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lunes, 8 de octubre de 2012

Manipulación del lenguaje.

En Sucumbíos es difícil entenderse entre católicos e isamitas porque se trata de un diálogo donde las partes hablan idiomas distintos.

Las palabras: utopía, reino, profecía, martirio, jerarquía, teología, poder, autoridad, sacramentos, pobres, liberación, etc. tienen un sentido en el diccionario y en la mente del común de los fieles, y otro sentido entre los seguidores de Isamis.

Por ejemplo, la palabra “autoridad”. Para los cristianos, esta palabra se refiere a la ordenación correcta de las relaciones entre personas que son todas iguales ante Dios; la autoridad está para servir y beneficiar a todos. Pero en Isamis, autoridad se entiende de forma pagana, se interpreta como poder y mando abusivo con el cual se domina a los débiles. Para ellos autoridad es explotación y desprecio.

Lo mismo en lo que se refiere a la palabra “utopía”. Esta palabra tiene varias acepciones y matices, y por lo mismo resulta temerario simplificar su significación dándole un sentido único que, además, es equívoco. Porque para el común de las personas, utopía es una cosa irrealizable, un sueño, una quimera. Pero los isamitas nos dicen que el reino de Dios es una utopía,y así confunden a la gente y trabajan contra los intereses del mismo reino.

Otra palabra con la que se abusa: “martirio”. Ser mártir significa derramar su sangre como víctima del odio a la fe. Pero en Isamis se cambia “fe” por “causa” o “ideal”. Entonces para ellos son mártires el Che Guevara, Luter King, Ghandi y hasta los seis carmelitas que fueron retirados de Sucumbíos.

¿Que la autoridad puede abusar? De acuerdo ¿Que el reino de Dios solo se realizará plenamente al fin del mundo? De acuerdo ¿Que hay muchos que mueren por sus ideas (buenas o malas) y a los cuales se le llama, por aproximación, “mártires”? De acuerdo. Pero que no se manipule el lenguaje al punto de desnaturalizar el sentido der las palabras. ¿Cómo se puede llegar a un entendimiento entre dos si uno dice que lo que ve es blanco y el otro dice que es negro?

En rigor, con los mudos o con los sordos es posible hacerse entender. Con los de lengua traidora y embustera, no. Dice el salmo 51: “Estás todo el día maquinando injusticias, tu lengua es navaja afilada, autor de fraudes” O el salmo 53: “Levantan la mano contra sus amigos; no cumplen su promesa de amistad. Usan palabras más suaves que la mantequilla, pero sus pensamientos son de guerra. Usan palabras más suaves que el aceite, pero no son sino espadas afiladas”.

A veces, da la impresión que así es la lengua de los isamitas.

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