Reconciliación y perdón es hacer la voluntad de Isamis: “no nos moverán”.

La reconciliación que nos quiere imponer ISAMIS consiste en hacer su única y exclusiva voluntad, sin miramientos, al más puro estilo de Stalin, Hitler o Pinochet.

Vean lo que han evaluado en las asambleas del Padre Pinos y en las organizaciones populares de la Madre Cabezas (con la probable colaboración del Carmelo del Inca y de los frailes que han recibido asilo político de Mons. Sádaba)

El Obispo “debe asumir un compromiso decidido” en el proceso // los sacerdotes llamados colaboradores “deben respetar la línea pastoral de ISAMIS” // toda la iglesia debe “reafirmarse” por su “Jesús comprometido por los pobres” // hay que “tener en cuenta el regreso de los carmelitas” // “salida de quienes no facilitan o impiden proceso reconciliación” // “Diseñar una campaña radial (léase “Radio mentiras”) por la reconciliación y una evaluación permanente del proceso” //  “afirmación de la identidad eclesial” // “no traer más sacerdotes de otras diócesis” // “realizar la integración plena al caminar del Vicariato y de la Unidad de Pastoral Campesina a los equipos misioneros y zonas pastorales del Eno y Shushufindi, dando continuidad al proceso iniciado a partir de su anexión al Vicariato de San Miguel de Sucumbíos” (o sea, infectar con ISAMIS a la parte sana del Vicariato) // etc. Hay mucho más… no muy diferente. Lo de siempre

¿No parece una broma?

Pues aquí va otra (la réplica):

Invitar a Obispos del Ecuador a que vengan a evaluar la realidad en nuestro Vicariato, especialmente a Mons. Arregui y al Nuncio, ya que ellos se han caracterizado por tratar de enderezar lo torcido de la pastoral isamitica, // promover una consulta popular sobre el particular, para que tengan voz y voto todos los católicos de la provincia // excluir de las deliberaciones a las personas obcecadas, parciales y excluyentes como ciertas monjas Anas, Lauras y Teresas // cerrar la Radio Sucumbíos y propiciar la fundación de una radio diocesana y evangelizadora // considerar la vuelta de los Heraldos del Evangelio a quienes se impidió, desde su llagada, la implantación de un proyecto pastoral diferente, como lo quiere la Congregación para la Evangelización de los Pueblos // Encaminar a los sacerdotes diocesanos a otros lugares, cuanto antes: al Padre Pablo a China (no a Taiwan sino a China popular) al Padre Edgar a su diócesis de origen (o del otro lado del rio, con sus amigos colombianos), al Padre Uska a que continúe sus estudios (si es que alguna vez los inició) en Bogotá // evitar que circule en la provincia el periódico El Telégrafo en los días en que el Padre Pedro Pierre vierte en él su veneno // poner el proyecto de reconciliación bajo el auspicio de la Virgen de Fátima el día 13 de octubre en que el Papa Francisco consagre al mundo al Inmaculado Corazón de María // etc. Habría tantísimo más que proponer!!!