Maduro intenta
‘prohibir’ la inflación
El
presidente venezolano alienta el saqueo de las tiendas a las que
acusa de disparar los precios y promete hasta 30 años de prisión
para los especuladores.
El presidente
venezolano, Nicolás Maduro, dio señales este fin de semana de que
se propone desarrollar la doctrina económica que su par de
Zimbabue, Robert
Mugabe, intentó
para bajar la inflación por decreto en 2007, cuando los precios
tardaban 15 horas en duplicarse en esa nación del sur de África.
Entonces Mugabe, básicamente, “prohibió” la inflación y
procedió a cerrar los establecimientos comerciales cuyos
propietarios, a quienes acusó de avaros, incrementaran los precios.
Apenas 48 horas
después de que el Banco Central de Venezuela (BCV) informara de que
en octubre los precios aumentaron un 5%, y que con ello durante un
año la tasa de inflación escalaba al 54%, Maduro tomó la idea
donde Mugabe la dejó.
El viernes por la
noche, en
cadena nacional de radio y televisión, anunció la ocupación de las
cinco tiendas de una importante cadena de electrodomésticos, Daka,
en la que se habrían detectado aumentos “injustificados” de
precios. Sin
aguardar a que la presunción se convirtiera en certeza, ordenó
confiscar los inventarios de Daka y ponerlos de inmediato a la venta
a unos “precios justos” que las mismas autoridades
gubernamentales establecieron de manera sumaria.
La subasta de
artefactos para el hogar resultó un llamado irresistible para miles
de compradores que se agolparon frente a las tiendas. El
tumulto derivó en saqueo en al menos una de las sucursales de Daka,
en Valencia, capital del estado de Carabobo, donde se vio a
funcionarios militares y policiales correr con parte del botín.
Porque era domingo,
Maduro hizo las veces de telepastor y dedicó la parte final de su
intervención a referencias ecuménicas del islam, el judaísmo y
hasta del taoísmo, que condenan la usura y la codicia. “A los
especuladores les haremos llegar las leyes”, dijo, mientras
sostenía un ejemplar de la Constitución venezolana, el mandatario,
reconocido seguidor del gurú hindú Sai Baba, aunque en su discurso
oficial se asuma como católico.
“Pero tengan por seguro que de las
leyes de Dios no se podrán escapar”, dijo.
(Datos
tomados de El País, Madrid, 13 de noviembre de 2013)
¡Pobres nuestros hermanos venezolanos, tiranizados por un “telepastor” con ínfulas de gurú, que hasta osó cambiar la fecha de Navidad en su país!
Nicolás Maduro apenas supo, en su oscuro pasado, ejercer mediocremente el trabajo de autobusero…
Ahora conduce un país y propicia el caos pontificándo en nombre de una neo-religión de tipo ecuménica.
Debe pensar, como algunos por aquí, que “otra iglesia es posible”.
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