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miércoles, 24 de octubre de 2012

Lo que escribe un isamita en El Telégrafo

“La lucha contra la pobreza pasa por la lucha contra la riqueza. (…) La pobreza es el fruto de la acumulación de dinero: los ricos quitan a los pobres para enriquecerse. Así de simple”.

“Por esta razón la nacionalización de los bancos ecuatorianos, por parte del presidente Rafael Correa, me parece una propuesta válida. ¡A apoyar la nacionalización de los bancos y de las grandes empresas del país! ¿No será esto avanzar hacia el socialismo latinoamericano del siglo 21?”

“Optemos por vivir sencillamente, compartiendo y cuidándonos de los banqueros y empresarios”.


Resulta que para todo el mundo, la riqueza es fruto de la acumulación del dinero que, por su vez, trae prosperidad y felicidad. Pero para el Padre Pierre el dinero genera pobreza. Y la pobreza produce riqueza. No es un trabalenguas: estamos acompañando el pensamiento de un cartesiano cura francés.

Imaginemos lo que augura el Padre Pierre para todo el Ecuador, aplicado a nuestra próspera y maravillosa provincia: sería la guerra a los comerciantes, a los agricultores, a los inversionistas, a los bancos y empresas, a los que ofrecen empleos y mueven la producción; a los que sacaron Sucumbíos del retraso haciéndolo el orgullo del país. Además, el dinero que podríamos ahorrar y hacer rendir para trasmitir a nuestros hijos, lo dejaríamos en manos del gobierno o, mejor, de los políticos de turno, es decir, lo perderíamos. Vivir “sencillamente” significa para el Padre Pierre, no tener propiedad privada, andar sin ropa y hasta con plumas en la cabeza, como los pobres indígenas a los que la influencia benéfica de la Iglesia aún no ha llegado. Hablamos de la influencia de la Iglesia Católica, no de la de ISAMIS, pues la influencia de ISAMIS que llega a los indígenas, los estanca en su paganismo y los hunde todavía más en la miseria.

Y todo esto para avanzar “hacia es socialismo del siglo 21”, como si el socialismo del siglo XXI (queda mas elegante -y menos socialista- escribir veintiuno el números romanos) fuera diferente del socialismo fracasado en los siglos XIX y XX, que, además, ha sido condenado por la Iglesia ¡La propuesta del padre Pierre atenta contra los más elementales derechos humanos!

Como se sabe, en Sucumbíos, gente de ISAMIS se enriqueció con dinero de pobres y de ricos, con dinero de donantes venido del estado o del exterior. Es lo que estamos viendo estos días cada vez con mayor claridad: que el Padre Pierre no sea, además de socialista, hipócrita.

Que se vaya a vivir a su paraíso cubano y que no quiera cubanizar el Ecuador. En cuba no existe dinero, ni riqueza, ni felicidad; es una cárcel donde reina una espantosa pobreza: he ahí el modelo del “socialismo latinoamericano del siglo 21”.

Es lamentable que habiendo abandonado la fe católica de la cual es ministro ordenado, ahora nos predique ideas sociales y políticas trasnochadas y opuestas al Evangelio.

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