El Papa asegura al cardenal Cipriani que no se imagina una Iglesia sin el Opus Dei y los nuevos movimientos
El
papa Francisco recibió este lunes al arzobispo de Lima, Juan Luis
Cipriani, en el Palacio Apostólico situado en el Vaticano. Durante
una hora, Cipriani conversó con el pontífice sobre diversos temas y
le entregó dos reliquias, una de Santa Rosa y otra de San Martín de
Porres, además de la biografía de ambos. La agencia Zenit
entrevistó al cardenal, que ha asegurado que el Santo Padre está
más allá de los clichés ideológicos sobre el progresismo y el
conservadurismo. Además, ha constatado el aprecio del Papa por el
Opus Dei y los nuevos movimientos eclesiales.
24/09/13
Zenit entrevistó al cardenal tras ser recibido
por el Santo Padre
- ¿Eminencia, cómo nace la idea de este
viaje para encontrar al santo padre?
En Río de Janeiro cuando estuve en la Jornada
Mundial de la Juventud, el papa al saludarme en manera coloquial me
dijo: «Finalmente te veo». Por antiguedad nos correspondía
sentarnos cerca al papa, estaba el cardenal Humes y después estaba
yo.
- ¿Cómo es su relación con el papa?
Cardenal Cipriani: Con el papa Francisco hay
una normal relación de confianza. Después del cónclave se me voló
el tiempo porque el 3 de julio fueron mis 25 años de ordenación
como obispo y hubieron celebraciones y cosas que me tuvieron ocupado.
Dos semanas atrás hablando con el cardenal Francisco Errazuríz, le
comenté que me gustaría visitar al papa y le pregunté si tenía
los teléfonos. Y él me facilitó los números, fax y e-mail,
escribí y a los dos días me respondieron que hoy, 22, me recibía.
Fue una respuesta inmediata.
- ¿Cómo fue el encuentro y cómo le
recibió?
Me ha recibido hoy, con el cariño de siempre,
un largo abrazo porque así siempre nos saludamos, la audiencia en el
palacio apostólico duró una hora, hemos podido hablar en un clima
de amistad y confianza como lo hacíamos siempre.
- ¿Cómo lo encontró?
Con una alegría y un entusiasmo contagioso.
Entramos en muchos temas, le traje una reliquia de santa Rosa de Lima
y otra de san Martín de Porres. Y también la biografía de ambos.
'Me gusta mucho leer la vida de los santos, te agradezco' me dijo. Y
ésto lo traje porque apenas elegido papa, Francisco me pidió: 'No
te olvides de rezar por mí a santa Rosa de Lima' y el día después
cuando le saludé por segunda vez me recomendó: 'Encomiéndame al
negrito de la escoba', porque san Martín es llamado así. Estas
reliquias en un pequeño marquito.
- ¿Ustedes dos entraron al sacerdocio ya
más adultos verdad?
Sí, Bergoglio era químico y yo ingeniero, y
los dos tenemos soltura para hablar de manera espontánea. Yo creo
que es parte de esa gracia de Dios, por la cual Francisco tiene una
facilidad para comunicarse y esa chispa porteña, que dice con
rapidez las cosas. Hemos pasado un rato muy agradable. Me ha
preguntado por el seminario, por las vocaciones sacerdotales. Le he
comentado que tenemos unas 70 capillas del Santísimo Sacramento al
lado de las parroquias, así puede estar expuesto y evitamos el
peligro de los robos. Y el papa me insistió: «Es que Jesús siempre
nos espera, nos mira siempre con cariño» y añade «es que eso
funciona». Le comenté del incremento de las confesiones y que mucha
gente siente como si hubiera un ambiente nuevo, yo lo veo. Y me dijo:
«Esto es de Dios, no es mío, es del Espíritu Santo». Y también
que veo más asistencia a la misa, o la facilidad para conversar, con
un taxista, o en el bar. El papa es un tema que en el ambiente
popular ha sido acogido con enorme simpatía y como un 'vale la
pena'.
- ¿Hablaron en algún momento del Opus Dei?
Al referirse a las novedades, en alta voz el
papa comentó: «¿Tú te imaginas una Iglesia sin todos estos
movimientos, sin el Opus Dei, sin Comunión y Liberación y todos los
otros. No me la imagino sin ellos, porque hacen mucho bien a la
Iglesia».
- A veces, las palabras del papa son sacadas
de contexto, ¿verdad?
El santo padre tiene una frescura y soltura en
explicar las cosas que está muy lejos de poder ser encasillado por
grupos de izquierda o de derecha, o de centro, de conservadores o de
progresistas. Hay sí un interés en ciertos grupos de querer
encasillarlo y apropiarse y orientar lo que él dice, pero al papa no
le van a callar con esta amenaza, y esto es lo que está ocurriendo
con sus entrevistas y opiniones.
Si leemos sus palabras y homilías, como a los
jóvenes en la JMJ de Río de Janeiro, vemos que el santo padre tiene
una profundísima intimidad con Cristo, desde donde viene este volcán
de entusiasmo que a veces al expresarse puede llevar a la gente a
pensar 'mira, al papa no le interesa tal cosa' o 'ha atacado a no se
quién'. Nada de eso está en esa bondad y sencillez del papa
Francisco. Y el Santo Padre está haciendo un esfuerzo muy grande,
por elevación, para unir en la Iglesia y dejar discusiones
anacrónicas sobre el concilio, sobre el progresismo o sobre el
conservadurismo. Un esfuerzo que encuentra cierta resistencia en la
dinámica normal de las noticias.
- ¿Muy por encima?
¿Cómo podemos hablar de un papa progresista y
discutido, cuando la fuerza de su magisterio está en los largos
ratos que pasa en oración delante del Santísimo? ¿Y cómo podemos
hablar de un conservador cuando es un hombre austero y sencillo en
sus formas y las ha mantenido? Está más allá de los clichés
ideológicos.
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