VATICAN INSIDER
ALESSANDRO SPECIALE
CASTEL GANDOLFO
CASTEL GANDOLFO
Rezar no es una pérdida de tiempo, no significa quitarle tiempo a las demás actividades de la vida cotidiana; es más, es una forma para encontrar en Dios la «capacidad» y la «fuerza» para vivir felices y serenos.
Es el mensaje que Benedicto XVI confió a los peregrinos que siguieron esta mañana la audiencia general de los miércoles en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
«La Iglesia celebra hoy la memoria del Martirio de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, que testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios. Su vida nos enseña que cuando la existencia se fundamenta sobre la oración, sobre una constante y sólida relación con Dios, se adquiere la valentía de permitir que Cristo oriente nuestros pensamientos y nuestras acciones».
El Papa también mencionó la reliquia que se guarda de San Juan Bautista en la iglesia de san Silvestre en Roma. «El Martirologio Romano, hace referencia a un segundo encuentro de la preciosa reliquia, que se transportó a la iglesia de S. Silvestro in Campo Marzio, en Roma. Estas pequeñas referencias históricas nos ayudan a entender cuánto es antigua y profunda la devoción a San Juan el Bautista».
Al final, Benedicto XVI se reunió con unos 2.600 monaguillos que viajaron desde Francia para asistir a la audiencia papal.
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