Más
pruebas: los isamitas no son católicos, ni cristianos, ni espirituales.
“Bienaventurados los ateos”; “Los dogmas del
Catolicismo, la religión en la que nací, ya no me dicen nada. Las tradiciones y
creencias del Cristianismo, tal como las aprendí, me parecen cada vez más
ajenas”.
“¿Cómo creer en el infierno sin
convertir a Dios en un tirano torturador como los Pinochet o los Somoza? ¿Cómo
creer en el pecado original, que nunca nadie cometió en ningún lugar, que es
solamente el mito con que el pueblo hebreo explicó el origen del mal en el
mundo? ¿Cómo creer que Jesús nos salvó de ese pecado si esa doctrina no es de
Jesús de Nazaret sino de Pablo de Tarso? ¿Cómo creer que Dios necesitaba de la
muerte de Jesús para lavar ese pecado? Jesús el profeta, ¿un cordero
propiciatorio que aplaca con sangre la cólera divina? ¿Cómo creer que Jesús nos
salvó muriendo, cuando lo que nos puede “salvar” del sinsentido es que nos
enseñó a vivir? ¿Cómo creer que como el cuerpo de Jesús y bebo su sangre,
reduciendo así la Eucaristía a un rito materialista, mágico y evocador de
sacrificios arcaicos y sangrientos que Jesús rechazó?”
etc.
etc. etc.
Quien
quiera puede ver aquí lo que a confesión de parte no precisa pruebas. Lo que siempre
pensamos los católicos de Sucumbíos está aquí publicado.
Sin
ser católico, el grupo isamita tuvo, por una de esas fatalidades inexplicables,
el gobierno de un Vicariato Apostólico!!!
Pero…
¿Y quién es María López Vigil? ¿Es, acaso, miembro/a de esa secta que tenía su
sede en Sucumbíos?