José Antonio Pagola capitaliza los espacios en dos o tres blogs “carmelitas” o para-carmelitas ecuatorianos (como el de isamis).
Vean lo que piensa y lo que dice este Pagola, sacerdote y teólogo vasco.
Pero esto no es lo más grave.
Lo más grave es lo que no dicen las autoridades de la venerable orden del Carmen –del Ecuador, Colombia, Burgos o hasta Roma!- a la vista del error plasmado y difundido impunemente bajo el manto de la orden del Carmen contra la fe católica.
InfoCatolica/Luis Fernando/Madrid: Hace un par de días, el sacerdote y teólogo
vasco José Antonio Pagola se dio un baño de multitudes en el colegio
mayor Chaminade -marianistas- de Madrid. 600 personas dicen en RD, aunque
otros aseguran que en el lugar donde pronunció su charla solo caben la mitad.
En todo caso aquello estaba lleno.
Lo
bueno del discurso de Pagola es que sirve para constatar de nuevo que este
teólogo tiene un problema serio de compresión en una cuestión de suma
importancia para cualquiera que pretenda llamarse cristiano. A saber, ¿quién es
Jesucristo? Como ustedes comprenderán, si la visión que se tiene sobre
Cristo no es la de la Iglesia, difícilmente puede considerarse católico. Ni
siquiera cristiano, aunque siempre habrá algún grupo protestante liberal o
secta rara dispuestos a acoger a quien profese tesis que se acercan o incluso
sobrepasan la herejía arriana.
Dijo
Pagola lo siguiente:
“…es
preciso retornar a entender a Jesús no como un Padre o como un Rey, sino
fundamentalmente como lo que fue: un Profeta".
Me
imagino que si entre los asistentes había algún musulmán, irrumpiría en
aplausos emocionados ante semejante declaración. No porque los cristianos
no creamos que Cristo no fuera un profeta, que sin duda lo fue, sino porque no
hay manera de ser cristiano sin creer que Cristo es Dios -y por tanto comparte
con las otras dos personas de la Trinidad la condición de Padre- y Rey de Reyes
y Señor de señores.
Para
Pagola Cristo es sobre todo, y por encima de todo, profeta. O también podría
decirse que no es más que un profeta. Pero profetas han habido y habrá
muchos. Por el contrario, Dios hecho carne solo uno: El Hijo de Dios, Hijo
de María, verdadero Dios, verdadero hombre, luz de luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, nacido del Padre antes de todos los siglos, engendrado y no creado,
por quien todo fue hecho. Esta es la fe de la Iglesia.
En
esta ocasión no nos vale la absurda excusa de que estaba escribiendo
una aproximación histórica sobre Jesucristo. Sus palabras fueron las que fueron.
Y él dijo lo que dijo. Pagola tiene una visión sobre Cristo que ni
siquiera se acerca a la de los arrianos, ya que estos al menos consideraban
que el Señor era divino, aunque no de la misma naturaleza que el Padre. Para
Pagola, Cristo es un profeta y punto. Tú no puedes hablar del “Dios
encarnado en Jesús” (Pagola dixit) y a continuación quitar a ese Dios su
condición de Padre y Rey. Porque entonces, el problema que tienes no es ya
con la idea de Cristo, sino con la propia idea de Dios. Que para los
musulmanes, como bien sabemos, no es padre. Para los musulmanes, como para
Pagola, Jesús fue un profeta, un gran profeta.
Por
eso no es de extrañar que el teólogo vasco soltara otra perla de esas que
muestra bien a las claras ante quién nos encontramos Negritas mías:
“Hay
que reformar la Curia, claro que sí, y cambiar la doctrina, pero
antes hay que volver a Jesús. Invocar un clima más humilde, más gozoso, porque
si no seremos cada vez una institución más decadente, más sectaria, más rara,
más triste, más alejada de lo que quiso Jesús”
¿Lo
vieron ustedes? Que hay que reformar la Curia es algo en lo que prácticamente
todos estamos de acuerdo, pero ¿qué es eso de cambiar la doctrina?
¿Desde cuándo la Iglesia tiene autoridad para cambiar lo que forma parte del
depósito de la fe? Y luego está el mantra progre-eclesial de “lo que
quiso Jesús". ¿Y quién determina lo que quiso Jesús? ¿Pagola? ¿Es él el
profeta vasco quien interpreta los deseos del profeta judío?
“Una
renovación en la que la Iglesia no es lo más importante, si no el Reino. Esta
renovación no puede venir sólo desde el Vaticano. Ha llegado el momento de
recordar que el Cristianismo no es una religión más, es una religión profética,
para construir un mundo más justo, más solidario, más sano".
¿A
cuento de qué oponer la Iglesia al Reino de Dios? ¿Es que la Iglesia va por un
lado y el Reino por otro? Además, ¿no habíamos
quedado en que Cristo no es Rey? ¿por qué pues hablar de un reino?, ¿O es que
predica un reino del cual Él no es el Rey? Y luego está ese concepto del
cristianismo como una religión oenegista. Por supuesto que la propagación
mundial y masiva de la verdadera fe en Cristo -o sea, no la de Pagola- ayudaría
a que tuviéramos un mundo más justo, solidario y sano, pero el
cristianismo es sobre todo la religión que busca no sólo la mejora de la vida
temporal de la humanidad, sino la salvación eterna de todos los hombres. La
vida eterna empieza aquí, pero no es el mundo el lugar de donde se disfruta
plenamente. Es el cielo, una vez que Cristo vuelva en gloria y poder a juzgar a
vivos y muertos.
Por
último, quiero comentar otro de los eslóganes progre-eclesiales soltado por
Pagola:
Hay
gente muy comprometida, pero la masa de los 1.200 millones de católicos viven
en la sumisión, la obediencia y el silencio, en medio de una religión de
autoridad, y no de llamada.
No
sé qué tiene de malo ser sumisos y obedientes a la autoridad de la
Iglesia. Los heterodoxos odian esos términos porque son la antítesis de
lo que ellos desean. Viven en la rebeldía contra la Iglesia y sus enseñanzas y
creen que ese es el estado ideal del cristiano. Ven la autoridad como un
obstáculo para la expansión del evangelio, cuando, muy al contrario, en
el último medio siglo hemos visto que la falta de ejercicio de la autoridad por
parte de quienes tienen el deber de pastorear en la Iglesia ha sumido a la
misma en una crisis de secularización interna galopante. Crisis que ha provocado,
o al menos facilitado, la caída de muchos países católicos en una apostasía
generalizada. Y sin embargo, Pagola quiere que se profundice aún más en esa
línea. En la Iglesia primera, los que habían llegado a la fe y al bautismo, “perseveraban
en oír la doctrina de los apóstoles y en la unión” (Hch 2,42).
Yo
más bien pienso que si la Iglesia quiere ser aquello que Cristo la ha llamado a
ser, debe librarse cuanto antes de estos falso profetas de la heterodoxia, de
la religiosidad aguada, de un cristianismo arriano, pelagiano, naturalista,
intranscendente. Y cuanto más labia tengan, cuanta más apariencia
beatífica muestren, cuanto mejor escriban, a más atraerán por el camino de la
perdición. No en vano San Pablo dijo que el mismísimo Satanás se viste como
ángel de luz. Sus siervos en la tierra también (2 Cor 11,14-15). Es
necesario que les identifiquemos, les denunciemos y, llegado el momento, les
saquemos de la comunión eclesial. La salvación de muchos depende de ello.
Luis
Fernando Pérez Bustamante
PD:
Evangelio según San Pagola:
Viniendo
Jesús a los términos de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: unos, que Juan
el Bautista; otros, que Elias; otros, que Jeremías u otro de los profetas.” Y
El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy?
Y entonces Pagola respondió: Evidentemente, tú eres fundamentalmente un profeta.
Y entonces Pagola respondió: Evidentemente, tú eres fundamentalmente un profeta.
En su catequesis de este
miércoles en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco clamó: “Incluso
hoy alguien dice: ‘Cristo sí, Iglesia no’. Aquellos que dicen: ‘Yo creo en Dios
pero no en los sacerdotes’, ¡eh! Se dice así: ‘Cristo sí, Iglesia no’. Pero es
precisamente la Iglesia la que nos lleva a Cristo y nos dirige a Dios: la Iglesia
es la gran familia de los hijos de Dios”.
José Antonio Pagola no
quiere pasar por la Iglesia. Acepta un Cristo, otro Cristo, a su manera. ¡Eh!
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