Hace
unos años, mientras terminaba su permanencia Monseñor Gonzalo López Marañón en
nuestro Vicariato, se nos dijo que el Padre Pablo Torres se estaba preparando
para irse a China a “evangelizar”, junto con dos compañeras. No se sabe bien si
quería instalar ahí una célula de COIM con el apoyo de la dictadura comunista
local, o si iría a abrir una filial de Radio mentiras (cuando aún no tenían
problemas de frecuencia), o si estaría buscando mercado para importar
estupefacientes, teniendo como antena receptora a Elsa Encarnación o a su
esposo en Lago.
Lo
cierto es que se nos dijo que el Padre Pablo estaba estudiando el idioma chino
en Quito… lo que en realidad no fue más que un “cuento chino”.
Cuando
el Vaticano mandó a los heraldistas a Sucumbíos, el Padre Pablo -que había
abandonado “su” feudo del Divino Niño- se apresuró a volver a Sucumbíos y dejó
sus “estudios” de chino y sus proyectos misioneros… Por su lado, también volvió
a las carreras Raúl Uska, que supuestamente estaba en Bogotá, también haciendo
“estudios”.
Se
sabe que los isamitas no brillan por su erudición... Pero llegamos a pensar que
la preparación de esos sacerdotes sería beneficiosa, tanto para ellos como para
su labor aquí. Nos equivocamos.
Tampoco
fue beneficiosa la abertura del seminario, hecha también a la disparada, justo
un mes antes de que Gonzalito fuese despachado a Quito donde haría su inútil y
ficticia huelga de hambre. A la cabeza de ese “instituto superior” puso al
triste guitarrista Padre Edgar Pinos que apenas tenía tiempo de atender –y con
enorme descuido- la parroquia de Aguas Negras, ya que siempre andaba en
misteriosas y fraternas incursiones por los ríos fronterizos y en el vecino
país, Colombia.
Pues
bien; hace poco se reunieron en el Vaticano miles de neo catecumenales con su
fundador Kiko Arguello. El papa Francisco les bendijo y envió a muchos de sus misioneros
a China. Es una idea fuerte de Kiko Arguello: evangelizar a la China. ¿Y si
Pablito se enrola en el camino neo-catecumenal y se toma un avión a la China?
No estaría mal… Tanto más que los misioneros de Camino neo Catecumenal viajan a
sus misiones con sus familias. Así, Pablito podría ir con sus familiares,
incluyendo al payaso, a la tierra de los mandarines y nos libraríamos de todos
esos arribistas que han utilizado el Vicariato para trepar. Además,
franquearían a los fieles el santuario del Divino Niño, tomado por su fatídica
familia.
Como
Pablito es una persona poco o nada espiritual, probablemente no le aceptarán
que viaje encuadrado en la misión del Camino. Pero no importa; Pablito puede
realizar sus sueños de misionero presentándose al Nuncio Apostólico Guido
Ottonello para que lo encamine al oriente con su gente. Pero ¡atención!: en
China hay dos modelos de Iglesia: la que es fiel al Vaticano y la que es títere
del gobierno popular. ¡Que por segunda vez no se
equivoque de modelo de Iglesia!
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