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jueves, 14 de junio de 2012

ASAMBLEA DIOCESANA NUNCA MÁS

El blog isamita dice: 

FUMIGACIONES NUNCA MÁS
La Asamblea Diocesana del Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, reunida el día 8 de junio de 2012, ante la propuesta del Presidente de Colombia de reiniciar las fumigaciones en el cordón fronterizo, resuelve denunciar y poner en conocimiento del señor Presidente de la República D. Rafael Correa Delgado, de todas las autoridades políticas competentes de la Provincia, de la ciudadanía de Sucumbíos y de Ecuador, lo que sigue:

La situación de miedo y pánico que se está generando en el cordón fronterizo ante la amenaza del reinicio de las fumigaciones como forma de acabar con los cultivos ilícitos.

- La inadecuada respuesta política frente a los cultivos ilícitos, puesto que las fumigaciones van en perjuicio del medio ambiente, la paz social y la integridad de personas y comunidades. 

- La situación de vulnerabilidad en la que permanecen las personas que viven en frontera, a quienes se les somete a continuos y nuevos riesgos y violencia por la confluencia de distintas situaciones: la permanente guerra interna del país vecino y las consecuencias colaterales para la población civil, la incomunicación, las migraciones forzosas, el desabastecimiento y la pérdida de la producción campesina. 

- Las fumigaciones no entienden de cultivos lícitos e ilícitos, sino que arrasan con todo.

- Los damnificados de las fumigaciones del 2000-2005 no han recibido hasta la fecha reparación alguna, ni se han asumido las consecuencias por parte de los poderes públicos que implicarían indemnizaciones a las víctimas de malformaciones físicas y alteraciones psicológicas, pérdidas de cultivos y contaminación de las aguas que abastecen poblaciones y comunidades de las riberas de los ríos. 

- Los 10 km. que se establecen en el acuerdo binacional, no garantizan la protección frente a las fumigaciones puesto que la contaminación del aire es transfronteriza.

Exigimos una actuación inmediata:

- Que las fumigaciones no se den nunca más y que el control y destrucción de cultivos ilícitos se den por otros medios como se hizo anteriormente, y que no impliquen o pongan en riesgo a poblaciones, comunidades y medio ambiente.

- Que las autoridades políticas de ambos países lleguen a acuerdos bilaterales que garanticen la paz social, los derechos humanos y la protección del medio ambiente.

- Que las autoridades políticas nacionales exijan a quien compete que de manera inmediata se indemnice a las víctimas de las anteriores fumigaciones. 

Declaramos:

- Que nuestra denuncia no pretende de ninguna manera interferir en las políticas del estado colombiano. Sin embargo, desde nuestra opción pastoral y compromiso cristiano, no podemos callar nuestra voz y permitir que sean vulnerados los derechos de nuestros hermanos y hermanas

Nosotros decimos: 

ASAMBLEA DIOCESANA NUNCA MÁS

Creíamos que esa instancia ya estaba caduca. Durante la gestión del Obispo Gonzalo ultrapasó varias veces sus competencias con lo que fue perdiendo legitimidad y credibilidad. Después vino el Padrecito Rafael al cuál pretendió sustituirse y se transformó en un gobierno paralelo, claro que sin gobernados a no ser ellos mismos que son ingobernables. Más tarde, cuestionó al Delegado Pontificio con lo que selló su fracaso y abrió su tumba ¡Si hasta en una de las procesiones de los católicos de Lago Agrio se la figuró en un cajón al que se le prendió fuego!

Llegado el nuevo Administrador Apostólico y contando este con sus órganos propios de pastoral, no le quedaba más que meterse en el hueco, hacer efectivo su deceso real y aceptar con gratitud el responso que cariñosamente le prodigaría el nuevo Obispo. Porque a la hora de la muerte hasta los peores impenitentes pueden caer en sí y desarmarse…

¡Que va! Desde la tumba, en un espasmo delirante, imaginándose en los tiempos de Gonzalo jovencito en que, como un quijote, se enfrentaba al gobierno y a las petroleras, se dirige a su aliado, el presidente Correa en nombre de la ecología para proteger a la naturaleza (humana y vegetal) aunque probablemente con una ternura especial por otros aliados naturales, los guerrilleros colombianos. Como siempre, apostrofan, exigen y declaran grandes cosas que nadie lee ni apoya. Hablan de pánicos, de riesgos, de catástrofes inminentes. Lo de  siempre.

Son las luchas políticas y sociales de los años 70 que solo algunos cavernícolas trasnochados y virtuales todavía pretenden enarbolar, no en nombre del Evangelio… ni tampoco de Marx, claro! Solo en nombre de la naturaleza…

En todo esto, lo sobrenatural está totalmente ausente: reina lo preternatural: el diablo. Aunque lo afirme una inexistente “Asamblea Diocesana”, sin nombres, ni mandato, ni nada.


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