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jueves, 4 de abril de 2013

SOBRE LA POBREZA A QUE ALUDE FRANCISCO: UNA PRECISION IMPORTANTE

Para evitar cualquier malentendido sobre las ideas del Papa, a continuación se pueden leer las precisas palabras que Jorge Bergoglio mencionó cuando explicó el motivo de la elección de su nombre:

“Pero hay otra pobreza. Es la pobreza espiritual de nuestros días, que afecta gravemente también a los Países considerados más ricos. Es lo que mi Predecesor, el querido y venerado Papa Benedicto XVI, llama la «dictadura del relativismo», que deja a cada uno como medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres.

Llego así a una segunda razón de mi nombre. Francisco de Asís nos dice: Esforzaos en construir la paz. Pero no hay verdadera paz sin verdad. No puede haber verdadera paz si cada uno es la medida de sí mismo, si cada uno puede reclamar siempre y sólo su propio derecho, sin preocuparse al mismo tiempo del bien de los demás, de todos, a partir ya de la naturaleza, que acomuna a todo ser humano en esta tierra”.


Dicho de otro modo, no va a haber ninguna renuncia en la crítica de la ortodoxia Católica a lo que se considera uno de los principales males de la cultura occidental, y que Benedicto XVI tuviera como un eje central de su pontificado.

Nótese, sin embargo, el modo en que Francisco subraya que la verdad a la cual se refiere está inscripta en la naturaleza de todo ser humano. Eso es una clara referencia a la ley natural. Se remonta a la enseñanza de San Pablo de que los paganos pueden reconocer la diferencia entre el bien y el mal moral dado que ese conocimiento está inscrito en el seno de la naturaleza racional humana.

En pocas palabras, uno no necesita ser católico o cristiano para saber lo que es constantemente bueno y malo, en el ámbito de la moralidad. Mediante el uso de la razón, podemos reconocer un nivel de verdades que se ubica más allá del ámbito de lo científico-técnico y de lo empírico-mensurable. De hecho, este es el único ámbito, sostiene el Papa Francisco, desde el que se puede distinguir adecuadamente entre lo que constituye un auténtico derecho humano y la mera proyección de una opinión subjetiva, de un sentimiento o de la fuerza bruta. Este argumento constituyó una parte central del mensaje de la última encíclica de Juan XXIII, Pacem in Terris, que abordara explícitamente el tema de los derechos humanos y de la que se cumple este año su 50º aniversario –cosa que el Papa Francisco seguramente conoce.

Tomado de http://es.acton.org/article/03/26/2013/el-papa-francisco-y-el-regreso-de-la-ley-natural

El autor, Samuel Gregg, es Director de investigaciones del Acton Institute.

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