Fernando Falconí Calles
En la hermana República Argentina, la mayoría se
pronunció a favor del neoliberal Mauricio Macri. Para concretar este triunfo
intervinieron varios insumos: en primer lugar, los medios privados que
–desempeñando un rol político clave– fabricaron matrices de opinión para
desprestigiar sistemáticamente la gestión de gobierno y, al mismo tiempo,
favorecer la imagen de Macri. Oposición mediática encabezada por el grupo
Clarín, que logró bloquear la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
desde 2010 en que fue reglamentada hasta la presente fecha.
En segundo lugar, se comprueba –una vez más– la
fragilidad de la memoria colectiva. En efecto, la mayoría olvidó que, para
imponer el modelo neoliberal, las sucesivas dictaduras militares reprimieron
duramente; el saldo trágico fue de 30.000 muertos, entre asesinados y
desaparecidos. La mayoría olvidó a los autores, cómplices y encubridores del
‘corralito’ y el ‘corralón’. Período doloroso, de profunda inestabilidad
política y social. Desfilaron varios presidentes neoliberales: Menem, De la
Rúa, Rodríguez, Duhalde. En esta triste etapa de la historia argentina, se
produjeron disminuciones sustanciales de los salarios de trabajadores y
jubilados. El 18,3% de la Población Económicamente Activa estaba desocupada; el
16,5% se encontraba subocupada; la deuda pública ascendía a 132.000 millones de
dólares. Caos total. En los barrios más pobres se inventaron las ‘ollas
populares’ para que la gente pudiera engañar al estómago con lo poco que cada
vecino podía aportar. En aquella dramática época, perros y gatos callejeros
desaparecieron por acción de los magos neoliberales.
Un tercer insumo tiene que ver con la campaña
electoral. El nombre del movimiento fue muy bien escogido: Cambiemos. Se
ofreció el oro y el moro; los cantos de sirena se multiplicaron; el principal
ofrecimiento fue que en Argentina (al final del período, se supone) “no habrá
un solo pobre”. No obstante, la historia de la humanidad contradice la oferta
de Macri, puesto que a los regímenes neoliberales los pobres les importan un
comino: para las élites, bienestar; para los pobres, sufrimiento. Eso es todo. Las
inequidades crecen geométricamente. Es la razón de ser de la derecha aquí, allá
y en todas partes.
La ley establece que “al tomar posesión de su cargo
el presidente y vicepresidente prestarán juramento, en manos del presidente del
Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea”. Sin embargo, el nuevo
caprichito de Macri es que la banda presidencial y el bastón de mando se lo
entreguen en la Casa Rosada. En conversación telefónica con Cristina Fernández,
hace pocos días, los decibelios del candidato ganador se elevaron hasta
transformarse en ruido y grosería. Al parecer, se olvidó de que se estaba
comunicando con una dama. El asunto es que en la hermana República Argentina,
el 10 de diciembre de 2015, existieron tres presidentes durante 12 horas. La
prepotencia es otra de las características de los gobiernos de derecha.
Una cosa es la campaña electoral y otra la gestión
de gobierno; al iniciar la segunda, los neoliberales suelen guardar en caja
fuerte las mentiras y los disfraces que utilizaron hasta alcanzar el poder.
¿Qué hará Macri para
cumplir con su principal oferta de campaña? Al final del período lo podremos
comprobar: entre muy poco y nada.
http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/la-derecha-regresa-a-la-argentina.html
¡Qué miseria, los columnistas de El
Telégrafo!…
Parece que con el Padre Pedro Pierre compiten
en deshonestidad otros columnistas de cierto periódico “no privado”…
El apriorismo ideológico y el profundo malestar
de un tal Fernando Falconi ante el resultado de las urnas en Argentina son
patentes. Como los isamitas: ellos, solo ellos y nadie más que ellos.
Opina sobre lo que no conoce con aires de
dictar cátedra. Veamos.
Dice que en argentina ganó la derecha por las
siguientes razones:
1.-
Por la campaña pro Macri de los medios privados; como si los medios privados
fueran la voz del diablo, y solo los medios oficiales, como El Telégrafo,
poseyeran el carisma de la infalibilidad. Así son los defensores de la libertad
de expresión…
2.-Por
la falta de memoria colectiva. Ni más ni menos, el articulista atribuye la
desaparición de 30.000 personas y los excesos de los gobiernos militares a las
ideas dichas liberales. Castro y Chávez también fueron militares y arruinaron a
sus países con muertos y desaparecidos e impusieron la pobreza a sus países.
Eso, evidentemente, no le preocupa en lo más mínimo a Falconi. “En aquella dramática época –dice-
perros y gatos callejeros desaparecieron por acción de los magos
neoliberales”. ¿El señor Falconi se ríe de la gente?
En Rusia soviética o en la Cuba comunista,
tal era el hambre que ni siquiera hubo “ollas populares” para paliar la
situación.
Habría que comprobar si realmente en
Argentina se pagó la deuda pública, como proclaman los derrotados. ¡Pero el
problema es que las arcas están totalmente vacías! y los haberes… ¿en que los
bolsillos?
3.-Otra
razón del triunfo de Macri: el simpático nombre de su partido político Cambiemos habría conquistado a un
electorado idiota. Infórmese mejor Señor Falconi de lo que pasa en casa ajena y
no “argumente” con infantilidades.
La presidenta saliente no solo robó y se
enriqueció vergonzosamente (¿no sabe de eso el Sr. Falconi?) sino que llego a
declarar que la pobreza no existe en Argentina por obra de su gestión, y que en
Alemania había más pobres que en Argentina. Eso hizo reír al mundo entero. Idiota
no fue el electorado que votó a Cambiemos sino la que fue oportunamente defenestrada
y los corifeos que hoy se lamentan.
Cuanto a su último párrafo sobre lo que
establece la ley sobre la toma de posesión de un presidente, el pobre Falconi
desrazona horriblemente. Una cosa es la jura y otra cosa es la recepción de la
banda y del bastón. Que se informe de cómo son las cosas allá y que después
dicte cátedra.
Sobre la conversación telefónica entre Macri
y Cristina, se ve que las escuchas de Falconi (que serían ilegales) no funcionaron.
Resulta que una “dama” pretenciosa quiso pasar por encima de la ley como ya lo
había hecho ella y, antes, su difunto marido –que se informe bien el tal
Falconi; La entrega de los atributos presidenciales siempre se realizó en la
Casa Rosada. La fábula de una pobre mujer ofendida es un invento del gobierno
saliente que por ser tan idiota, el gobierno entrante ni se encargó de refutar.
La malcriada expresidenta no asistió a los
actos a los que su posición le exigía y declaró con aires de pasmosa
suficiencia “no pude ver nada de la asunción de Macri”. En eso se ve lo
resentida que está y el interés que tiene por su país.
Además de pésimo columnista, Falconi se
considera profeta: “¿Qué hará Macri para
cumplir con su principal oferta de campaña? Al final del período lo podremos
comprobar: entre muy poco y nada”.
Maduro, a pesar de podrido, reconoció su
derrota. Éste columnista idiota, augura la derrota para un país hermano, con lo
que se muestra, además, nada gentil.
Como se ve, el Padre Pedro Pierre tiene
émulos entre los columnistas de El Telégrafo. Por ahí hay otro que escribió el
mismo día que Falconi un artículo llamado: “La Economía derrota al chavismo”.
Suprema estupidez. El verdadero título debería ser: “El chavismo derrota a la
economía”, es decir, destruye la promoción y siembra la miseria…
El apriorismo ideológico niega la evidencia y
embrutece la mente. ¡Menudos columnistas estos de El Telégrafo, torcidos (hacia
la izquierda) como la torre de Pisa aunque sin nada su belleza!
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