Signos

El blog isamis1012 publica una nota ilustrada con fotografías del III Festival Cultural Juvenil.

Hay que decir que el cartel con las dos imágenes que encabeza el artículo no es nada feliz: una imagen es de un conjunto de gente proletaria -no tan joven- en posición de huelga o rebelión, y la otra, de un grupo de jóvenes de tipo hippie-punk, algunos vestidos indecentemente y con caras de frustrados. ¿Eso es una referencia para nuestros jóvenes???

El resto de las fotografías son significativas de la caída libre en que está actualmente la mentalidad isamita en nuestro Vicariato. Cuatro signos en ese sentido:

a) Vemos al Obispo Celmo muy a gusto con los jóvenes, y a los jóvenes muy a gusto con él. No se ve ningún clérigo isamita (Pinos, Torres, Uska, brillan por su ausencia, al menos en las fotos).

b) Otro dato revelador es que la manta con el anuncio del evento no dice “Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (Isamis)” sino “Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos”… ¡como debe ser!

c) No se ven en las fotos que publican danzas indígenas con “ropas” sumarias…o sin ropas, como le encanta a los de Isamis. Hay, en cambio, una foto de una simpática danza folclórica.

d) En el salón que fungió de catedral en la época de Isamis, se constata que permanece el bello cuadro de la Anunciación de Fray Angélico que pusieron los heraldistas. Por supuesto que la pintura horrible de aquel árbol tétrico en cuyo tronco estaba el rostro del Obispo Gonzalo López, pasó a retiro…

Son signos. Signos de los tiempos.

A  continuación la nota del blog de isamis:

La alegría del Evangelio: III Festival Cultural Juvenil

En el espíritu que produce la alegría del Evangelio en este tiempo pascual y la significativa canonización de los Papas Juan XXIII y de Juan Pablo II, el pasado 27 de abril celebramos el III Festival Cultural Juvenil como alternativa a una sociedad en crisis, expresión de unidad y diversidad.  El lugar, la Catedral y salones de Lago Agrio.

Todas las actividades estuvieron encaminadas a fortalecer los vínculos, identidad y diversidad de los y las jóvenes de la Iglesia. Desde la mañana fueron llegando jóvenes de todos los lugares de la provincia y participaron en distintas actividades: danza, mimos, música, dinámicas de interacción, etc. También se contó con la presencia de distintos ministerios, comunidades cristianas y movimientos eclesiales. La presencia de Mons. Celmo reflejó la cercanía y esperanza de una Iglesia que camina con los jóvenes.

Durante todo el encuentro hicimos aprendizajes desde experiencias comunes: el aprecio por la propia cultura e identidad, el valor de la participación y la expresión de la fe compartida, la alegría del encuentro y el compartir la comida… Todo dejaba al descubierto un trabajo hecho en equipo con dedicación y pendiente de los detalles y atenciones. Lo más interesante fue que quienes llevaban el encuentro eran los y las propias jóvenes. Su protagonismo, su palabra, su manera de expresión estaba afirmando que los cambios sociales y eclesiales implicarán recuperar y visibilizar el mundo de los y las jóvenes.  

La jornada concluyó en un clima de serenidad, alegría compartida y fiesta con la entrega de diplomas a todos-as las participantes. Así, seguir abriendo caminos de justicia, valorando nuestras expresiones culturales, forjando la unidad en la diversidad,  solidaridad e inclusión son tareas irrenunciables para continuar evangelizando desde la alegría del Evangelio.