Fray
Betto, el controvertido fraile apóstata marxista y “teólogo” de la liberación,
uno de los mayores apologistas del difunto dictador Fidel Castro, obtuvo del
economista Correa un grado más que Monseñor Gonzalo López en la Orden Nacional
al Mérito. Betto Fue condecorado como oficial.
Gonzalo lo fue con el grado inferior y más bajo: caballero.
Se
trata de una injusticia. Porque Gonzalo fue un pastor y un misionero que vivió
y murió como tal, aunque caminando por cauces ajenos a la ortodoxia.
Este Betto
es un renegado que se dedica a viajar y a envenenar a la gente con la ideología
marxista; hace tiempo que colgó sus hábitos y sus votos religiosos para llevar
una vida no acorde con la moral, declarándose en diversas ocasiones a favor del
aborto y de la homosexualidad.
Es
muy lamentable que un tal personaje sea homenajeado con esa distinción.
Durante
la recepción de la condecoración “el teólogo brasileño también destacó los 10
años de gobierno de la Revolución Ciudadana” nos dice El Telégrafo. Es decir,
se entrometió en asuntos políticos ecuatorianos, él, siendo extranjero.
Este
personaje viene a Ecuador a apoyar a una línea política (evidentemente se
entrevistó con Lenín Moreno), pero a la Tintori de Venezuela se le negó entrar
al país porque venía a apoyar a la otra línea. Curioso ¿no?
Otra
curiosidad: mientras Francisco insiste en restar importancia a las ideologías,
el supuesto “teólogo” declaró en Cuba que “descuidar la educación ideológica es
un grave error”.
La
condecoración ecuatoriana a este ideólogo brasileño asesor del fracasado Lula
de Silva, la habría merecido por su “lucha en defensa de los derechos humanos”.
Pero… propiciar la dictadura castrista y el genocidio abortista ¿significa
defender los derechos humanos? ¿Quién es tan teólogo, filósofo o ideólogo para explicar esta embarazosa adivinanza?
El
nuevo oficial de la Orden Nacional del Mérito está muy lejos de merecer dicha
condecoración.
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