Parece mentira que después de más de dos años y medio de que fueron remplazados y de que les fue dicho clarísimamente que era preciso organizar diferentemente todo el trabajo pastoral e implantar otro estilo diferente de misión, todavía pretendan dar la nota y organizar retiros, protestas y cosas del género.
Además, no solo se cambiaron los lineamientos y los agentes, sino que se sacó posteriormente a los seis frailes carmelitas, responsables de la línea anterior. Para que el golpe no fuera tan duro se sacó también a los heraldos, después de haber comenzado a realizar una labor de saneamiento nada fácil…
Ahora, en su blog, los isamitas protestan porque en uno de sus retiros se dio la “ausencia total de los padres colaboradores y del P. Gabriel Prandi, Párroco de la Catedral N. Sra. del Cisne de Nueva Loja y Pro-vicario de Sucumbíos”. Nada más natural que ellos no estuviesen presentes. Cada uno va a sus labores y asume sus responsabilidades ¿Por qué pretenden encuadrar al párroco de la catedral y a los sacerdotes misioneros en sus esquemas arcaicos y fracasados de revolución social, moral y litúrgica? No se puede mezclar el agua con el aceite. El pobre y sufrido Mons. Mietto se hizo presente, porque a él le compete atraer a todos e intentar evitar derivas mayores…
Cuanto a la manifestación liderada por la Señora Genoveva Altamirano, hay que verla como una reacción a los abusos e imposiciones de ISAMIS. No se entiende porque al santo rosario le dicen “confusos rezos” ni tampoco esa manera despectiva de llamar a los consagrados y universales colores del Papa “bandera del Estado Vaticano”, como si se tratase de la intromisión de una potencia extranjera en nuestro suelo (De hecho, así ven ellos las cosas: el Nuncio Apostólico es un quinta columna; el Visitador Apostólico, un espía y el Administrador Apostólico, una imposición).
Nada más natural también que “tanto el P. Gabriel Prandi, como el P. Ricardo Ruiz, se mantenían cercanos al grupo manifestante”. Cada uno escoge dónde posicionarse. Esos sacerdotes optaron por la distancia en relación a ISAMIS, según es el deseo de las autoridades eclesiásticas de Roma y del Ecuador.
Cuanto a las ofensas, los palos y los fierros, son puras fábulas de estos revoltosos y mentirosos que ahora dicen estar en “actitud pacifista y abierta a la reconciliación” ¿¡Quién les va a creer, cuando todos sabemos que no cesan de conspirar y de rebelarse contra la fe y la disciplina de la Iglesia Católica!?
“Continuaremos el lunes 29 de abril con la segunda parte de esta nota”, dicen en su blog. Si es para decir cosas del tipo de las necedades insubstanciales que apuntan en la primera nota, es mejor que nos ahorren la segunda.
a continuación la nota publicada por los isamitas:
Por la magnitud de los hechos, que revisten importancia en la
vida eclesial y social de Sucumbíos, por lo que ha pasado, está pasando y
pasará, registramos lo ocurrido la semana pasada. Aquí presentamos
una primera parte de dos:
Hacemos presente que del lunes 15 al jueves 18 del mes en curso (abril),
se realizó el Retiro Diocesano programado para este Año Pastoral, en las dos
modalidades, en la ciudad de Nueva Loja, una para campesinos/as e indígenas
durante el día y otra para urbanos/as en las noches. El primero contó con la
importante presencia de Mons. Mietto y en el segundo, además de la ausencia
total de los padres colaboradores y del P. Gabriel Prandi, Párroco de la
Catedral N. Sra. del Cisne de Nueva Loja y Pro-vicario de Sucumbíos, en estas
jornadas diocesanas de Retiro, ocurrió un hecho de grave trascendencia para la
vida eclesial y social de Sucumbíos, que a continuación registramos:
El hecho tiene que ver con el Retiro Urbano. El lugar previsto para esto
era la Catedral, como lugar central de encuentro. A última hora, el mismo día
del inicio del Retiro por la mañana, Mons. Paolo Mietto pidió que se
cambiara de lugar debido a que se iba a realizar en la misma hora y en el mismo
lugar, el día lunes 15 de abril, una reunión de Pastoral Social.
En esos días lunes 15, martes 16 y miércoles 17 de abril del
presente año en la Iglesia Catedral Nuestra Sra. del Cisne a eso de las 6 de la
tarde, se presenciaron los siguientes hechos: un grupo de alrededor de 20
personas en su mayoría de la Renovación Carismática, lideradas por la Sra.
Genoveva Altamirano, se apostaban en las afueras de la Catedral haciendo
arengas, a la vez con unos confusos rezos del Santo Rosario.
Colocaron en la puerta de la entrada una gran bandera del Estado Vaticano para
cerrar el ingreso a los salones de la Catedral, lanzando cada cierto tiempo voladores
(“cuetes”). Mientras se desarrollaban estas acciones, tanto el P. Gabriel
Prandi, como el P. Ricardo Ruiz, se mantenían cercanos al grupo manifestante.
Varias personas que concurrían al Retiro, por motivo de la confusión creada a
última hora por el cambio de lugar, fueron ofendidas con palabras y gestos. El
último día se pudo ver que algunos de los manifestantes portaban palos y
fierros.
Lamentamos estos hechos. Mantuvimos y seguimos manteniendo la oración
permanente por nuestra Iglesia, actitud pacifista y abierta a la reconciliación
en todas las acciones desarrolladas desde nuestra programación pastoral
colectiva del inicio del año, y con aprobación de Monseñor Paolo Mietto,
nuestro Obispo Administrador Apostólico.
Continuaremos el lunes 29 de abril con la segunda parte de esta nota.
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