Una sola cosa no quieren: servir a la Iglesia
en el sucesor de Pedro.
En las vísperas de la JMJ, ciertos
“católicos” contestatarios y reformistas de perfil isamita, ponen todas sus
baterías para sacar partido y condicionar lo más posible al Papa Francisco.
Dicen que en Rio Francisco anunciará la
convocatoria de un concilio de todas las religiones, que hará las paces con la
Teología de la Liberación, que perdonará pecados y dará indulgencias por
Twitter, que se reconciliará con Mons. Casaldáliga, que bendecirá a los
brasileños indignados y bochincheros, etc.
Elogian, por ejemplo la simplicidad de su
cuarto de dormir o los zapatos negros que usa. Pero no elogian que quiere
visitar –a pesar de que no estaba en el programa- el santuario mariano
Aparecida. Lloran con el ojo izquierdo.
Ayer lo criticaban sin piedad. Hoy le hacen
la corte… para ver si les da más espacios en la Iglesia.
En todo caso, todo lo que Francisco haga en
Brasil será pastoralmente lo mejor.
Pero lo importante no es lo que él haga o
diga: es cómo estos originales amigos oportunistas recibirán su mensaje.
Hay un personaje isamita argentino, bastante
detestable; es una anciana llamada Hebe de Bonafide, presidenta de las madres o
abuelas de la plaza de Mayo, que parece que se quiere apuntar para ir a Rio. No
es ni joven ni católica, pero bueno…Tiempo atrás, esta mujer llamó a Bergoglio de “cómplice de la dictadura”, de “basura” y de “fascista”.
Ahora parece estar muy satisfecha con el Papa y derrocha elogios en relación a
su persona…
¿Qué sinceridad hay en gentes así?
Esperemos que lo dejen tranquilo y pueda anunciar el Evangelio y disfrutar con los jóvens, que de eso se trata...
ResponderEliminar¡Viva el Papa!
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