“Evangelizadoras de los Apóstoles” es el
equívoco título de un blog feminista antieclesial. Entre sus enlaces y blogs
afines figuran preciosidades como “Asociación católica Romana de Mujeres
Presbíteras”, “Foro de Curas de Byzkaya”, “Partenia”, “Redes Cristianas”, “Lupa
Protestante”, “Revolución matriarcal”, “Teresa Forcades”, etc. Curioso es que no aparece Isamis, tan de capa
caída está la reputación de esa secta.
El 5 de marzo de 2014 -parece ser que por
ocasión del día internacional de la mujer- “Evangelizadoras de los Apóstoles”
publicó una entrevista a Susana Alonso, la monja teresiana española de Puerto
Libre, una de las cabezas de la rebelión isamítica de los últimos tiempos. Es
sintomático que le den un espacio en ese blog tan contrario a la Iglesia
Católica.
Alonso habla de su “proyecto” vivido en
Puerto Libre. Dice: “El proyecto era muy
bonito: un proyecto intercongregacional, también se pensaba en un equipo mixto
formado por sacerdotes, nosotras- hermanas de la Compañía- y laicas/os”.
Bonito… pero muy promiscuo. Para quien conoce la realidad de lo que fue Puerto
Libre, no puede más que lamentar que frailes carmelitas y monjas teresianas,
vivan bajo el mismo techo, como puede suceder en una vulgar ONG o en una empresa
comercial. ¿Y la obediencia religiosa? ¿Y los compromisos de castidad? Porque
no nos digan que están tan “espiritualizados” que no tienen el aguijón de la
carne… o, entonces, que fueron concebidos sin pecado original.
La explicación es simple: se trata de una
nueva religión diferente del carisma carmelita o teresiano. La misma hermana
Susana Alonso lo declara: “A partir de
septiembre del 2006, mi vida dio un giro, un cambio radical: fui a formar parte
de una experiencia que iniciaba la Compañía en Ecuador, en una provincia que
hace frontera con Colombia, Sucumbíos. Una provincia amazónica, con una Iglesia
formada por Comunidades Eclesiales de Base”.
¿Un cambio radical en su llamado de
religiosa? Sí, así lo explica: “Esta
experiencia, me ha cambiado la manera de leer la Palabra de Dios, de seguir a
Jesús, de ser Teresiana, de ser mujer (…)”. Parece que cuando hizo sus
votos y profesión de monja teresiana tenía una concepción de la Palabra de
Dios, de Jesús, de su congregación; y en Sucumbíos cambió radicalmente y pasó a
pensar y a actuar de manera diferente…
En sus declaraciones, después de criticar a
los Heraldos, al Delegado Pontificio, a Monseñor Mietto, al Camino
neocatecumenal, a Comunión y Liberación, a los Carismáticos, a los sacerdotes
misioneros enviados, (¡no perdona a
nadie!) reconoce que hubo un conflicto y que actualmente persiste. Y se
lamenta: “Al desaparecer un tipo de
Iglesia que se compromete de esta manera, pues es campo de nadie”. O sea,
que ella quiere una comunidad teledirigida por isamis, donde las personas no
puedan disentir ni expresarse. Nadie puede ocupar el lugar que conquistaron. Lo
que no es Isamis es equivalente a “nada”…
Como garantía para defender sus posturas,
después de criticar –como vimos- a medio mundo, dice que el gobierno
ecuatoriano “ha reconocido mucho a esta iglesia”… Menos mal que no le preguntó
la opinión sobre ese “proyecto” a Fernando Lugo o a Nicolás Maduro, pues ahí se
les derrumba lo poco que les queda de prestigio.
Nos dice en sus declaraciones que el
conflicto vino “de afuera”, como si
en Sucumbíos todos fuesen paisanos y unidos. Pero no deja de reconocer que
entre las “religiosas” que le acompañan las hay de Nicaragua, de España, de Colombia,
de Paraguay… y ni una de Ecuador! (Bueno, no tienen la culpa, más bien eso
honra al Ecuador).
Declara que “Estamos afiliadas a la Federación de mujeres de Sucumbíos que nació
hace más de veinte años al amparo de la Iglesia con las primeras misioneras que
fueron trabajando con las mujeres, pero ahora es una organización civil que une
todas las religiones y culturas, porque no discrimina por razón religiosa ni de
etnia”. Muy peculiar que una teresiana esté afiliada a esta organización de
lobby político y feminista…
A la pregunta “¿Cómo ves el futuro de este proyecto?” Alonso responde: “El futuro lo siento como en las manos de
Dios”. Lo que no quiere decir estrictamente nada, pues todo está en las
manos de Dios, y aunque no lo sintamos… El futuro del proyecto está no solo está
comprometido sino en franca debacle por el testimonio lamentable de monjas como
esta y como las anas, lauras y magdalenas.
Quien quiera leer toda la entrevista de
Susana Alonso puede entrar en: http://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com/2014/03/05/un-lugar-de-paz-y-de-esperanza-para-la-iglesia-de-sucumbios-ecuador/
No se asunten al entrar al ver el rostro de
una monja con aspecto de bruja. Literalmente. O de solterona, como diría el
papa Francisco. Si vistiese un hábito religioso parecería mucho más respetable
y probablemente menos fea.
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