El viaje del papa Francisco a Brasil por la Jornada Mundial de la Juventud concluyó. Tal vez lo más importante sea que les llamó a ser los protagonistas de cambios, tanto en la Iglesia como en la sociedad. Es muy claro y contundente: “Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro lío va a haber, que acá en Río lío va a haber; pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios. Las instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG... ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!”. Luego insistió el Papa: “Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe!”.
Relaciono este mensaje con el sacramento de la confirmación donde los jóvenes se comprometen a vivir activamente su bautismo. Además, la confirmación compromete, sobre todo, a los adultos para que vayan discerniendo qué les pide el Espíritu de Jesús a través de los jóvenes. Estamos poco acostumbrados los adultos a que los jóvenes sean los protagonistas de los cambios; preferimos la tranquilidad: ¡Siempre se ha hecho así!El papa Francisco nos advirtió: “Los jóvenes son la ventana por la que entra el futuro”. Hoy el futuro llega rapidísimo y los cambios no esperan.
En su mensaje, el Papa no solamente invita a los jóvenes a ser protagonistas de “una Iglesia, y para los pobres”, sino que les da pautas para emprender activamente este compromiso. El camino es, según el Papa, el de “las Bienaventuranzas y de Mateo 25”, que nos presenta las materias de evaluación de nuestra vida: “He tenido hambre,… sed,… y me han dado de comer y beber… porque lo que hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron”. Concluyó: “Con esto basta… Entonces, los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores… No se dejen excluir. ¿Está claro?”.
Para que no haya susto innecesario en la Iglesia, el Pontífice añadió: “Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después les arma lío a ustedes, pero es el consejo”.
En su tiempo decía Jesús: “Ánimo, he vencido al mundo de la maldad”.
-Hasta aquí el artículo citado-
Como
siempre el Padre Pierre anda a la deriva, buscando en acontecimientos y en
textos de actualidad lo que puede servirle para llevar trigo a su molino con el
objeto de forjar su utopía de un reino mundanal.
Ahora
cita un trecho del Papa a los jóvenes en Río, en que les recomienda hacer lío,
etc. Y por supuesto en la mente del P. Pierre “lío” no es desinstalarse, salir
de casa e ir a la misión, sino desorden y revolución, tirar piedras, romper
vidrios, insultar a las autoridades y a las fuerzas del orden… hacer lo que
hacen los “indignados” que ya fue objeto de sus loas en la columna del
Telégrafo.
Cita
sin el menor escrúpulo y con la mayor cara dura del mundo lo que dice Francisco
de que no hay que “licuar la fe”… cosa que él hace constantemente, al mezclar
la fe católica con las creencias indígenas y la religión con la política, al
despreciar la moral y al juzgar a los demás.
El
Padre Pierre tiene que rendirse a la evidencia y dejar de imaginar que es
joven. Está en la octava década de su vida. Que no se ilusione con hacer lío que
a él no le compete más, y que empiece a prepararse para su viaje definitivo y
sin retorno (no a Francia sino a su juicio particular). Le queda poco tiempo y
muchas cuentas para arreglar.
Dice
que “estamos poco acostumbrados a que los jóvenes sean protagonistas de los
cambios”. Eso será en su país. En Ecuador y en todo nuestro continente, son los
jóvenes los que traen novedad. Por ejemplo los heraldos en Sucumbíos, aunque le
duela ¡Hay que renovar los cuadros! También en el periodismo…
Por
fin, como hace en general en sus artículos, cita una frese del Evangelio… que
es inexistente. Nunca Jesús dijo eso, así. Pero como se trata de un “teólogo”
de la liberación, puede reinventar la Biblia o tijeretearla, con tal de que
sirva a sus intereses.
ya debería ver ese curita la edad que tiene y no creerse un jovencito ya no le queda a su edad andar asi
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