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lunes, 13 de junio de 2016

Las hermanas de Loreto, llamadas a capítulo a Roma acusadas de ambigüedad


Las religiosas norteamericanas tendrán que explicar "algunas áreas preocupantes de su actuación"
Religión Digital, 13 de junio de 2016 a las 15:14

Se las acusa de ambigüedad respecto a algunas enseñanzas de la Iglesia y de su manera de vivir la vida religiosa
(Isabel Gómez Acebo).- La Sagrada Congregación para la Vida Religiosa, mediante una carta del cardenal João Braz de Aviz, ha llamado a Roma a la superiora de una de las mayores órdenes de religiosas estadounidenses, las hermanas de Loreto, para que informara "de algunas áreas preocupantes de su actuación".

Se las acusa de ambigüedad respecto a algunas enseñanzas de la Iglesia y de su manera de vivir la vida religiosa. Ha sido a raíz de la investigación que se ha llevado desde el año 2008 a muchas congregaciones americanas y que terminó con un escrito donde se expresaban las conclusiones.

La hermana Pearl McGivney ha mandado una carta a todas sus comunidades donde asegura que contestaron con sinceridad a las personas que entrevistaron a 90 monjas de su orden en el año 2010 y que éstas nunca mostraron preocupación por las respuestas que recibían. Ahora seis años después, aparecen las preguntas a las que tiene que responder el 18 de octubre, lo que asume como una oportunidad de mostrar su fidelidad responsable a la Iglesia y al papado:

1 - Su manera de promover la vida comunitaria y espiritual en la congregación a la luz de la definición de la que supone para la Iglesia la vida religiosa apostólica
2 - Una cierta ambigüedad en la que se refiere a la adhesión de algunas áreas morales y de la doctrina de la Iglesia
3 - La política de la congregación respecto a los miembros de la comunidad que mantienen posturas que no siguen la enseñanza moral de la Iglesia o sus prácticas litúrgicas.


Parece ser que les preocupa el sistema de aceptar a laicos como "comiembros" y algunas normas de incorporación a los diversos institutos de la orden donde no quedan claras las fronteras entre las religiosas y los laicos.

La falta de vocaciones ha hecho que las hermanas de Loreto hayan buscado la suma de los laicos a su congregación y los describen como "mujeres y varones de distintas tradiciones religiosas que viven el espíritu y la misión de Loreto a través de un compromiso individual". Aunque no hacen votos participan con su tiempo y talento a la misión. También asegura la hermana McGivney que a partir del concilio adoptaron una nueva forma de entender su vocación.

McGivney se va a reunir con su ejecutiva uno de estos día para diseñar los pasos a dar que incluirán reuniones regionales para discutir el asunto y recoger el parecer de la mayoría de las hermanas. Pero parece que la estrategia a seguir será acorde con la filosofía que las hermanas expresan en su página web: "Estamos al pie de la cruz e intentamos acercar el espíritu sanador de Dios a nuestro mundo para mejorar a todos los que sufren injusticia, opresión y privación de su dignidad".

El tema preocupa a otras muchas órdenes en los Estados Unidos pues pensaban que la investigación a sus comunidades había quedado resuelta pero parece que no es así.


-        La manera de promover la vida comunitaria

-        La ambigüedad en materia moral

-        Las prácticas litúrgicas

-        La equiparación de los laicos a la comunidad religiosa…

Todo eso han sido prácticas isamíticas bien conocidas.

Probablemente los restos mortales de Isamis no serán llamados a Roma porque ya son una realidad casi inexistente. Con anterioridad, Roma vino a Sucumbíos en las personas del Visitador Apostólico y del Administrador Apostólico con sus misioneros. Pero no quisieron someterse al dulce yugo de la cruz de Cristo y optaron por la rebelión. Así les fue.

Los carmelitas isamitas ya no están en Sucumbíos y sus mentores Mons. Gonzalo y el P. Jesús pasaron a mejor vida… Del cáncer, nos queda aún la metástasis de tres o cuatro “diocesanos” y de algunos más, religiosos/as y laicos.

¿Cómo tratar esa metástasis? ¿Con bisturí? ¿Con quimio? ¿Dejar el curso natural de la enfermedad y esperar el fin? La cosa no está fácil para Mons. Celmo que, además, es demasiado amigo de la indefinición…


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