"En nuestra iglesia, una
celebración con muchos motivos"
Vamos a lo esencial:Hablan en nombre de “nuestra iglesia de Sucumbíos”, se arrogan la propiedad de esta iglesia, siendo que ellos fueron una iglesia paralela que fue oportunamente desactivada por la Santa Sede. La Iglesia de Sucumbíos es la del Vicariato Apostólico de la cual es Obispo Monseñor Celmo (y no el pastor Edgar Pinos)
Comienzan su artículo citando al Concilio, a
la fiesta de la Inmaculada Concepción, al Jubileo de la Misericordia, a la
Puerta Santa, al papa Francisco, a Juan XXIII… toda una cortina de humo para
vomitar su pestífera profesión socio política y religiosa: la de la “Iglesia
Comunidad de Comunidades comprometida en la construcción del Reino”, una utopía
fracasada que, hay que reconocerlo, está bien ilustrada por fotos publicadas en
el artículo:
1.- una Cruz tirada irreverentemente en el
suelo y envuelta en paños de colores no litúrgicos. Dos niñas juegan a su lado,
otra mira con cara de aburrimiento y una cuarta duerme sobre un banco de la
iglesia. La escena es en el Divino Niño, el feudo de la familia Torres.
2.- Dicen que se reunieron “más de un centenar”
de personas. ¿Solo eso es lo que queda de Isamis en Lago Agrio después de 40
años de construcción del reino? En todo caso en la foto se pueden contar apenas
unas cuarenta personas… además, ¿quién garantiza que estos falsificadores no
hayan hecho un trabajo de Photoshop y de diez o veinte presencias, nos venden
40 en la foto y más de 100 en el texto?
3.- Dicen que “unas laicas” celebraron una
liturgia de la palabra, mientras que el pastor Pinos, con ropa burguesa (parece
un viejito jubilado) dirige unas palabras con un micrófono, con cara de
amargado (fue siempre su cara). ¡Qué tristeza!: pudiendo celebrar una
Eucaristía (no creen ni valoran la Misa, son cosas de una iglesia
sacramentalista y clerical…), Pinos se dedica a arengar a los presentes, que
son los restos mortales de Isamis, y “unas laicas” a dirigir la tal celebración.
Parece una sátira inventada por el infierno: el “sacerdote” fuera de su lugar y
las mujeres, también fuera de su lugar. Y todo eso… para celebrar 50 años del
Concilio y los documentos de Medellín ¡De la que nos libramos!
4.- En conformidad con su deshonestidad
habitual, citan un documento de Medellín y lo adulteran (aunque ligeramente),
agregando algo que favorece a su ideología (que diríamos “de género”): “Como Pastores, con una responsabilidad
común, queremos comprometernos con la vida de todos nuestros pueblos en la
búsqueda angustiosa de soluciones adecuadas para sus múltiples problemas.
Nuestra misión es contribuir a la promoción integral del hombre (y de la mujer) y de las
comunidades del continente”. “Y de la mujer” es de su cosecha, lo meten en
el texto oficial como haciendo parte del documento. Son ellos! Adulteran los textos, adulteran
las fotos, adulteran la Iglesia!
5.- En fin, todo el panfleto es jactancioso y
repetitivo. Es lo de siempre, agravado por la testarudez de no reconocer su
fracaso. Terminan su nota diciendo: “Por
eso la opción de ISAMIS de renovarse y relanzarse como Iglesia Comunidad de
Comunidades comprometida en la construcción del Reino, tiene más vigencia que
nunca pues se inscribe dentro de ese mismo Espíritu. Ha sonado el jobel. Es
jubileo. ¡Es tiempo de gracia y misericordia!”
Es verdad que es tiempo de gracia y de
misericordia, sí, pero no olvidar que para beneficiarse de la misericordia hay
que renunciar al pecado y hacer un propósito de enmienda. Sino, la misericordia
es estéril, pues para recibirla hay que acogerla, ya que Dios respeta la
libertad de cada persona.
Bien dicen que “Isamis debe renovarse y relanzarse (…)”. En otras palabras: Isamis
debe dejar de aparentar que existe, y terminar de desaparecer.
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