Para el Padre Pierre el paraíso no existe. Tampoco las
religiones, los dogmas y los dioses. El infierno, en cambio, sí existe: es
Europa, de donde él fue vomitado al Ecuador. ¿Cómo se llama un ser que viene
del infierno? Un niño/a de catecismo respondería sin titubear: ¡un demonio! En
las CEBS del Padre Pierre no se profesa esa creencia: ahí el infierno está en
el Vaticano que engendra Nuncios, visitadores y Administradores. Y el paraíso
está en Cuba de donde nos viene la guerrilla, la salud y la ideología marxista.
Veamos lo que este padrecito escribe en su columna
periodística: “El libro del Génesis nos
quiere hablar del paraíso prometido que hay que construir con la lucha diaria y
solidaria y que se llama globalización fraterna, economía equitativa, poder
popular, cultura pluralista y “espiritualidad sin religiones ni dogmas ni
dioses”. Para este paraíso seguro hace falta que muchos migrantes, muchos
creyentes y muchos ciudadanos nos unamos en el proyecto humanitario, espiritual
y ambiental del Bien Vivir y Convivir. El infierno europeo tiene mucho que
aprender de sus vecinos y migrantes del sur”. P.
Pedro Pierre, El Telégrafo, Guayaquil, 14/11/12.-
Las ideas y teorías del periodista padre Pierre son
contrarias a las Sagrada Escritura y a la fe católica. Concuerdan, en cambio,
con el programa político del partido del gobierno.
El Génesis no “nos
quiere hablar de un paraíso prometido” sino que nos habla de un paraíso real
que perdimos por el pecado de
desobediencia, el mismo pecado que el padre Pierre comete al no someterse a la
jerarquía de la Iglesia, haciendo lo que se le antoja y publicando tamaños disparates.
Con la lucha diaria nos vamos preparando un lugar en el
paraíso celestial donde tenemos una morada que nos espera. La otra
“construcción” es la utopía de ISAMIS.
Nada de globalización, ni de “economía equitativa”, ni de
populismo para ganar el cielo. Ese lugar lo preparamos aquí en la tierra amando
y sirviendo a Dios creador y redentor, practicando nuestra santa religión y
profesando los dogmas de fe, verdades reveladas como la Presencia Real, la
Inmaculada Concepción o la Infalibilidad Pontificia.
Este “periodista” (porque ya, a estas alturas, choca
llamarlo de “padre”) nos propone una “espiritualidad sin religiones, ni dogmas ni
dioses” para que nos unamos en “el proyecto humanitario, espiritual y
ambiental del Bien Vivir y Convivir”.
El Padre Pierre ha salido del “infierno europeo” y ha
venido a infernizarnos la vida al Ecuador. Que se vuelva a la Francia que dejó,
qua ya no es la de Santa Juana de Arco sino la de mayo del 68, donde
supuestamente concibió su vocación de proyector del bien vivir ecuatoriano.
A las generaciones futuras les costará creer que estas
cosas hayan sido profesadas y escritas por un sacerdote. Pero la prueba es
irrefutable: ahí está El Telégrafo del día 14 de noviembre de 2012, año del
Señor.
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