANOS HERALDOS, FUERA, EN LA CALLE, FRENTE A LA RADIO.

Al tiempo que se quiere hacer la entrega de estas notificaciones proceden también a poner candados en las diferentes puertas de los exteriores de la emisora. Mientras se dan conversaciones con los delegados Heraldos del Evangelio y los trabajadores de la Radio comienzan a tomar posesión de los diferentes espacios interiores de la emisora (cabinas de transmisión y estudios de producción).

FUERON MEDIDAS OPORTUNAMENTE PREVISTAS PARA PRESERVAR EL ORDEN Y LA PAZ. LOS REBELDES, INCENTIVADOS POR LOS PADRES CARMELITAS y DIOCESANOS, ROMPIERON CANDADOS, SALTARON MALLAS, VIOLENTARON PUERTAS. Y, HABIENDO RETOMADO POR LA FUERZA EL CONTROL DE LA CABINA, AYUDADOS POR LOS EX - EMPLEADOS, EMITEN DESDE ENTONCES MENSAJES BELIGERANTES CONCLAMANDO A LA CIUDADANÍA A QUE LES APOYEN LLEGANDO AL LUGAR. ESO, CONTRA LA VOLUNTAD DE LA GOBERNADORA, DEL FISCAL Y DE LA POLICÍA.

Hasta aquí se producen dos atropellos y abusos de autoridad: Por un lado traen documentos de notificación de despido a los trabajadores sin realizar las acciones previas y anticipatorias para un acto así

NI ATROPELLO NI ABUSO. ES UNA ACTO PERFECTAMENTE LEGAL DE COMUNICACIÓN A TRAVÉS DE UN MEMORANDO DE TÉRMINO DE RELACIÓN LABORAL, FIRMADO POR EL REPRESENTANTE LEGAL DEL VICARIATO, MONS. ÁNGEL POLIBIO SANCHEZ, DELEGADO PONTIFICIO. ESO ESTÁ DEBIDAMENTE EXPLICADO EN UN COMUNICADO DE PRENSA DEL VICARIATO.

y por otro lado se atenta a la propiedad privada de Radio Sucumbíos ocupando sus espacios de manera arbitraria y afectando a los equipos de transmisión, averiando las computadoras, cambiando claves y dificultando los enlaces de conexión con las estaciones afiliadas y aliadas de Radio Sucumbíos.

LA RADIO NO PERTENECE A SUS EMPLEADOS; MUCHO MENOS A LAS “ORGANIZACIONES SOCIALES”. PERTENECE AL VICARIATO APOSTÓLICO DE SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS.

Todos estos actos se dan con el apoyo de agentes policiales a cargo de la fiscalía de Sucumbíos, quienes inicialmente llegaron con agentes vestidos de civil custodiando al grupo de más de 12 personas de la Congregación Heraldos del Evangelio.

CLARO Y MENOS MAL, PUES DESDE LA RADIO SE CONCLAMÓ INMEDIATAMENTE A SUS PARTIDARIOS QUE LLEGARON Y PROFIRIERON INSULTOS Y AGRESIONES FÍSICAS, SEGÚN ESTÁ GRABADO Y FILMADO Y HASTA PUBLICADO POR EL PROPIO BLOG DE ISAMIS.

Al conocer de esta situación de asalto y atraco a las instalaciones de la Radio, varias organizaciones sociales y comunidades de la Iglesia de ISAMIS se acercaron a la Radio para defender a los trabajadores de la misma y permitir que no se interrumpa o afecte a las instalaciones de la emisora.

VERSIÓN FANTASIOSA Y MENTIROSA. OTRA VEZ LA AMENAZA HUECA DE “VARIAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y COMUNIDADES”. ¿POR QUÉ NO CITARLAS? LA OMISIÓN ES MUY  SUGESTIVA…

Comienza a darse un estado de convulsión en el interior de la Radio con la presencia de un mayor número de elementos uniformados policiales acatando órdenes de la Fiscalía con la misión de desalojar al grupo de personas de organizaciones sociales que se encontraban al interior de la radio y que masivamente habían logrado ya expulsar a la delegación de Heraldos que inicialmente se habían tomado la Radio.

OTRA VEZ LA FALACIA Y LA MENTIRA. EL FISCAL, LA GOBERNADORA Y LA POLICÍA PIDEN A LOS QUE ESTÁN DENTRO DE LAS INSTALACIONES DE LA RADIO QUE SE RETIREN. LOS HERMANOS HERALDOS DEL EVANGELIO, A PESAR DE ESTAR EN SU DERECHO, SALEN DEL LUGAR ACATANDO LA ORDEN. LOS INVASORES DE LAS TALES SUPUESTAS “ORGANIZACIONES” NO OBEDECEN Y SE QUEDAN EN FLAGRANTE DESOBEDIENCIA Y  VIOLACIÓN DEL DERECHO DE PROPIEDAD. PERO ESTO ES UNA PRÁCTICA COMÚN EN ISAMIS.

En este estado de cosas, la Policía con objetos contundentes procede a romper la puerta principal de la Radio e ingresa con bombas lacrimógenas y armas para desalojar a la gente de las organizaciones, empujándolas y agrediéndolas.

NUEVA FALACIA Y NUEVAS MENTIRAS. NO HUBO BOMBAS NI GASES LACRIMÓGENOS. HUBO EMPUJONES, SÍ, PUES LOS OCUPANTES IRREGULARES OPUSIERON RESISTENCIA EN MEDIO DE GRITOS Y DE INSULTOS.

Al tiempo se hace presente la Gobernadora de la provincia, Nancy Morocho, pidiendo que la Policía no agreda y no se afecte las transmisiones de radio como tampoco a sus trabajadores.

LA GOBERNADORA LLEGÓ ANTES DE LA POLICÍA Y SE PREOCUPÓ CON RAZÓN DE PROTEGER A LAS PERSONAS Y A LOS EQUIPOS.

Desde entonces y ya entradas las horas de la noche, muchas personas y organizaciones como comunidades cristianas han estado presentes de manera permanente en las afueras de la radio,

NO SOLO “EN LAS AFUERAS” SINO TANBIÉN ADENTRO, SIN NINGÚN DERECHO Y DESDE DONDE INCITABAN A LA PROVINCIA, CON LA COMPLICIDAD DE LOS EX - EMPLEADOS DE LA RADIO QUE NO ACATARON LA DISPOSICIÓN DE TÉRMINO DE CONTRATO LABORAL O DESPIDO INTEMPESTIVO, A MOBILIZARSE Y A HACER PRESIÓN A LAS AUTORIDADES PARA QUE LOS HERALDOS SEAN, NI MÁS NI MENOS, EXPULSADOS DEL ECUADOR!

sumándose en solidaridad a ISAMIS y sus servicios, como la radio Sucumbíos y exigiendo:

El restablecimiento normal de trabajo de las personas que laboran en Radio Sucumbíos.

ES INTENCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DEL VICARIATO QUE LA RADIO DEJE DE FUNCIONAR CON EL NÚMERO ABUSIVO DE 20 EMPLEADOS Y QUE SEAN REEMPLAZADOS POR RELIGIOSOS Y VOLUNTARIOS, PUES LAS DEUDAS Y LOS COSTOS SON INSUSTENTABLES.

Las garantías para las transmisiones normales de la Radio.

PARA ESO, ES NECESARIO QUE LA RADIO SEA DESALOJADA POR LOS INVASORES.

Investigaciones a los hechos de asalto y atentados a las instalaciones de Radio Sucumbíos por parte de la Congregación Heraldos del Evangelio.

QUE SE INVESTIGUE Y QUE SE SANCIONE A LOS QUE QUEBRANTAN LA LEY Y EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS.

Seguir insistiendo en la toma de posición de la Gobernadora frente a este hecho, y la presencia de los Heraldos en Sucumbíos, cuando el presidente de la República, Rafael Correa, públicamente ha tomado una postura de rechazo a la Congregación.

EL DISCO RALLADO DE SIEMPRE YA SUENA MUY REPETIDO. DE ESTO SE HA DADO CUENTA HASTA EL PROPIO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.

ES BUENO SABER QUE EL PRESIDENTE RAFAEL CORREA FUE INFORMADO OPORTUNAMENTE -POR TELÉFONO Y POR ESCRITO- INMEDIATAMENTE ANTES DE QUE SE ENTREGUE LA COMUNICACIÓN DE CESE DE CONTRATO A LOS EMPLEADOS DE LA RADIO.

Pedir a las autoridades locales que se pronuncien y tomen posición frente a estos hechos, como lo han hecho ya las autoridades del cantón Cascales sumándose al pedido de salida de la Congregación Heraldos del Evangelio.

LO IMPORTANTE ES QUE LAS AUTORIDADES Y LA CIUDADANÍA SEPAN LO QUE SUCEDE Y NO QUE SE INTOXIQUEN CON LAS VERSIONES TENDENCIOSAS DE LA RADIO SUCUMBÍOS, TOMADA ILEGALMENTE POR SUS EX - EMPLEADOS Y POR SUS VIOLENTOS AMIGOS DE LAS “ORGANIZACIONES SOCIALES”.

Finalmente, exigir al Gobierno y sus delegados directos que tomen medidas encaminadas a la salida de los Heraldos del Evangelio como una forma de garantía de la paz ciudadana.

LA PAZ CIUDADANA ESTÁ SIENDO QUEBRANTADA POR EMISIONES DE LA RADIO Y POR MEDIDAS DE HECHO OPUESTAS A LA LEY.

Frente a estos acontecimientos las diferentes organizaciones de la sociedad civil de Sucumbíos denuncian a las autoridades, una vez más, los diferentes atropellos de la Congregación Heraldos del Evangelio y que lo sufren y viven cada día.

PARA QUE LOS REBELDES DEJEN DE SUFRIR Y VIVAN EN PAZ, TIENEN QUE RESPETAR LA LEY, LA OPINIÓN DE LOS QUE NO PIENSAN COMO ELLOS Y LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS DEMÁS. ¿CUÁNDO APRENDERÁN ESTOS VETERANOS ACTIVISTAS LO QUE UN NIÑO PEQUEÑO ENTIENDE CON TODA FACILIDAD?



Vídeo de Noticias RTU: 


También pueden ver: 
http://sucumbios.blog.arautos.org/2011/05/17/comunicado-de-prensa/

lunes, 28 de mayo de 2012

Aparecida “desaparecida” de Sucumbíos (II)


Hace cinco años tuvo lugar la Conferencia de Obispos en Aparecida. Toda la Iglesia latinoamericana incorporó sus enseñanzas. Pero en Sucumbíos nos hemos enterado de la cosa… todo al revés.

En Isamis hablaban de Aparecida. Pero es una “Aparecida” a su manera, reinterpretada, no la del Documento Oficial definitivo, ni mucho menos la que el Papa orientó en el mensaje inaugural que dio en el santuario de Aparecida aquel 13 de mayo de 2007.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “En efecto, el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña”. Y en Isamis se nos decía que hay que resucitar las culturas indígenas y que el cristianismo fue algo traído de Europa e impuesto arbitrariamente.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “La utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado”. Y en Isamis se nos hablaba contantemente de esa y de otras utopías, y se ponía como modelo a los habitantes ancestrales de la Amazonía al margen de la luz de la fe.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “En las Comunidades eclesiales de América Latina es notable la madurez en la fe de muchos laicos y laicas activos y entregados al Señor, junto con la presencia de muchos abnegados catequistas, de tantos jóvenes, de nuevos movimientos eclesiales y de recientes Institutos de vida consagrada. Se demuestran fundamentales muchas obras católicas educativas, asistenciales y hospitalarias. Se percibe, sin embargo, un cierto debilitamiento de la vida cristiana en el conjunto de la sociedad y de la propia pertenencia a la Iglesia católica debido al secularismo, al hedonismo, al indiferentismo y al proselitismo de numerosas sectas, de religiones animistas y de nuevas expresiones seudorreligiosas”. Y en Isamis se especificaba que las comunidades eclesiales son las “de base” (y no la cantidad de otras comunidades cristianas que existen). En todo caso, ni las “de base” ni las otras, son la panacea que nos decían, pues su fe está debilitada por el secularismo, la indiferencia y la influencia de otras religiones.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “Convendrá por tanto intensificar la catequesis y la formación en la fe, tanto de los niños como de los jóvenes y adultos. La reflexión madura de la fe es luz para el camino de la vida y fuerza para ser testigos de Cristo. Para ello se dispone de instrumentos muy valiosos como son el Catecismo de la Iglesia católica y su versión más breve, el Compendio del Catecismo de la Iglesia católica”. Y en Isamis se promocionaba la labor social y no la catequesis, se desconoció el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio. Conocimos, en cambio, un extraño catecismo isamita llamado “Iglesia comunidad ministerial al servicio del reino” (?)

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “De aquí la necesidad de dar prioridad, en los programas pastorales, a la valorización de la misa dominical. Hemos de motivar a los cristianos para que participen en ella activamente y, si es posible, mejor con la familia. La asistencia de los padres con sus hijos a la celebración eucarística dominical es una pedagogía eficaz para comunicar la fe y un estrecho vínculo que mantiene la unidad entre ellos. El domingo ha significado, a lo largo de la vida de la Iglesia, el momento privilegiado del encuentro de las comunidades con el Señor resucitado. (…) ¡Sólo de la Eucaristía brotará la civilización del amor, que transformará Latinoamérica y El Caribe para que, además de ser el continente de la esperanza, sea también el continente del amor!”. Y en Isamis no se valoró la Eucaristía, ni la Misa dominical, ni los sacramentos. Se los combatió. Y se criticó a los heraldos, carismáticos y otros sacerdotes católicos por propiciar Misas y sacramentos.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “Este trabajo político no es competencia inmediata de la Iglesia. El respeto de una sana laicidad –incluso con la pluralidad de las posiciones políticas– es esencial en la tradición cristiana. Si la Iglesia comenzara a transformarse directamente en sujeto político, no haría más por los pobres y por la justicia, sino que haría menos, porque perdería su independencia y su autoridad moral, identificándose con una única vía política y con posiciones parciales opinables”. Y en Isamis se propiciaba el compromiso político, las marchas y las luchas de tendencia partidaria. Se apoyaron en el partido gobernante para librarse de los heraldos, y se aprovecharon de la Radio Sucumbíos (radio diocesana) para proyectarse a cargos y puestos políticos.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos”. Y en Isamis no se nos hablaba de familia, de uniones matrimoniales, de los peligros del aborto o de la infidelidad. Además, se nos ponían trabas para bautizar a nuestros niños. La familia estaba a la deriva.

Dijo benedicto XVI en la inauguración de Aparecida: “Los primeros promotores del discipulado y de la misión son aquellos que han sido llamados “para estar con Jesús y ser enviados a predicar” (cf. Mc 3, 14), es decir, los sacerdotes.
Para cumplir su elevada tarea, el sacerdote debe tener una sólida estructura espiritual y vivir toda su vida animado por la fe, la esperanza y la caridad. Debe ser, como Jesús, un hombre que busque, a través de la oración, el rostro y la voluntad de Dios, y que cuide también su preparación cultural e intelectual”. Y en Isamis nos dijeron que la Iglesia era laical y no ministerial ni clerical, y los pocos sacerdotes que teníamos, actuaban y trabajaban como cualquier laico, sin ninguna piedad y con escasa o nula preparación cultural o intelectual.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida a los religiosos y religiosas: “Os invito a todos a colaborar siempre con los obispos, trabajando unidos a ellos, que son los responsables de la pastoral. Os exhorto también a la obediencia sincera a la autoridad de la Iglesia. Tened como único objetivo la santidad, de acuerdo con las enseñanzas de vuestros fundadores”. Y en Isamis los religiosos y religiosas contestaban a los Obispos, no brillaban por la obediencia, la santidad y el seguimiento de sus fundadores. Todo lo contrario.

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de Aparecida a los laicos: “Deben sentirse corresponsables en la edificación de la sociedad según los criterios del Evangelio, con entusiasmo y audacia, en comunión con sus pastores”. Y en Isamis se decía que los laicos eran responsables y dirigentes (y no corresponsables). Eso de “la comunión con los pastores” funcionaba solo con el Obispo Gonzalo López Marañón y con ningún otro, aunque sea Arzobispo, Nuncio, Cardenal, Papa, o tan solo Administrador apostólico…

Dijo Benedicto XVI en la inauguración de aparecida: “Muchos de vosotros pertenecéis a movimientos eclesiales, en los que podemos ver signos de la multiforme presencia y acción santificadora del Espíritu Santo en la Iglesia y en la sociedad actual. Estáis llamados a llevar al mundo el testimonio de Jesucristo y a ser fermento del amor de Dios en la sociedad”. Y en Isamis se combatió a los movimientos, pues solo valoraban a isamitas y coim. Porque todo lo demás rebasaba la particularidad de ellos y se encajaba en la Iglesia Católica que es universal.

Entonces, a propósito de la tan citada Aparecida: ¿”Discípulos y misioneros de Jesucristo”? o “Discípulos y misioneros de Gonzalo López Marañón o de Jesús… (Arroyo, no el de Nazareth)”?

martes, 22 de mayo de 2012

Un texto que no será muy del gusto de Isamis

Hablar de “nueva evangelización” presupone una primera evangelización, lo que “implica en la práctica –escribieron los Obispos latinoamericanos en el documento de Puebla, n° 457- reanudar un diálogo pedagógico, a partir de los últimos eslabones que los evangelizadores de antaño dejaron en el corazón de nuestro pueblo”.

Ello requiere desechar aquellas posiciones ideológicas que afirman, contra toda evidencia, que nuestros pueblos no están aún evangelizados. La “leyenda negra” sobre la evangelización americana, periódicamente reactualizada, la ha considerado mero barniz ideológico del “oscurantismo” español, destinado a cubrir y justificar la opresión de los indígenas, después retomada por la vulgata marxista sobre el opio de los pueblos.

Similar actitud era la de los liberales europeizados que oponían la “civilización” a la “barbarie”. Hoy día (…) no faltan los “pastoralistas” que repiten, con soberbia secularizante, que nuestros pueblos han sido sacramentalizados pero no evangelizados. Son paradigmas ideológicos que se sustituyen a una mirada seria y verdadera sobre la realidad, y que ofenden a nuestros pueblos.

Tiene razón Benedicto XVI cuando señala en Aparecida, el 13 de mayo de 2007, que el patrimonio más precioso de américa Latina es el don providencial de la tradición católica que ha gestado a sus pueblos y que “ha animado su vida y cultura (…) durante más de cinco siglos”. “Este es el rico tesoro del continente americano –decía el Papa en esa oportunidad- este es su patrimonio más valioso: la fe en Dios amor que reveló su rostro en Jesucristo (…). No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la fe en Dios amor, encarnado, muerto y resucitado, el auténtico fundamente de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy”.

(…) Si el compromiso misionero no se alimenta con la participación frecuente de la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, no obstante sus ímpetus de generosidad, tenderá a resecarse, a suscitar cansancio y escepticismo, a anteponer los propios “puntos de vista”, a buscar otras formas de gratificación. El arraigo sacramental salva, sea de todo espiritualismo pietista evanescente y de corta duración, sea del deslizamiento de la misión a mero activismo social. (Prof. Guzmán Carriquiri Lecour, Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina. “Reflexiones sobre la Nueva Evangelización en América Latina”, Tipografía Vaticana, 2011, pags. 69-70, 82)

¿No parece una descripción de la fracasada experiencia de Isamis? Todo el texto citado hace pensar en la funesta deriva que vivimos en nuestra provincia durante décadas: aquí conocimos la crítica a los evangelizadores de antes, el desprecio a los sacramentos, la primacía de lo social y político sobre lo moral y religioso. Bien dice el Prof. Carriquiri Lecour que con esos presupuestos, la labor misionera se reseca y cansa, y hace de los propios puntos de vista, de las ventajas personales y del activismo social, el ideal “misionero”… Fue lo que pasó en Sucumbíos.

viernes, 11 de mayo de 2012

Otra de Juan José Tamayo, “teólogo”

Prohibir mis conferencias es signo de miedo, impotencia e inseguridad”.

Esto lo declaró el “teólogo” Juan José Tamayo, después que el Arzobispo de Madrid, en cumplimiento de su deber de pastor, suspendiera la conferencia que este ex sacerdote pretendía pronunciar para sembrar el error doctrinal y la indisciplina eclesial.

Con una dosis no pequeña de soberbia y de autosuficiencia, también declaró, al criticar la medida del Arzobispo: “Han abandonado la teología como guía de su actividad pastoral y se han ubicado en el fundamentalismo”. (http://www.redescristianas.net/2012/05/11/prohibir-mis-conferencias-es-signo-de-miedo-impotencia-e-inseguridadjuan-jose-tamayo-teologo/)

Para esos “teólogos” hacer teología es permitirse cualquier deriva, en nombre de la libertad; y defender nuestra fe de siempre con coherencia es fundamentalismo…

Ya conocemos esa canción… De ambos lados del Atlántico tenemos agentes de Isamis.