“En las elecciones del domingo pasado,
nuevamente se “sacó a los poderosos de sus tronos y se puso en su lugar a los
humildes”, cumpliéndose la profecía de María de Nazaret en su canto del
Magníficat. Los poderosos de todas las derechas se habían unido y han sido
derrotados”.
“Como nunca, en esta campaña
electoral se ha desenmascarado el capitalismo que nos querían ofrecer: sus
mentiras, sus injurias, sus desprecios, sus ambiciones, su violencia, sus robos
y saqueos, sus sinvergüenzas, su irrespeto a la institucionalidad, su afán de
vendepatria…”
“Se ha confirmado un camino: gobernar
desde los pobres organizados, desde las organizaciones sociales, populares,
sindicales e indígenas”
Estas
opiniones (y otras) son del columnocomunistra “Padre” Pedro Pierre, de El
Telégrafo:
1) ¡Decir que el “triunfo” de
Lenin Moreno -al que el mismo “ganador” se ha dispuesto a declinar cuando se
compruebe el fraude- es el cumplimiento de la profecía de la Virgen en el
Magnificat!… ¿Qué tal?
2) Calificar de mentiroso,
injurioso, despreciativo, ambicioso, violento, ladrón, sinvergüenza, violador
de la ley, vendepatria… a medio Ecuador, es decir (por lo menos, hasta que el
conteo nos revele otra cosa) al 48,86 % del electorado… ¿Qué tal?
3) “Se ha confirmado para el Ecuador un gobierno desde organizaciones populares,
sindicales e indígenas”, escribe PPP, cuando el gobierno, la oposición, la
Iglesia y la opinión pública reclama limpidez y revisión de resultados… ¿Qué
tal?