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lunes, 20 de febrero de 2017

Naufragio de “Radio Mentiras”

La euforia de la mal llamada revolución ciudadana se vio frustrada con la falta de votos para una mayoría definitiva en primera vuelta y con la probabilidad de una derrota en la segunda. Por esa razón, los isamitas locales lloran y temen…

Entre ellos, llora y teme Víctor Gómez, director de la “Compañera solitaria”. Llora y teme por el estado de la gestión de la radio que hace agua por todos lados y se dispone a naufragar.


Víctor Gómez, que al menos parecía ser era un periodista más responsable que Alcibar (?), afirma sin dar ninguna prueba que los Heraldos querían solamente trasmitir Misas y oraciones en la radio del Vicariato y gestionar la radio con tan solo tres voluntarios. ¿Y eso?

¿Alguien supo de semejante proyecto en su momento? ¿Quién lo dijo? ¿Dónde se publicó? Esta cosa tan inverosímil se suma a las fábulas inventadas como el desprecio de los Heraldistas por las mujeres o el cambio la Virgencita del Cisne por la de Fátima en catedral. “Miente, miente que algo quedará”… decía el impío Vorltaire, isamita de su época.

Lo cierto es que sin misas, sin oraciones, y sin los tres hipotéticos voluntarios, la radio se hunde. Hoy “se ha hecho muy difícil sostener un proyecto de comunicación como el que ofrece Radio Sucumbíos”. “Si no llega el apoyo de algunas entidades no gubernamentales, sólo podremos sobrevivir con la reducción de personal y de programas. No queremos que esto suceda”, dice Víctor Gómez. ¿No había razón en apostar a menos empleados y a más espiritualidad?

Tantas mentiras emitidas, tantos empleados con buena paga, tanta política y tan poca religión, tanto desprecio por los comunicadores que no piensan igual (la totalidad de las otras radios de Lago Agrio) y por los ciudadanos que no son de su misma tendencia político-social, acabó llevando al desprestigio y a la ruina a la radio que nació oficialmente con las bendiciones de Monseñor Gonzalo y, probablemente (bajo paño) la de algún chaman amazónico… que le atrajo las desgracias que hoy padece.

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