“¡Qué viva la Virgen del Cisne!, ¡Qué viva el Papa Francisco!, ¡Qué viva la Iglesia Católica!”, fueron los gritos de ánimo y fervor que se escuchó durante toda la peregrinación.
Empezó por vuelta de las 10 de la noche del 1 de junio, partiendo desde la Catedral de Nueva Loja y llegando al Santuario de Nuestra Señora del Cisne, en El Eno, a las 5:30 de la mañana del 2 de junio. Acompañó durante toda la caminata, infundiendo mucha alegría y entusiasmo, el pro-vicario, padre Gabriel Prandi; de igual manera, el recibimiento en el Santuario, fue hecho calurosamente por el padre Guillermo.
Participaron todos: hombres, mujeres, niños y ancianos, todos con la misma alegría de ser católicos, de ofrecer esta caminata en honor a la Santísima Virgen y su Divino Hijo. La romería fue muy bendecida por Dios, primeramente no llovió, con un clima y temperatura enteramente agradable, en un ambiente espiritual muy ameno donde se conjugaba la oración, los cantos y la buena conversa.
“El rezo del Rosario fue lo que nos daba fuerza” proclamó un peregrino al llegar a Santuario después de la más de 7 horas de caminata, “Gracias Virgencita” se escuchó también en algunos. Muchos al llegar daban gritos de contentamiento, y otros sin disminuir la alegría, en silencio, con recogimiento y oración, se acercaron a la imagen de Nuestra Señora del Cisne, ciertamente para agradecer o para pedir alguna Gracia a la Madre de Dios.
Esto nada tiene que ver con las seudo-peregrinaciones hechas por isamis, donde nunca se percibe religiosidad y sí politiquería de los activistas de isamis. Está comprobado que son marchas partidista donde el número nunca es mayor al de ellos mismo (es decir casi nada), y cuando hay “peregrinos” los consiguen de dentro o fuera de la provincia pero con engaños (los convocan para “marcha por la mujer”, “arreglos barriales”, etc.), o peor aún llaman a los camaradas de las CEBs de todo el país para hacer revolución; además siempre buscan protagonismo (pancartas isamis), exterioridades vanas y nada de religiosidad.
Aquí no, nada de eso, se trata de una peregrinación auténtica donde todos los caminantes asistieron con intención religiosa: con espíritu de oración y de penitencia. ¡Gracias Heraldos por haber sembrado esta semilla!
Dios Bendiga a Sucumbios, que demostraciones de fe, al fin verdaderos sacerdotes que se preocupan de la Fe y amor a Dios y a su iglesia y no solo preocupados del compartir para luego el repartir entre sus ñañones.
ResponderEliminarMons. Gonzalo López en 40 años de gobierno pastoral nunca permitió ni permitiría una peregrinación como esta.
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