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viernes, 7 de junio de 2013

Habla Mons. Gonzalo López Marañón, OCD



En reciente entrevista (después de más de dos años de pesado silencio) Mons. Gonzalo declara que se considera –humildemente- un místico manejado desde adentro por el Espíritu e identificado con el Señor. Nos dice que todo lo que tenía que acaecer, acaeció; así, sencillamente. Y que se fue de Ecuador, como Cristo al Padre, para que se nos envíe el Espíritu. Mientras tanto, él está feliz, libre y afortunado.

Pero ¿Qué mejor programa y realización? ... en la teoría… porque en la práctica, las cosas fueron y son muy diferentes: Sucumbíos no se levanta de los errores y las omisiones de los 40 años de su “místico”, “atípico” y “quijotesco” pontificado. (Los entrecomillados corresponden a expresiones utilizadas por el Obispo emérito en su entrevista)



Monseñor Gonzalo revela en una reciente entrevista en publicada por el blog de isamis (es un video) que el Mahatma Gandhi fue el inspirador de su ayuno y que lo que pasó en Sucumbíos es parecido a lo que sucedió en la India. Al mismo tiempo que se sabe un místico, se siente un Quijote. Como se ve, las fuentes de su mística vienen le vienen del oriente pagano y de la España renacentista. Ni una palabra sobre San Juan de la Cruz o Santa Teresa, que serían sus naturales padres espirituales…

Pero ese contrasentido, no obsta en absoluto para que se sienta feliz, satisfecho y libre. Más que libre, “liberado”. Lo dice entre sonrisas y caras de ternura.
Comenta un dato revelador. “cuando iba a ordenarme de sacerdote tenía las cosas muy nubladas”, pero dice que rezó pidiendo ayuda a Dios para hacer su voluntad. “Más o menos esa cosa yo la he vivido en forma permanente, ya desde muchacho” (lo de la neblina y de la oración).

Nos dice que llega a Sucumbíos en un momento de ebullición: “América Latina está llena de movimientos revolucionarios; por Cuba anda Fidel Castro (se sonríe…!) y por el otro lado anda el Che Guevara (…) y en Europa habíamos tenido el Mayo de 68 de los estudiantes, y la rebelión de los claveles en Portugal, y no sé qué primavera de Praga… y era el mundo, entonces, así ¿no? Y la Iglesia estaba como muy conmocionada a la búsqueda de un camino a partir del Concilio Vaticano II y Medellín”. “Entonces yo he vivido en toda la onda de la Iglesia latinoamericana”.

Era una época de muchos problemas y luchas. Pero él nos explica satisfecho: “Me ha gustado mucho la fiesta y Sucumbíos ha sido una Iglesia de mucha fiesta” (…) “La fiesta es cuando la gente vive su fe con alegría. Nosotros hemos hecho fiestas y muy buenas fiestas. No hemos sido una iglesia triste, hemos sido una Iglesia alegre. Dentro del Episcopado soy un sujeto bastante atípico; no he sido muy formal. Hemos puesto el acento en las cosas que funcionas, que valen, que crean vida, que crean relación, en fin… aunque nos saltemos algunas normas ¿no?”

“Yo he sido un carmelita que he hecho de la selva mi convento. Entonces nunca he tenido decaimiento en el tema de la oración”… “Me he convertido en una persona que ora continuamente. Me siento contemplativo y me siento místico”… “Y cuando uno ya es manejado desde dentro por el espíritu, entonces alcanza un grado de libertad y un grado de serenidad que no la puede quitar nadie ¿no? De forma que entra uno en una vida de oración en el cual acaecen las cosas que tienen que acaecer”

“A la hora de la hora y en los años que tengo, yo digo: ¿y qué suerte mejor me podría haber tocado?”

Por fin (para no eternizar esta nota) Monseñor Gonzalo nos explica que Gandhi consiguió la independencia de la India sin violencia; que cuando ya tuvo la patria hecha, se empezaron a pelear entre los hermanos (como en Sucumbíos). Entonces, Gandhi  se puso en ayuno. Y él (Monseñor Gonzalo) se dijo “yo quiero entrar en un ayuno tipo Gandhi”. “Y cuando vi que había síntomas claros de que se empezaba de alguna manera a suavizar la relación y a normalizarse en cierta medida (cuantas volteretas y conformes!) dejé el ayuno. Fueron 24 días”.

“A mis compañeros les digo lo mismo que Jesús: me tengo que ir, porque si no me voy, el Espíritu de Dios no vendrá a ustedes. O sea, uno va llegando a una identificación con el Señor y las cosas fluyen así”.

Termina diciéndonos: “Chau Ecuador (…) La vida sigue. Yo me siento muy libre, feliz y afortunado”.


De todo esto, que cada uno concluya lo que le sugiera el Espíritu.


3 comentarios:

  1. Atahualpa Fernandez7 de junio de 2013, 8:12

    Me parece que este señor Obispo Emerito mejor hubiera hecho si se quedara en silencio, porque por más gracioso que pueda parecer en algunas de sus respuestas, en definitive más parece un guerrilero revolucionario de las FARC (por eso los campamentos guerrilleros de Raul Reyes estaban bajo su jurisdiction)que un miembro de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. El quería otra iglesia, revolucionaria e igualitaria. Lo mismísimo que la revuelta de Satanás. Que se quede en silencio y se prepare para su encuentro con Nuestro Señor Jesucristo. Que pida perdón!!!

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  2. Mons. Gonzalo nunca se preocupó en evangelizar, ahora vemos quienes son sus ídolos.

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  3. Vi el vídeo. Con todo el respeto que merece un obispo, me permito decir que Mons. López demuestra un gran narcisismo en la entrevista.

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