P. Rubén Dri, teólogo de la liberación: Es un discurso tramposo decir que Bergoglio es el Papa del cambio. La Iglesia quiere recuperar poder. Bergoglio es un enamorado del poder, disfruta del poder, ha programado su vida en función de un ascenso continuo y ha llegado a la cima ahora. Y ese poder es el poder que él quiere para la Iglesia, por lo tanto él va a intervenir tratando de que la Iglesia tenga ese poder. Por eso va a ser muy importante observar cómo se disputan a los pobres.
Agustina Kämpfer novia del vicepresidente de Argentina Amado Boudou: La periodista opinó sobre las sospechas de colaboración con la última dictadura militar y criticó las decisiones ultra conservadoras como proclamarse en contra del matrimonio igualitario o el aborto no punible. "Ay! No, no me pone contenta. No me llena de orgullo. No.”.
Juan Luis Hernández, politólogo: Su conservadurismo en moral sexual y su silencio poco profético con respecto al papel que jugó la Iglesia y él mismo en los años negros de la dictadura argentina, lo hacen poco jesuita. Habrá que ver el derrotero del primer papa jesuita, observar qué es capaz de hacer en tan poco tiempo para diferenciarse de sus antecesores y encarar con audacia los desafíos mayúsculos de la única monarquía absoluta prevaleciente en pleno siglo XXI.
Ivone Gebara. Es monja, brasileña y feminista. Por sus posiciones, particularmente a favor de la despenalización del aborto, ha recibido severos castigos del Vaticano: Hay un largo camino que recorrer para que la diversidad pueda de hecho tener ciudadanía en las estructuras de la Iglesia Católica Romana. Necesitamos más tiempo para juzgar posiciones y acciones del nuevo pontificado. Espero que los muchos grupos fundamentalistas católicos presentes en el mundo y en el Vaticano no impidan las necesarias reformas de la Iglesia.
José L. Caravias sj.: Posiblemente Jorge Bergoglio, ser humano, cometió errores. A veces fue desacertado. Se dejó llevar por miedos y prejuicios. Pero eso lo hicimos todos (…) Todos cambiamos con el tiempo. Maduramos. Jorge también. Sus actitudes no son las mismas de hace casi cuarenta años (…) Algunos lamentan que el Papa no sea un gran revolucionario. Eso no es posible. Pero si consigue, como ha afirmado, que la Iglesia sea pobre al servicio de los pobres habrá dado pasos históricos significativos.
Milena Faustva, periodista rusa; http://valquiria-enbsquedadedignidad.blogspot.com: Lo más probable es que el encanto universal, que se ha ganado el papa Francisco rompiendo los estereotipos y cambiando las seculares tradiciones del Vaticano, sea un fenómeno provisional. Puede ser que la franciscomanía ceda poco a poco el terreno a actitudes más críticas. Por lo menos, así es como fue con los predecesores del actual favorito del público: los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Lucas Carrasco, periodista alternativo, argentino y peronista: Felicitaciones a Bergoglio, ha logrado la cúspide de su carrera. Pero, en términos absolutamente personales, me parece, que al fin, uno de los tipos que más detestan a Cristina, a Chávez, a Lula, a Correa, a Evo, a Pepe, a Dilma, al fin logró un sitial desde dónde estar a la altura de las circunstancias. De las circunstancias de la derecha reaccionaria.
P. José Enrique Ruiz de Galarreta, Jesuita pamplonés, respondiendo a la pregunta ¿Qué virtudes destacaría del nuevo pontífice?: Yo creo que miente menos que otros. Quiero decir que, por ejemplo, el miércoles, cuando pidió a la gente que rezara se veía que iba de veras, que no decía que rezaran porque sí…
Horacio González, sociólogo kircherista: Me parece un retroceso político trascendente, inútil, criticable y riesgosísimo. Con la designación de Bergoglio se termina un ciclo histórico político en Argentina y América Latina donde se impuso ‘la derecha del capitalismo‘ para ‘controlar a las masas populares‘. Quiero anticipar una pequeña tesis que es que con el nombramiento de Bergoglio se termina una larga discusión en Argentina, y me apresuro a decir que se termina hacia el lado de las derechas constitutivas de la estructura mundial del capitalismo y del retroceso de la vida popular en los pueblos de Latinoamérica.
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