El isamita se retiró entristecido - (Mateo 19, 16-24)

Cierto isamita le preguntó a Jesús: Maestro bueno ¿que tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El isamita le dijo: todo esto no lo he cumplido desde mi juventud.

Jesús oyendo esto le dijo: vende todo lo que tienes, y dáselo a ellos:

y tendrás un tesoro en el cielo; y luego ven, y sígueme. Al oír estas palabras, el isamita se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.

Jesús dijo entonces a sus discípulos: Les aseguro que difícilmente un rico isamita entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico de isamis entre en el Reino de los Cielos. (Mateo 19, 16-24)

Reflexión:

Como todos sabemos los carmelitas de isamis se fueron tristes porque estaban apegados a los bienes terrenos del vicariato de Sucumbíos, no quisieron obedecer, hasta ahora no quieren aceptar sus errores de 40 años y siguen con rabieta, “es como cuando te dan algo y te lo quitan” comentó alguna vez Fray Pedro el provincial de Burgos, al enterarse que la Santa Sede pidió a los carmelitas de isamis que devuelvan el Vicariato para entregarle a otra congregación. Puro resentimiento y rabieta.

No quisieron ser como un heraldo, que son de los que dejan todo por el Reino de los Cielos, por seguir a Jesús. Ejemplo de eso fueron los que estuvieron en Sucumbíos, dejando patria, familia, amigos, comodidades, para ir tras las almas necesitadas de ese Vicariato, extraviadas como ovejas sin pastor...a pesar de que los tenían, pero...eran lobos y no pastores.

Estos Heraldos en el camino se encontraron con unos isamitas. ¿Quienes serían estos no tan jóvenes? Eran lobos, que atacaban el rebaño, y por eso los Heraldos tuvieron más deseo de proteger las ovejas, solitas, abandonadas, pobres de bienes materiales y espirituales, pobres de sacramentos, pobres de misas, a pesar de tener pastores...pero que en realidad eran lobos.