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jueves, 2 de mayo de 2013

La democracia va mal… es que no se reza.

La democracia va mal, decíamos.

En Francia, el gobierno socialista cumple un año con “brutal desplome de popularidad”. El presidente socialista “ha ido acumulando malas noticias hasta coronar en la peor: el desempleo alcanzó en marzo su cota más alta desde 1997. En menos de un año, el Partido Socialista (PS) ha perdido buena parte del crédito ciudadano que obtuvo en las presidenciales y las legislativas, y teme, con razón, que el creciente descontento social pueda suponer un castigo de grandes proporciones en las elecciones municipales y europeas de 2014” (El País, 1 de mayo de 2013).

En Argentina, después de gigantescas manifestaciones contra el gobierno, la soberbia presidenta y su partido mantiene su reforma del poder Judicial ante la oposición de la Iglesia y la dura crítica de la ONU. ¡Solo faltaba politizar la justicia! A ese problema se suma la represión policial contra funcionarios que se declaran en huelga, una elemental derecho humano.

En Venezuela, se comprueba el fraude en las elecciones presidenciales que dieron el poder a Maduro, y en el congreso, el presidente niega la palabra a los parlamentarios que no son del gobierno. Los asambleístas de la oposición son agredidos por los dichos “bolivarianos” y el saldo es de once heridos (31 de abril).

En Cuba, hay “humanos sin derechos mientras el régimen insulta y denigra a todos los opositores” (Eugenio Yáñez, Cubaencuentro, 25/4/13)

En Irán (país aliado de democracias bilivarianas), se sabe que la república islámica está empeñada en una carrera bélica y atómica, bien como en nacionalizar y controlar el internet (!). Cuanto al respeto a la dignidad e igualdad de las mujeres, mejor ni hablar.

Mientras tanto, en nuestro país los populistas utópicos no abdican de sus ídolos (Chávez, Castro y otros…) y el padre Pedro Pierre de El telégrafo aboga, ante la fragilidad de sus posturas y el desánimo que se riega en las filas “isamitas”: “Que Dios nos “libre de la tentación” de botar la toalla o dar marcha atrás” (El Telégrafo 1/5/13). O sea, ceguera para ver los signos de los tiempos.

Pero, y entonces, ante los fracasos y el vacío democrático, ¿hay que anhelar golpes y dictaduras antidemocráticas, como esos que conocimos y que no resolvieron sino que agravaron las crisis? No, nada de eso. Hay que orar para que “venga a nosotros tu Reino”, que para que se “haga tu voluntad así en la tierra como en el cielo” y respetar, sencillamente, la opinión de las mayorías.

¿Y en la Iglesia? También hay que respetar la opinión de los fieles y no apostar solo a sectores o a sectas. La Iglesia es católica, es decir, universal. Bien dijo el papa Francisco en una Misa reciente en Santa Marta: “Si queremos que el príncipe de este mundo no se apodere de la Iglesia, debemos confiarla al Único que puede vencer al príncipe de este mundo. He aquí la pregunta: rezamos por la Iglesia, pero ¿por toda la Iglesia?” http://www.news.va/es/news/no-perder-la-fe-para-no-perder-la-esperanza-franci

Solo el Rey de la gloria vence al príncipe de este mundo. Él cuenta con la cooperación de nuestra oración (ojo: la democracia no es incompatible con reyes y príncipes…)

En el día del trabajo, el Papa Francisco ha destacado "la importancia y la belleza de la oración del Rosario" en este mes de mayo y ha precisado que al rezarlo es posible meditar "los momentos centrales de la vida de Jesucristo, tratando de que Él sea el centro de nuestros pensamientos, atenciones y acciones".http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/01/internacional/1367401316.html

Vemos a los isamitas hacer asambleas, manifestaciones, mingas, protestas, declaraciones, etc., pero los vemos rezar muy poco. Cuando mucho prenden velitas que ponen en el suelo y danzan de la mano. Dudosa oración...

¿Quién ha visto a un isamita convicto y representativo con un rosario en la mano o adorando de rodillas al Señor Sacramentado???


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