Nos llegó esta carta que nuestro blog no está en condiciones de contestar, mas bien pedimos a ISAMIS que se digne responder. Los hechos no son novedad, ya que todo lo que está comentado en esta carta es conocido por el común de la gente en Lago Agrio:
Los isamitas hasta ahora no responden a la acusación que les está haciendo el pueblo de Sucumbíos sobre el mal manejo de fondos en su administración de 40 años.
Son los dineros de los 11 del Putumayo; la terminación de la Catedral de Lago Agrio; y nos llegan a oídos otras irregularidades, por ejemplo, una partida venida del exterior hace un tiempo, hecho por una o varias fundaciones, cuyo monto asciende a nada más y nada menos que ¡¡7 millones de dólares!! No hay ningún recibo, facturas, nada de nada. ¿Isamis estará dispuesta a una fiscalización hecha por entidades idóneas no gubernamentales?
No podemos desconocer que ellos también hicieron obra visible como han sido algunos centros de enseñanza, construcciones para fundaciones de ayuda social, etc., pero eso mismo hacen también ciertos individuos y organizaciones que actúan al margen de la ley y tratan de “lavarse la cara” ante la opinión pública.
A esto se suma las innumerables fundaciones que dependen de la “Federación de mujeres de Sucumbíos”, entre otras, que no tienen su legalización debida y que a su tiempo sirvieron y algunas sirven de traspaso de dineros que nadie sabe a dónde van ni de dónde vienen… Dentro de este ámbito cuántos personajes han pasado de criminales abyectos a “ciudadanos honrados”.
¡Ay pobres, pobres, pobres! ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!
Frente a esta problemática, es notable que varios isamitas de base se han apartado, dejando al edificio tambaleando. Hoy ya no tienen la fuerza de hace un año, y peor la de hace 40 años. Como dice la Palabra, “todo edificio construido sobre arena no resistirá las tormentas, etc”, y en cambio la Iglesia Católica ha resistido y sigue resistiendo porque está construida sobre la roca firme de Pedro.
Es probable que los isamitas de “cúpula” estén preparando la retirada, si es que ya no lo están haciendo, y todo dependería de la “maniobra” que Monseñor Gonzalo López mandó hacer a través del asambleísta Armando Aguilar para llevar el asunto Catedral a la “brillante” asamblea que tenemos. Ahora los burros tienen más crédito que la asamblea. Y es probable también que quieran “traumatizar” Sucumbíos con alguna jugarreta que levante una cortina de humo sobre el escándalo que a ellos apunta, quien sabe con el asunto “Chevron”. ¿O habrá otro que no sabemos?
Ya se cuentan dos intentos de asesinato de parte de los isamitas a sacerdotes que están colaborando con este Vicariato, se tratan del Padre Gabriel Prandi y Pablo Silva. A los dos les han dañado intencionalmente el vehículo para que se accidenten “sin que nadie sepa por qué”… Cobardía, robo, placer, crimen, sodomía, etc., todo se junta en Isamis.
Pablo Torres amenazó con irse a Roma, supuestamente obedeciendo a la Iglesia Católica, sin embargo está ahí frente a la Iglesia que secuestró sin saber que va a pasar, y allí se nota aún más la debilidad isamita.
Alguien dijo: “se confiaron demasiado”, afirmación que no está lejos de la verdad. Ahora Dios les está pagando con la sopa de su propia cocina. Ellos aplastaron implacablemente a todos sus enemigos cuando gobernaban de forma despótica y dictatorial y todo esto se les revirtió.
Lo más sensato es que Isamis con humildad reconozca sus numerosos errores, pidan perdón al pueblo, a la Iglesia Católica, vuelvan a ella y reparen con sinceridad sus innumerables delitos. Todavía están a tiempo.
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