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martes, 24 de julio de 2012

LAS MENTIRAS Y LAS AMENAZAS DE LOS AMIGOS DE ISAMIS

1) Se trata de Un manifiesto anónimo. ¿Qué comunidades eclesiales de base del Ecuador son esas? ¿cuántas, de qué lugar? Las cebs son hoy prácticamente inexistentes e inoperantes, especialmente las que reciben la influencia del Padre Pierre.

2) Hablan de “agresiones suscitadas” e ilustran su manifiesto con una fotografía donde aparecen una niña y un niño disfrazados de heraldos que muestran una terrible arma: un rosario!?

3) Citan a San Mateo interpretando que sus opositores son falsos profetas y que ellos (los de isamis y de las cebs), si perseveran hasta el fin se salvarán. Así de sencillo. Con lo que demuestran no poca arrogancia.

4) Ciertamente la violencia es condenable y, especialmente, lo que llaman un “intento de linchamiento”. Y más aún contra personas sagradas como dos sacerdotes. Pero parece totalmente gratuito que dichos actos lamentables hayan sido realizados por seguidores de heraldos y de carismáticos. La prueba es que la palabra “seguidores” la ponen entre comillas. Todos sabemos que heraldos y carismáticos son movimientos o congregaciones aprobadas por la Iglesia que tendrán por ahí algún seguidor mal comportado. No así Isamis, que fue censurada por la Iglesia, aunque no se den por aludidos y persistan en sus errores. Los seguidores de Isamis sí han perpetrado desordenes y violencias. ¿Quién no lo sabe?

5) Precisamente, al hablar de atropello, de divisiones y de violencia, los de Isamis deberían cuestionarse si en el origen de esos problemas no está su fanatismo y falta de caridad que llevó a tomarse edificios religiosos, agredir con piedras y golpes a hermanos y a difamar sin piedad a los que no se alinean con su ideología. ¿Quién no lo sabe?

6) Las cebs dicen solidarizarse con “las comunidades y organizaciones de Isamis”. Eso es más o menos hacer causa común con algunas pocas personas que no brillan por su corrección y religiosidad y sí por su militancia sociopolítica ¿por qué no citan de qué comunidades y de qué organizaciones se trata? Es muy fácil hacer denuncias y proclamar solidaridades en medio de generalidades, en el vacío.

7) Meter en el mismo saco a Isamis y a Mons. Paolo Mietto es otra arbitrariedad totalmente gratuita que por cierto no les viene nada mal, ya que así pretenden pasar como católicos.

8) Declaran que Mons. Mietto corre riesgo de sufrir las mismas agresiones (!?) y responsabilizan a “estos grupos” (!?) de futuras trifulcas. Amenazas de apocalipsis típicas de Isamis y de ciertas cebs orientadas por Pedro Pierre.

9) En el más puro estilo de Isamis hacen aparatosos llamados a media humanidad (autoridades civiles, conferencia episcopal, etc.) al mismo tiempo que se dirigen “al pueblo ecuatoriano” y hacen su denuncia “ante el pueblo latinoamericano”. Demasiada grandilocuencia en estos pretendidos profetas… Son recursos de quienes están solos y saben –aunque aún no lo reconozcan- que su época ya pasó y que, aunque repiten que “siembran vida” o que son “iglesia viva”, van muriendo y dejando lugar a nuevas realidades, a otros horizontes ¡Gracias a Dios!

10) Los sacerdotes que evangelizan en el Vicariato de San Miguel de Sucumbíos no son ni pro heraldos ni pro carismáticos. También se ha dicho que son pro Opus Dei. Solo falta decir que son de Lefebre o que cayeron de un anillo de Saturno….

Los sacerdotes diocesanos enviados a Sucumbíos son simplemente sacerdotes católicos; les estamos muy agradecidos.

Los sacerdotes de isamis no son tan “católicos” que digamos y son groseramente anti heraldos, anti carismáticos y anti Opus Dei. Los hermanos heraldos, carismáticos y Opus Dei son fuerzas vivas de la Iglesia ecuatoriana y universal. Los de Isamis, simplemente no.

Pero, atención: no se trata de apoyar a unos y combatir a otros, dividiendo. Se trata de vivir en Sucumbíos la fe en libertad, paz y concordia. La libertad, la paz y la concordia que violaron los de Isamis al pretender imponerse en Puerto Aguarico contra la voluntad de la comunidad, y al dar después su versión orientada de los hechos.

Firman su “Pronunciamiento” las Comunidades Eclesiales de Base del Ecuador.

Esta aclaración la firmamos “seguidores” (entre comillas) de los heraldos y de los carismáticos de Sucumbíos. Y quedamos mano a mano.

Pero no con las manos cerradas en puño o blandiendo un garrote sino con las manos puestas en oración a Dios y abiertas al hermano.

Veamos el artículo del cual hemos comentado:
“Aparecerán falsos profetas que engañarán a mucha gente, tanto será la maldad que el amor se enfriará en muchos, pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará”. (Mateo 24, 11-13)

Expresamos nuestro sentir enérgico de repudio y rechazo,  ante las agresiones  de intento de linchamiento mediante  el azuzamiento y provocación por parte de los “seguidores” de los Heraldos y carismáticos para que los moradores  y adolescentes de la comunidad del Aguarico cometan este actuar de violencia en contra de nuestros hermanos sacerdotes: Padre Pablo Torres, padre Edgar Pinos, diácono Amable Aguirre y mas ministerios de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos-ISAMIS.

Razón por la cual denunciamos estos atropellos que atentaron en contra de los derechos humanos y de la vida de nuestros hermanos, con estas acciones agreden también directamente a la identidad y proceso de ISAMIS, además es reprochable su actuar ya que siguen haciendo daño a la niñez y juventud, contribuyendo con la división familiar y del pueblo sucumbiense  provocando el ejercicio de la violencia entre la población.

Las CEBs NACIONAL nos solidarizamos con las comunidades y organizaciones de ISAMIS, iglesia viva, y con el Obispo Paolo Mieto  que ante los hechos suscitados  también corre el riesgo de ser víctima de éste tipo de agresiones.

Denunciamos  ante el pueblo Ecuatoriano y Latinoamericano éstos maliciosos hechos  de violencia y responsabilizamos  a éstos  grupos de cualquier agresión a la integridad física y/o atentado a la vida de los hermanos y hermanas  de ISAMIS.

Hacemos un llamado, a las autoridades civiles locales y nacionales para que se realicen las investigaciones necesarias del caso para encontrar a los autores intelectuales, incitadores, cómplices y encubridores de este intento de linchamiento.

Hacemos un llamado, a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana a retirar a los sacerdotes pro Heraldos del Vicariato de Sucumbíos por ser elementos que promueven la división y la intolerancia en la comunidad cristiana en una clara actitud antievangélica. 

Nos mantenemos atentos y vigilantes a los hechos que se susciten en contra de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos-ISAMIS.

COMUNIDADES  ECLESIALES DE BASE DEL ECUADOR

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