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martes, 17 de septiembre de 2013

La euforia isamítica

José Manuel Vidal, director de Religión Digital, de larga trayectoria en el periodismo religioso y aliado a cuanto contestatario se oponga al Vaticano y a su magisterio, ahora, se levanta contra el Arzobispo de Lima que tuvo la osadía de disentir de la cuestionada teología de Gustavo Gutiérrez y de llamar al Arzobispo Muller de “ingenuo”. Tan solo.

Causa gracia que Vidal declare que “un cardenal no puede (ni debe) criticar las decisiones de todo un Prefecto de Doctrina de la Fe que, además, fue designado por Benedicto XVI”, habiendo sido, el Cardenal Cipriani, tan moderado y cauteloso en sus opiniones. Vidal va más allá y pontifica: Se trata de “un acto claro de rebeldía. Un acto claro, a mi juicio, de desobediencia al Papa”… de “arrogancia y desfachatez”.
Por su parte, el Señor Vidal llama al Papa Francisco “Papa de los pobres, de la misericordia y de la Teología de la Liberación o de la Teología popular” (!?) y al Cardenal Cipriani lo tacha de: “el gallito de Lima” que hace “el más espantoso de los ridículos”. Bueno, y, de paso, el Señor Vidal aprovecha para dar palos al Opus Dei y a la “galaxia” de movimientos conservadores -se ve que considera que son muchos. Aquí, “conservadores”, significa, sencillamente, fieles al magisterio de la Iglesia.

¿No es risible tanta animosidad, cuando la “galaxia” progresista no cesa de criticar en todo tiempo y lugar a la jerarquía? No es que no cesa de criticar: es que vive de eso. La existencia de “isamitas” importa necesariamente en sublevación contra alguna autoridad: su combustible es la rebelión, como lo enseñaba Marx.

Pero el “Gallito de Lima” no tiene derecho a abrir el pico. Solo pueden abrirlo los cuervos como el Obispo de Saltillo o el ex de San Félix de Araguaya. ¿Por qué Monseñor Gonzalo (de Sucumbíos) al criticar al Cardenal Iván Días no se hizo reo de las diatribas de José Manuel Vidal? Bien podría Vidal utilizar el mismísimo argumento: un Obispo “no puede (ni debe) criticar las decisiones de todo un Prefecto (…) que, además, fue designado por Benedicto XVI”. Pero la lógica ha desertado del campo isamítico, empapado de relativismo maquiavélico.

Si al menos José Manuel Vidal tuviese la prudencia y el perfil bajo que manifiesta –hasta el momento… ¡hasta el momento!- el propio Gustavo Gutiérrez. Pero ni eso.

Mal periodismo maneja el Sr. Vidal. Juzga intenciones, pretende hacerse de portavoz hasta del Papa, ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo y, para colmo, es poco elegante y mal educado con su pluma.

Quien quiera leer la explosión de ira y mal gusto del señor Vidal, puede visitar su blog y leer su diatriba: http://www.periodistadigital.com/religion/

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