Teología
islámica de la liberación
Pedro Pierre |
La teología de la
liberación es el gran aporte de la Iglesia de los Pobres de América Latina.
Esta nació de la Comunidades Eclesiales de Base en los años 60. Pronto
aparecieron las teologías negra, india y femenina de la liberación; luego las
teologías asiáticas y africanas de la liberación. La teología de la liberación
no es exclusiva de las iglesias cristianas: también existe en la religión
musulmana. Ella tiene sus teólogos islamistas de la liberación. Uno de los más
relevantes, Asghar Ali Engineer, acaba de morir en la India a la edad de 84
años.
Recordemos que el
islam o religión musulmana fue fundada a principio del siglo 6 por el profeta
Mahoma en Arabia Saudita. Está presente principalmente en Asia, pero también en
países de África y de Europa (Turquía). Cuenta con 1.200 millones de fieles.
Desde algunos años, los países árabes del Medio Oriente y África del Norte,
mayoritariamente musulmanes, han emprendido su revolución política y económica
para avanzar hacia más democracia, participación de la mujer, equidad en la
repartición de la riqueza y separación entre el Estado y la religión. Las
guerras por las que están pasando unos países esconden intereses económicos y
hegemónicos de Estados Unidos y Europa. Recordemos que son los descendientes de
las primeras civilizaciones humanas y sabrán abrir caminos acertados para un
bien vivir armonioso.
Están ayudados por su
religión que ha tenido y tienen grandes científicos y místicos de dimensión
internacional. En cuanto a la teología islámica de la liberación, el islam
tiene una ética liberadora: es la única de las grandes religiones que tiene la
palabra “paz” en su nombre. Su libro sagrado, el Corán, condena la usura y la
acumulación de bienes y orienta hacia una economía al servicio de la vida.
Cuestiona la organización patriarcal e invita a la solidaridad con los más
necesitados.
Uno de sus grandes
místicos, lbn Arabi (1165-1241), nos deja este mensaje: “Hubo un tiempo en que
yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era como la mía. Ahora, mi corazón
se ha convertido en el receptáculo de todas las formas religiosas, es pradera
de las gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y Kaabah de
peregrinos, tablas de la ley y pliegos del Corán, porque profeso la religión
del amor y voy a donde quiera que vaya su cabalgadura, pues el amor es mi credo
y mi fe”.
En este mes del ayuno
musulmán, los que vivimos en Quito bien podemos hacer una visita a la mezquita
musulmana de la capital.
El Telégrafo, 17 de julio de 2013
Además
de los teólogos isamitas existen los teólogos islamitas.
El
“Padre” Pierre hace parte de las dos corrientes.
En
artículos anteriores criticaba la devoción popular, los Vía Crucis, los
sacramentos. Después nos animó a indignarnos contra Europa y la cristiandad, y
a solidarizarnos con Cuba y Venezuela (con Cuba que comercia ilegalmente armas
con Corea del Norte escondidas bajo bolsas de azúcar…)
Y
ahora nos recomienda la religión musulmana, con su profeta, con el Corán y sus
mezquitas ¡hasta nos aconseja visitar mezquitas!
¿Por
qué no nos dijo todo desde el principio, cuando pretendió supervisar a las
CEBS, hoy prácticamente inexistentes?
Es
que estas “pastorales” no están en el Concilio Vaticano, ni en Medellín, ni en
Aparecida. Están en La Meca, la capital de Arabia.
En
muchos países musulmanes el estado es religioso, y en nombre de Alá se
martiriza sin piedad a los cristianos, sean católicos o evangélicos. Pero esto
es “ética liberadora” y “religión del amor”… “teología
islámica de la liberación”
No hay comentarios:
Publicar un comentario