Páginas

jueves, 17 de octubre de 2013

El virus isamita sigue infectando, ahora fuera de la provincia de Sucumbíos.

Un encuentro sobre Teología indígena está siendo realizado en la Diócesis de Lacatunga. Es una iniciativa de tipo isamita. Veamos:

Alcides  Catota, vicario de la pastoral indígena y quien se autodefine como sacerdote indígena panzaleo, comentó que el objetivo de la reunión es compartir experiencias teológicas con los participantes”. Compartir experiencias teológicas significa renunciar a la integridad de la fe católica, aguarla y ponerla a la “altura” de los mitos y barbarie propios de los indígenas que no han recibido las aguas del bautismo o que, habiéndolas recibido, no son fieles a los compromisos que éste implica.


Estamos convencidos de que no hay pueblos inferiores, sino culturas diferentes. Esta experiencia servirá para el fortalecimiento de la fe, pues los asistentes están convencidos de que no son idólatras, pues rinden culto a varios elementos de la naturaleza, pero estos son únicamente medios para alabar a Dios”, expresó Pedro Casa, párroco de Pujilí y coorganizador del evento. El papa Francisco truena contra la idolatría, pero en Lacatunga se alaba a Dios de una manera muy singular rindiendo culto a los elementos de la naturaleza y fuera del verdadero culto Eucarístico y de los demás sacramentos.

El primer momento de reflexión giró en torno al shuk shunkulla (un mismo sentir), en el que analizaron sobre las amenazas contra la Madre Tierra y se escucharon los sufrimientos y gozos de los pueblos, sus esperanzas y sus luchas.
La mañana del miércoles 16 centraron su reflexión en torno al shuk yuyaylla (un mismo pensar), tema que les permitió profundizar desde la sabiduría de los pueblos indios, sus mitos, ritos y relatos, en las propuestas de armonía y comunión con Dios, con la Madre Tierra y con toda la humanidad que tienen los pueblos, confrontándolas con la propuesta cristiana de vida plena.
El tercer momento de reflexión se detendrá en el shuk makilla (un mismo actuar) en que formularán los compromisos que favorezcan proyectos concretos que construyan un futuro diferente a hagan crecer la esperanza en los pueblos originarios de todo el mundo. Si hasta parece el “ver, juzgar y actuar” de las asambleas de isamis.

¡Qué lejos estamos de los buenos tiempos de las misiones, cuando se evangelizaba, se plantaba una cruz, y se regeneraban con la gracia de Dios las comunidades rurales y urbanas!

El padre Alcides Catota, Vicario de Pastoral Indígena de la Diócesis de Latacunga, y coordinador de este encuentro expresó que se espera afianzar el compromiso de trabajar más cerca a los pueblos indígenas y que los agentes de pastoral y servidores de la Iglesia estén más comprometidos para construir una Iglesia con identidad, rostro, pensamiento propio, con ministerialidad y teología propia”. ¡Acaso no es esto el pensar de ISAMIS? “Iglesia propia, ministerialidad (¡?) y teología propia…”. Es lo mismo.

En la ocasión, mujeres amazónicas caminan por la vida (no es una manifestación anti-aborto…). También se protesta contra Chevron y la explotación del petróleo en el Yasuni; curiosa “teología”.

Pero lo que más hace pensar en maquinaciones isamíticas es la información que se ofrece sobre este encuentro:

El Telégrafo de Guayaquil, órgano partidario y pro gubernamental, http://www.telegrafo.com.ec/regionales/regional-centro/item/indigenas-se-convocan-para-hablar-de-teologia.html nos dice que el evento es organizado por la Diócesis de Lacatunga y que aproximadamente participan 2.000 personas de las 24 provincias del país y de 10 naciones del continente”. ¡Un éxito!... aparente. Porque otro órgano de información, El Observador de la Actualidad, de orientación católica, http://elobservadorenlinea.com/2013/10/realizan-encuentro-continental-de-teologia-india/ noticia que este encuentro es organizado por la Articulación Ecuménica Latinoamericana de Pastoral Indígena (AELAPI) y que son solo 250 participantes, de 15 países latinoamericanos.

Los datos no coinciden, se contradicen. Es que mienten, mienten y mienten, como buenos hijos del padre de la mentira. Y la peor contradicción es la que se hace al Evangelio de Jesucristo al silenciarlo y/o deformarlo.

¿No es acaso sintomático que en Lago Agrio no haya una estatua del arcángel San Miguel, patrono de nuestro Vicariato? (Hasta el Papa Francisco inauguró una enorme estatua de San Miguel en los jardines del minúsculo Estado del Vaticano) ¿y que haya tenido que salir la administración de Isamis de Sucumbíos para concluir y utilizar la Catedral? Es que los de isamis han “compartido experiencias”, no han evangelizado ni cristianizado al pueblo. Han estado más preocupados con la diosa Pachamama y el sumak kawsay (Buen Vivir) que con la Madre Iglesia y el estado de gracia de la gente.

Ahora ese virus maléfico contamina en Lacatunga. Que la Virgen de las Mercedes, proteja y libere a Lacatunga de esos males, como la Virgencita del Cisne nos protegió y nos liberó a nosotros.





No hay comentarios:

Publicar un comentario