Como en el caso de la ex PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú), Mons. Gonzalo y los carmelitas nos llevaron a una crisis de identidad.
La “Asamblea diocesana” del Padre Pinos tomaba las decisiones a espaldas de los interesas de los católicos del Vicariato, de los católicos normales (los que no eran de Isamis), que son la inmensa mayoría). Lo mismo que la Asamblea universitaria de la ex PUCP que desconoce el sentir de profesores y alumnos y decide arbitrariamente por ellos.
El desacato a la autoridad que hubo aquí y la violencia generada después, terminó por perjudicar a los fieles desorientados e impotentes. “Triste y penosa” situación. Así se ven hoy perjudicados en su trabajo y en sus estudios la comunidad universitaria de la ex PUCP.
Ni la jactancia ni le rebelión son apropiadas para sanear estas situaciones. Así las crisis se agravan. Solo con oración y humildad y dentro de la ley (eclesiástica y civil) se logra la paz y la unión ansiada.
¿”Iglesia viva”, una iglesia que no vive en armonía con la Santa Sede ni con los Obispos del Ecuador? ¿”Católico” y “pontificio” un centro de estudios que enseña errores y no acata a la autoridad de la que depende?
La vida (puesto que nos hablan de “iglesia viva”) fluye de la Eucaristía y del conocimiento y en el amor de Dios y del prójimo. Lo que no es eso es ruina y muerte. Lo estamos comprobando a diario.
Ahora, la dicha universidad peruana debe retirar de su nombre las palabras católica y pontificia, pero no quieren hacerlo. Aunque no profesen la fe integralmente ni acaten al Santo Padre. Es una re edición de los problemas que vivimos por aquí.
A seguir una nota publicada en una página peruana:
Constitucionalista revela que Facultad de Derecho nunca fue consultada sobre implicancias de revelarse a la Iglesia.
“RECTOR NOS LLEVÓ A CRISIS DE IDENTIDAD”
Voces disidentes. Aunque la Asamblea Universitaria de la hasta hace unos días Pontíficia Universidad Católica del Perú (PUCP) expresó su respaldo al rector Marcial Rubio Correa, la realidad al interior del claustro es otra.
El cuerpo catedrático rechaza la intransigencia mostrada por las autoridades universitarias en la conducción de las relaciones con la jerarquía de la Iglesia y lamentan “la crisis de identidad y legitimidad” que hoy vive la cuna de la Teología de la Liberación.
El profesor principal de Derecho de la mencionada casa de estudios, Anibal Quiroga León, sostuvo que la gestión de Rubio Correa ha arrastrado a la PUCP a una situación “triste y penosa”.
“A un daño que nadie había pensado y que revela una mala estrategia de la universidad”, refiere al sostener que la pérdida de los títulos de “pontificia” y “católica” se deben únicamente a “un manejo no apropiado de las autoridades universitarias”.
Por ello, el profesor principal de la Facultad de Derecho indicó que la universidad urge de un cambio de estrategia, la misma que solo se vería realizada con el cambio de quienes han dirigido, hasta hoy, las negociaciones con la máxima autoridad de la Iglesia Católica. En otras palabras, con la renuncia de Marcial Rubio. Asimismo, el constitucionalista reveló que la Facultad de Derecho nunca fue consultada sobre las implicancias que tendría el revelarse a la Iglesia.
Sin precedentes
A su turno, el miembro del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Lima, padre Luis Gaspar, aclaró que no existe caso en el mundo en que la misma Santa Sede, ante la rebelión de la universidad, haya optado por despojar de los títulos de ‘pontificia’ y ‘católica’ como en el caso de la PUCP.
Además dejó en claro que la universidad no podrá utilizar los títulos que le ha retirado el Vaticano.
Gaspar consideró también como “una rebeldía” el comunicado en que la ex PUCP “deplora” la decisión del Vaticano de retirarle los títulos de “pontificia” y “católica” a esa casa de estudios.
Además invitó a la ex PUCP a recapacitar, porque “los daños serán terribles” si persiste en su posición. Esto lo dijo en referencia a los títulos universitarios de los estudiantes.
Gaspar recordó que la Iglesia tiene el amparo del Concordato de 1980, acuerdo internacional entre El Vaticano y el Perú que “está por encima de toda ley nacional”.
Sin embargo, dijo que mientras no se aplique el decreto del Vaticano, los alumnos podrán seguir obteniendo de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) sus títulos de la ex PUCP.
“Pero corren el riesgo en cuanto siga el proceso ya en el tribunal peruano o eclesiástico de que esas sentencias obliguen a que se cumpla, afectando así a quienes inicien sus trámites posteriormente”, dijo Gaspar y acotó que los citados títulos no son solo honoríficos. Sobre el comunicado de la universidad Gaspar reiteró que es “penoso” que se utilice la palabra “deplora”. “¿Pero deplora al Santo Padre? Es mi pregunta. Deplorar al Santo Padre es como llamar a la desobediencia a una indicación de la más alta autoridad eclesial”, apuntó.
El dato
“Invoco a las autoridades y a la comunidad universitaria de dicha universidad a obedecer las decisiones de la Santa Sede y a respetar aquello que la Suprema Autoridad de la Iglesia ha decidido respecto a una institución que le pertenece”, dijo en un comunicado el presidente de la Conferencia Episcopal, Salvador Piñeiro.
Ultima hora:
Marcial Rubio, actual Rector de la ex PUCP declaró: "Nosotros no vamos a proponer ningún conflicto, si hay conflicto lo quieren El Vaticano y el Arzobispo de Lima, nosotros queremos la paz porque somos buenos católicos. Hemos propuesto la paz", anotó.
¿No parece el lenguaje del Padre Edgar Pinos? Cambiemos Lima por Guayaquil, y atribuyamos estas palabras a nuestro pobre sacerdote diocesano de Isamis. Seguro que las asume todititas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario