A las 19 horas se iniciará la velada propiamente dicha con la entronización de la Madonna partiendo del obelisco. Inmediatamente después, se rezará el Rosario, con la guía del Papa. Al comienzo de cada misterio, habrá lecturas bíblicas. Esta primera parte se cerrará con la meditación del Sumo Pontífice, alrededor de la hora 20, 20:30.
Después del mensaje de Francisco, se iniciará la segunda parte de la vigilia, de carácter más eucarístico. La adoración eucarística estará organizada en cinco tiempos, con lectura bíblica, una oración de Pío XII, invocaciones en forma de responsos y cantos, todo ello en torno al tema de la paz, además de momentos de silencio para la adoración personal.
Al término de cada uno de estos tiempos, cinco parejas, en representación de Siria, Egipto, Tierra Santa, Estados Unidos y Rusia, harán la oferta del incienso, al costado del altar.
Al finalizar esta celebración, definida por el padre Lombardi como "una de las vigilias más largas" organizadas en el Vaticano, habrá, entre las 22:15 y las 22:40 un largo momento de silencio. Por último, el Papa dará la bendición eucarística.
Durante la vigilia, a partir de las 17:45, los fieles que lo deseen podrán confesarse ante 50 sacerdotes distribuidos a izquierda y derecha de la plaza bajo las columnas.
Que diferencia esta vigilia con las vigilias de ISAMIS: Meditación de los misterios del Rosario, adoración personal y bendición Eucarística, lecturas bíblicas, tiempo de silencio y de oración. También confesiones ¡50 sacerdotes disponibles para absolver los pecados!
Las vigilias isamíticas comportan chismes, chistes, críticas, comer, dormir, escuchar Radio Mentiras… y en cuanto a rezar: poco o nada.
La vigilia del Vaticano es por la paz, y las de ISAMIS es por la guerra.
A las vigilias del Papa van todos lo que quieren. Son inclusivas.
A las de ISAMIS van solo ellos… y ¡ojo! que no se meta un infiltrado como un heraldista o un carismático
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