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viernes, 23 de mayo de 2014

Ahora esta:

Un tal Guillermo Guzmán, isamita venezolano que se dice ateo pero que respeta a Jesús (?) es una persona verdaderamente impresentable. Quien quiera comprobarlo, no tiene más que ver su cara y la manera cómo se presenta: http://www.aporrea.org/autores/guillermo.guzman

Escribe notas para un sitio web revolucionario, democrático, popular, alternativo, incluyente, socialista y antiimperialista (todo ese palabrerío nos es familiar en Sucumbíos…) llamado Aporrea. Después, otros “correligionarios” como Redes Cristianas y gente de esa especie, repercute sus escritos. Así pasa con la corriente isamita: las redes sociales dan la impresión de que son muchos los activos, pues en varios blogs de distintos países se publican las mismas ideas. En realidad, a menudo es la misma materia de la misma persona...

Este señor Guzmán fue muy crítico con el Papa Francisco cuando éste empezaba su pontificado (como la mayoría de la gente de su ideología). Ahora lo llama Su Santidad, Santo Padre, admirable, etc. Él mismo lo reconoce cuando escribe: “a Su Santidad lo creí, no hace no mucho, del bando maléfico”…

Ahora acaba de elaborar una nueva fábula que Redes Cristianas se apresura a publicar: el Opus Dei –al que llama “Cascos Azules del Vaticano”- estaría por asesinar al Papa Francisco poniendo veneno en el vino de su cáliz de Misa. No dice propiamente “asesinar” sino “excomulgar”. Guzmán hace una apelo para que la Guardia Suiza esté alerta…

Efectivamente, hay que estar alerta y tener ojo crítico con tantas opiniones encontradas que van y vienen a respecto del pontificado de Francisco y de su venerable figura.

Pero cuando se apuesta sentimentalmente a personas de carne y hueso, todo se puede esperar. En cambio, cuando se ama y se sirve al ideal que representa Francisco que es la cátedra indefectible de la verdad, se lo acata sin mayor rodeo, se llame Pío, Pablo, Juan, Benedicto o Francisco. En realidad su nombre es Pedro. O, si se quiere, Cristo.

Ahora, si no se piensa así, la vida se transforma en una pesadilla donde solo veremos cascos azules, vino envenenado y conspiraciones por todos lados.

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