El problema no son
solo los “ex”, también los que nunca fueron ordenados sacerdotes. El caso de un
“padre” ecuatoriano…
El
arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha condenado a un individuo, que
ejerció como sacerdote durante siete años sin serlo, a peregrinar entre Alcalá
de Guadaíra (Sevilla) y el santuario de Nuestra Señora de Consolación de
Utrera, un trayecto de unos 25 kilómetros que deberá hacer a pie. El falso cura
Ángel Orellana, un seminarista de nacionalidad ecuatoriana, ejerció en la
parroquia sevillana de Santa María de las Flores y San Eugenio de Sevilla y
quedó el paradero desconocido tras ser descubierto.
(ABC/InfoCatólica) Según la
información que hoy adelanta Diario de Sevilla, el arzobispo de Sevilla ha
emitido un decreto en el que no impone al ex seminarista de la
Archidiócesis de Cuenca (Ecuador) la pena de entredicho prevista por el Código de
Derecho Canónico «en que incurrió por su grave comportamiento» y tras
tener en cuenta «su sincero arrepentimiento». El falso cura atentó la
celebración del sacramento de la Eucaristía y la Penitencia entre otros
sacramentos.
En cambio, le
prohíbe «la visita a las comunidades parroquiales, asociaciones de fieles e
instituciones en las que simuló sacramentos» y le ordena restituir
«todos y cada uno de los estipendios recibidos durante el tiempo en que
simuló la celebración de la Eucaristía».
Además, le impone una «peregrinación
piadosa» desde Alcalá de Guadaíra al santuario de Consolación de Utrera, elegido
porque, con motivo del Año de la Fe, ha sido designado destino diocesano de
peregrinaciones, han informado hoy a Efe fuentes del Arzobispado sevillano. El
punto de origen ha sido situado en Alcalá de Guadaíra para que no tuviese
ninguna relación con la barriada sevillana de Pío XII donde ejerció el
falso cura, han precisado las fuentes
Finalmente, monseñor
Asenjo establece en su decreto que Orellana quedará inhabilitado para
recibir órdenes sagradas (diaconado, sacerdocio) en el futuro.
«Permanecerá en situación irregular ad ordines recipiendo»..
Ángel Orellana administró los sacramentos de la comunión,
la confirmación y el matrimonio gracias a una credencial falsa que
presentó a los responsables de la iglesia, aunque nunca había estado en la
nómina de curas de la ciudad, según informó el Arzobispado cuando se descubrió
el caso, hace un año.
Según la
Archidiócesis, los sacramentos del bautismo y del matrimonio que
administró Orellana fueron «claramente válidos» aunque ilícitos, mientras
que en el caso de los sacramentos de la eucaristía, la penitencia y la
unción de enfermos, son «actos inválidospues son sacramentos que requieren
la potestad del Orden».
El arzobispo
sevillano ha emitido su decreto tras recibir un informe de la
Congregación para la Doctrina de la Fe contra Orellana, «acusado de
atentar la acción litúrgica del Sacrificio Eucarístico, la absolución
sacramental y otros sacramentos» y «considerando el sincero arrepentimiento que
ha mostrado»
El falso cura se
presentó hace seis años ante la Curia Diocesana acreditando su condición de
sacerdote con una documentación que resultó falsa. La Archidiócesis
dejó muy claro cuando estalló esta polémica que «en ningún momento se le asignó
a Orellana oficio eclesiástico alguno». El falso padre Ángel no estuvo en
ningún momento en la nómina de la Iglesia de Sevilla ni se le encomendó ningún
destino u obligación por la autoridad eclesiástica. Tras presentarse en la
curia y pedir un lugar para colaborar, él eligió la parroquia de Santa María de
las Flores, donde se ganó la confianza del párroco y los feligreses y fue
desarrollando su trabajo.
El decreto está
firmado por el arzobispo de Sevilla con fecha del pasado 18 de marzo. Como
fedatario del Arzobispado aparece la firma del secretario general y canciller.
El artículo
1378 §2 del Código de Derecho Canónico establece que «Incurre en
pena latae sententiae de entredicho (...): 1 quien, sin haber sido promovido al
orden sacerdotal, atenta realizar la acción litúrgica del Sacrificio
eucarístico; 2 quien (...) no pudiendo administrar válidamente la
absolución sacramental, trata de darla, u oye una confesión sacramental».
DEBEN SER DENUNCIADOS Y PUESTOS EN PRISION AL IGUAL QUE EL PASTOR EDUARDO MORA, POR BLASFEMAR CONTRA DIOS TODO PODEROSO!!!
ResponderEliminarEscuché decir que no existen documentos de la ordenación del Padre Edgar Pinos ¿Será que fue ordenado sacerdore?
ResponderEliminarSaludos,
Juan Antonio T.