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lunes, 16 de diciembre de 2013

Teología y eclesiología isamítica: barbaridades

El blog de Isamis celebra el 29 aniversario de la creación de nuestro Vicariato (“nuestro”, porque es de todos y no solo de ellos como pretenden ser los exclusivos herederos y dueños -Veladamente lo confiesan sin pelos en la lengua cuando dicen que la “X Asamblea Misionera, realizada en agosto de 1980, se celebra en Lago Agrio. Por primera vez esa Asamblea ya no se llama de la “Prefectura de San Miguel de Sucumbíos”, sino “ASAMBLEA DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS”. O sea, poco importa si es Prefectura, Vicariato o parte de la Iglesia oficial. Abajo las estructuras, abajo la Jerarquía, abajo el Derecho, abajo las rúbricas. ¡Viva la iglesia nueva, popular y democrática!

Eufóricamente, su panegírico lamenta lo que llaman “exilio” de “Gonzalito” y “estos 3 años ya pasados desde que se creó esta situación de shock”. También muestran su amargura y desconcierto por que no se les dijo aún cuándo tomará pose Mons. Celmo: “El 21 de noviembre pasado, se anunció el nombramiento de Mons. Celmo Lazzari como nuevo Obispo de Sucumbíos, hasta el momento desconocemos la fecha de su posesión, cuando venga como nuestro Obispo definitivo para largo”. “Desconocemos la fecha de su posesión”, dicen, como si fuesen los interlocutores de la Conferencia Episcopal, de la Nunciatura, de la Iglesia Oficial. La toma de posesión se anunciará oportunamente a Mons. Mietto, nuestro Administrador, y a la feligresía del Vicariato. Solo faltaba que Isamis fuese el portavoz de las decisiones de la Jerarquía. Por más olor a oveja que pretenden tener (que más que a oveja lo tienen a lobo), que se pongan en su lugar: vuelvan al redil y reconozcan la autoridad del pastor.

Lo que más llama la atención de su nota es el desplante hacia nuestro nuevo Obispo y hacia la propia Virgen Inmaculada.


Sobre el nombramiento de Celmo Lazzari (que les aumentó el estado de shock), escriben: “Es una buena oportunidad para volver a reflexionar sobre el ministerio episcopal en la Iglesia Comunidad. Una vez más ¡Bienvenido Mons. Celmo!”. ¿Volver a reflexionar sobre el ministerio episcopal? ¿No aprendieron todavía la lección? Aquí, anuncian que van a continuar su guerra contra la autoridad y a pretender igualarla a sus ministerios y misioneros. Pues el estado de shock seguirá en su “iglesia”…

Lo peor es el desplante contra la Virgen santísima: “Gracias María Inmaculada por hacernos comprender el misterio de la presencia de Dios en la humanidad, en la humanidad empobrecida y excluida de los sistemas de poder. Tu Inmaculada Concepción nos hace ver lo femenino de Dios”.

Nada de esto tiene que ver con el formidable dogma de la Inmaculada Concepción. Éste se liga directamente a la enemistad irreconciliable entre la Virgen y el demonio y a la de los hijos de la mujer y los hijos de la serpiente. Irreconciliable y creciente.

María no tuvo parte con el pecado, este es el meollo de la Inmaculada, limpia y pura Concepción de María. La referencia a la humanidad empobrecida, a los sistemas de poder y a lo femenino de Dios (?) son cosas que nada tienen que ver con la solemnidad celebrada y, además, empapadas de demagogia y de mundanidad.

A ver si aprenden algo sobre este privilegio de María. Atención: Dios ama los privilegios y los concede en exclusiva a pocos… Para que se enteren del significado del dogma de la Inmaculada Concepción, aquí va la definición del beato Pío IX:

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)


Qué bueno sería que algunas personas más exponenciales de Isamis que quieren mandar y (des)formar a los demás, tuviesen nociones elementales de teología, de liturgia y de misionología. Aunque no tengan doctorados o licenciaturas, ¡al menos lo básico!

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