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domingo, 6 de marzo de 2016

PPP… según PPP

Al cumplirse 40 años de estancia en América Latina, el P. Pedro Pierre publica en “Religión Digital” (http://www.periodistadigital.com/religion/america/2016/02/26/40-anos-en-america-latina-como-sacerdote-sin-frontera-iglesia-religion-jesus-dios-papa-ecuador-nicaragua-italia-mexico-cebs-juventud-pobres.shtml) su triste curriculum de fracaso. Un fracaso que recuerda a otros 40 años: los de Isamis.

PPP se jacta de contar entre sus formadores a “buenos profesores, en particular José Comblin y el compartir alegre de la rica cerveza y las buenas papas fritas belgas”. Comblin fue un sedicioso sacerdote belga, expulsado del Brasil y de Chile por sus ideas políticas y “teológicas” (teología de la liberación). Su talla no daba para mucho más que para tomar cerveza y comer papas fritas.

Dice que Leónidas Proaños y Gustavo Gutiérrez fueron, igualmente, sus formadores. El “formando” ¿multiplicó los talentos recibidos o los enterró?...
Vivió un tiempo en Guayaquil en conflicto con su Obispo (Mons. Arregui) y otro tiempo en Quito, en conflicto con su Obispo (Cardenal Vela).

Vivió también ocho en Nicaragua en total armonía con sus gobernantes, los Sandino-marxistas… y un tiempo en Sucumbíos en total armonía con su Vicario, Mons. Gonzalo López. ¡Que daño hizo entre nosotros!


Reconoce que el visitador apostólico del Vaticano enviado a Sucumbíos “sólo encontró cosas negativas en esta diócesis” y que Roma terminó expulsando “indecentemente a monseñor Gonzalo y a los Carmelitas encargados de la diócesis, sustituyéndolos por los Heraldos del Evangelio con misión de reorganizar todo el trabajo pastoral”. El diablo habla por su boca…

Sintetiza su labor junto a los pobres como “solidaridad y acompañamiento” (?), posturas que se distinguen del mandato formal de Jesús “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28, 19). La “solidaridad” puede llegar a ser un sentimiento cómodo y barato, y el “acompañamiento” una apostasía velada o declarada. En PPP, es declarada.

Escribe que (esto último es risible) “El Telégrafo, periódico público nacional, me había pedido de escribir cada semana un artículo en la página de opinión, "algo claro y directo", lo que continúo haciendo hasta hoy”. ¿Claro y directo? Las sandeces que publica PPP son de antología. Pero él continúa a creer en su genialidad (nadie es buen juez de sí mismo).

Termina la biografía de sus últimos 40 años diciendo a sus compinches: “Les deseo ánimo en sus diversas actividades, invitándoles a ‘no dar marcha atrás' en sus experiencias de Iglesia de los pobres y esbozos de un mundo que se renueva desde los pobres por nuestros esfuerzos mancomunados”. En suma, se gloria de horrores y errores, al tiempo que reconoce que “Actualmente he reducido mis actividades (…): los años pesan más y el cuerpo se cansa más fácilmente”.

Esa es la suerte de todos esos que ya pertenecen al pasado y que el tiempo se encarga de sepultar para dar lugar una anhelada y necesaria renovación.

¿El balance de estos 40 años?: actividad reducida y cuerpo cansado después de una vida fallida. A confesión de parte, relevo de prueba. “Claro y directo” ¿no?



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