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sábado, 17 de octubre de 2015

El número de los necios es infinito…

Somos todos afrodescendientes
El Padre Pedro Pierre (PPP) afirma en un artículo del periódico oficialista El Telégrafo que “somos todos afrodescendientes”, con lo que incurre en un peligroso terreno al considerar que existen las razas humanas...  aunque en la práctica lo niegue. Indiscutiblemente, en África predomina la simpática raza negra, si bien que hay numerosos  árabes de tez blanca.

Según una convención ya aceptada por todos, decir que hay una raza superior a otra, es algo inadmisible. Fue por causa de la odiosa teoría nazi vigente en Alemania en el siglo pasado, para apartar los horrores de la discriminación y del exterminio, se llegó a entender lo que siempre nos enseñó el cristianismo: que todas las razas son iguales en dignidad, aunque inevitablemente sean distintas por causa de la cultura, el color, las aptitudes, en fin, los accidentes.

Pero según PPP, como todos somos afrodescendientes –ya que es del África que viene la humanidad-  la raza africana sería la única (¡esto es afirmar que la raza negra es más que superior!). Ignora olímpicamente a los eurodescendientes, a los judeodescendientes, a los amerindiodescendientes y hasta a los extraterrestredescendientes (que no sabemos si existen o no) ¿Acaso la consecuencia de un origen único del hombre es que no existan las razas?

PPP se lamenta que en las Biblias venidas de Europa no aparezcan las imagen de Adán Y Eva con la piel negra (cómo si la Palabra de Dios fuese una historieta de dibujitos animados) También se queja de que no se represente a los ángeles de color negro (¡si los ángeles son puros espíritus!) y termina por preguntarse esta suprema estupidez  ¿”de qué color es la piel de Dios”?

Para exaltar la cultura negra, no encuentra nada mejor que decir que el tan difundido reaggeton venido del África es algo insuperable…

Cuando nos habla de los negros, toma el cuidado de decir, como isamita que es, “los y las negros/as” con lo cual incurre, una vez más, en la discriminación, porque antepone el género masculino al femenino y, además, porque según su teoría, el hombre y la mujer serían convenciones burguesas que se pueden suprimir o rehacer (aquí entra el tema de la teoría de género sobre lo cual no osa pronunciarse claramente, por ahora… PPP). ¡No se sabe hasta dónde irán las teorías anticientíficas y peregrinas de este franco ecuatoriano “afrodescendiente”!

Otro asunto: en sus artículos ya nos ha puesto en los cuernos de la luna a la “Patria Grande”, con lo cual suprime las fronteras que orgánicamente dividen nuestros gloriosos países a los cuales nos honramos de pertenecer, sin nacionalismo ni xenofobia. Somos ecuatorianos, valoramos nuestra identidad y no queremos confundirnos con Venezuela, con Argentina o con Cuba.

Posiblemente, el día que muera la momia Castro, PPP nos dirá enternecido que somos todos cubanos; cuando salga de la escena un presidente vecino que ya está más que maduro (…), escribirá que somos bolivarianos; y cuando muera el Dalai Lama nos tildará de tibetanos.

Stultorum infinitus est numerus dice la Biblia (Eclesiastés 1, 15)

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