El blog Religión
Digital/Información Religiosa publica un artículo de Enrique Ayala Mora al
que titulan “Cambio de Nuncio en Ecuador”. En realidad es el mismo
controvertido artículo que publicó nuestro activista socialista en El Comercio
con el título “Cambio eclesiástico”, artículo que suscitó críticas de los
católicos y que le valió al Nuncio un acto de desagravio por parte de la
Conferencia Episcopal. Como se sabe, Ayala Mora basurea al Nuncio del Papa
Francisco llamándolo de machista, déspota, intolerante y grosero. ¡Qué nivel de
cultura tendrá este profesor universitario para tratar así a un diplomático de
brillante carrera!
Como
se ve, Religión Digital da un paso adelante en materia de desinformación y
cambia la palabra “eclesiástico” por “Nuncio”. Y da a entender a sus lectores
que el actual Nuncio sale de sus funciones. Y no es así, todo lo contrario.
Otro
blog isamita que tiene el resentido nombre de Iglesia de a pie y responde a la referencia http://sucumbiosecuadorpaz.blogspot.com/ hace más de un año atrás,
en enero de 2013, proclamó imprudentemente “entonamos
un canto de júbilo al saber que el infausto nuncio Guido Ottonello deja ya
nuestro Ecuador”. Burda mentira, pues el Nuncio no dejó ni sus funciones ni
dejó el Ecuador.
En
ese blog llaman al Nuncio de “sórdido,
horrible personaje, histérico, moderno
inquisidor, Herodes redivivo, manipulador manipulado, embajador de conflictos,
gestor de divisiones, embaucador de incautos, serpiente ponzoñosa, lagarto de
pantano, maestro de la insidia, digno heredero de Judas Iscariote”, etc. ¿No
es risible y demasiado exagerado para ser verdadero? Claro que sí.
La
realidad es muy otra: tal es la eficacia de la gestión del hábil diplomático que,
contrariamente a lo que sucede a otros Nuncios Apostólicos que duran una media
de seis años, Monseñor Ottonello va a cumplir diez años en sus funciones. Lo
que significa que la Santa Sede valora su labor, como la valora la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana y los católicos de nuestro país, especialmente los de la
provincia de Sucumbíos.
Además,
como publicamos oportunamente en este blog, Vatican Insider en julio del año pasado, noticiaba que Mons.
Ottonello tenía chances de ser nombrado Secretario de Estado por Francisco.
Esto aterró a los isamitas.
También
en España, los católicos de izquierdas, disidentes y rebeldes a la jerarquía de
la Iglesia (La asociación de teólogos Juan XXXIII, Redes Cristianas, Atrio, Tamayo,
Pagola y esas hierbas) vienen proclamando desde hace más de un año que el
Cardenal Antonio Rouco Varela está dejando la Arquidiócesis de Madrid,
prácticamente expulsado por Francisco.
Pero
la verdad es totalmente diferente. El Cardenal Rouco tiene 78 años y, aunque
presentó su renuncia hace más de tres años como lo manda el Derecho Canónico,
la Santa Sede lo mantiene en su cargo por su competencia y buena labor
pastoral.
Es
que los isamitas no estarán contentos hasta que Edgar Pinos se siente en el trono
de San Pedro y se “descanonice” a Escribá de Balaguer y a Juan Pablo II.
Mientras tanto, todo vale para desestabilizar la situación.
Es
claro que se acerca la fecha en que el Cardenal Rouco y el Arzobispo Ottonello
dejarán sus funciones, pues la edad no perdona y además ellos no pretenden
apegarse al poder como lo hacen los Castro, Maduros u Ortegas. Ese día, el día
que se vayan, los isamitas eufóricos brindarán, bailarán y gritarán victoria.
Pero será una celebración hueca, como las que hacen en todas sus “vigilias”, ya
sean las permanentes, las intermitentes o las inexistentes.
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