Isamis2012:
“Recibimos
con alegría el nombramiento de Mons. Celmo Lazzari y le invitamos a
subirse a la “rancherita” de Isamis, para acompañarnos a seguir
el camino de una Iglesia Comunidad Pueblo de Dios al servicio del
Reino. Bienvenido a Sucumbíos!”
Pretenden
que el nombramiento del Obispo en Sucumbíos es una respuesta del
papa Francisco a una carta enviada por ellos: “Hace
unos meses, la Iglesia de Sucumbíos escribía una carta al Papa
Francisco en la que se decía: “Han pasado casi tres años y
seguimos a la espera de nuestro Obispo definitivo…”
El
Vaticano tiene sus ritmos, y después del tratamiento de shok de los
últimos tiempos, tuvo que esperar un poco. ¿Qué son para Roma tres
años si esperó que se sumasen cuarenta para intervenir contra las
derivas de Isamis?
En
todo caso, esa carta no fue enviada por “la Iglesia de Sucumbíos”,
es decir, por el Vicariato, sino por Isamis, que son la disidencia de
la Iglesia oficial.
Pretenden
que Mons. Gonzalo López vuelva a Sucumbíos para concluir su tarea
“… que
nuestro Obispo Emérito (Mons. Gonzalo López M) regrese a la Iglesia
en la cual entregó 40 años de su vida y quiere hacerlo hasta el
final”. Y
lo más gracioso, es que invitan a Monseñor Celmo a subirse a su
rancherita fundida.
No
se disponen a colaborar con el nuevo pastor, ni a obedecerle como
buenas ovejas, sino que lo condicionan invitándolo a adherirse a su
lobby… como lobos.
En
el blog de
los carmelitas de Burgos
se dice que Monseñor Celmo viene “enterado
de todo lo acontecido en estos años en Sucumbíos, para
acompañar a las comunidades de Sucumbios en el seguimiento de Jesús
y en la vivencia del Evangelio”.
Más que “a acompañar en el seguimiento”, creemos que viene a
corregir precisamente la falta de seguimiento de Jesús y de su
Iglesia, la falta de vivencia evangélica.
Por
su parte, el blog
de Radio mentiras,
al cerrar el día, después de una noticia tan importante para
nuestra provincia dada a inicios de la mañana, no publica una
palabra en sus “Ultimas noticias”.
En
Sucumbíos, los fieles rezamos y nos disponemos a trabajar para que
Monseñor Celmo tenga más éxito entre nosotros que sus antecesores.
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