Probablemente el futbolista se desenvuelve con mejor éxito en la vida que el “teólogo”.
Éste último se define a sí mismo como “libre pensador a la escucha de lo que le inspiran los acontecimientos”… Tiene una licenciatura en teología pero parece que no es sacerdote (?). Escribe en blogs dichos “cristianos” como Redes Cristianas, Atrio, Adital, Cristianos gays, Evangelizadoras de los apóstoles, etc. y en otros no tan cristianos como “Cuba debate”.
Su ideología apesta. Sobre Venezuela, por ejemplo, ha escrito que “La cúpula de la Iglesia católica venezolana es una guardia avanzada de Washington”. Sobre Rafael Correa ha dicho que es la “teología de la liberación en el poder”. Pone en los cuernos de la luna a Castro, a Chávez, a Evo Morales… a toda esa gente. Ese es el sentimiento y la ideología de los de Isamis, ya sean intra o extra muros. Porque hay isamitas fuera de Sucumbíos como existen heraldos sin botas.
Más recientemente, el librepensador Oscar Fortín, nos dice en un artículo irreproducible, que San Juan XXIII es un antecesor de la revolución bolivariana y del socialismo del siglo XXI. Ni más, ni menos. Sobre Juan Pablo II registró como cosa inadmisible que haya visitado Chile en tiempos de Pinochet, y que haya reprendido al “ex” padre Ernesto Cardenal por ser ministro sandinista, cuando el papa polaco viajó a Managua.
Estos “teólogos” van lavando el cerebro de sus escasos seguidores y de los curiosos ocasionales que se caen en sus redes, con su ideología parcial y excluyente.
Es sabido que Juan XXIII tuvo excelentes relaciones con los Estados Unidos, particularmente con el presidente Kenedy y su familia. Y Juan Pablo II las tuvo no menos buenas con Rusia, especialmente con Gorbachov. Pero las cosas no fueron tan lejos como hubieran querido estos isamitas, llámense pagolas, boffs o fortines.
En relación a los dos papas canonizados, tienen el mismo enfoque de relectura que poseen con el Concilio Vaticano II y con el pontificado de Francisco. Es que estos “teólogos” son maquiavélicos y siempre lloran con el ojo izquierdo. Además, como son “libres”, pueden permitirse estas peripecias que atentan contra la lógica, el sentido común y la buena educación. Porque hay que respetar a los demás…
Más recientemente, el librepensador Oscar Fortín, nos dice en un artículo irreproducible, que San Juan XXIII es un antecesor de la revolución bolivariana y del socialismo del siglo XXI. Ni más, ni menos. Sobre Juan Pablo II registró como cosa inadmisible que haya visitado Chile en tiempos de Pinochet, y que haya reprendido al “ex” padre Ernesto Cardenal por ser ministro sandinista, cuando el papa polaco viajó a Managua.
Estos “teólogos” van lavando el cerebro de sus escasos seguidores y de los curiosos ocasionales que se caen en sus redes, con su ideología parcial y excluyente.
Es sabido que Juan XXIII tuvo excelentes relaciones con los Estados Unidos, particularmente con el presidente Kenedy y su familia. Y Juan Pablo II las tuvo no menos buenas con Rusia, especialmente con Gorbachov. Pero las cosas no fueron tan lejos como hubieran querido estos isamitas, llámense pagolas, boffs o fortines.
En relación a los dos papas canonizados, tienen el mismo enfoque de relectura que poseen con el Concilio Vaticano II y con el pontificado de Francisco. Es que estos “teólogos” son maquiavélicos y siempre lloran con el ojo izquierdo. Además, como son “libres”, pueden permitirse estas peripecias que atentan contra la lógica, el sentido común y la buena educación. Porque hay que respetar a los demás…
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