No podía dejar de ser. El blog “Carmelo 4ever” (que se define de jóvenes adultos, carmelitas de corazón que sueñan que la utopía es posible), confirma –y con más radicalidad- la doctrina de la “lectio divina” del fraile de Burgos.
“Jesús nos dice: Ámame como tú eres. No esperes hacer méritos y esfuerzos meramente personales, porque así no me amarías nunca.
Ante Dios, hay que aceptarse y presentarse como uno es, con todas nuestras fallas, y esperarlo todo de Dios.
La santidad cristiana no consiste o no está en tal o cual práctica de piedad, ni tampoco en la falta de defectos y pecados. La santidad se fundamenta en una actitud del corazón que nos hace pobres de espíritu, humildes, desde abajo, mostrando a Dios nuestra pequeñez y confianza en su amor: “En lo pequeño Dios se manifiesta grande”.”
El que dice estas teorías es Eugenio Pizarro Poblete, un sacerdote “católico” y político del movimiento de izquierda Democrática, aliado al Partido Comunista Chileno y al partido Comunista de Chile (dos, como si uno no fuese suficiente). Eugenio Pizarro fue candidato a presidente de la República de su país, intento en el que fracasó rotundamente. Es el precio de apostar en utopías…
Los
jóvenes adultos utópicos y carmelitas de corazón, proclaman con el comunista
chileno: “nada de conversión ni de cambio de vida. No hay que hacer méritos, ni
prácticas de piedad, ni esfuerzos. Ante Dios hay que aceptarse y presentarse
como uno es. Conservemos defectos y pecados”. ¡Dicho así, sin pelos en la
lengua y con todas las letras!
Al
leer a estos pobres “místicos”, se comprende el fracaso de las vocaciones
religiosas en sus filas: no atraen a los que son verdaderamente llamados y los pocos que reciben, se equivocaron de puerta y se dedican a esparcir
impunemente su veneno. Es de llorar.
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