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sábado, 11 de julio de 2015

PSJ: ciego, sordo y charlatán de remate

Pablo Salgado Jácome es un columnista del El Telégrafo. Una especie de Padre Pedro Pierre sin sotana –aunque el francés nunca se la pone.

Un blog isamita http://sucumbiosecuadorpaz.blogspot.com/2015/07/sordos-de-remate.html#!/tcmbck le publica un análisis que hace de la visita del Papa a Ecuador. En dos palabras, PSJ dice que esa visita no sirvió de nada porque cada uno aprovechó para  traer trigo para su molino e interpretó los mensajes de Francisco según su ideología política o situación eclesial. Su artículo se llama “Sordos de remate”.

El autor ve la paja en el ojo ajeno pero no ve la viga en el propio. Es un “ciego de remate” porque visualiza realidades inexistentes en el panorama religioso de Ecuador. Dice:

Pablo Salgado Jácome“Pero hay algo que me dolió hondamente. La ausencia casi absoluta de la Iglesia de los pobres, de las comunidades eclesiales de base, de los grupos evangelizadores y alfabetizadores que gestó con tanto amor monseñor Proaño. Todo estuvo controlado por la alta cúpula de la Conferencia Episcopal, la misma que tanto hizo, y hace, por eliminar todo signo de la Teología de la Liberación, es decir, de esa opción preferencial por los pobres. Nada. Apenas si el presidente Rafael Correa lo mencionó en su discurso de bienvenida”. 
http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/sordos-de-remate.html

La Iglesia en Ecuador estuvo siempre guiada y controlada por su Jerarquía desde hace más de 500 años, no se sabe por qué le sorprende al columnista que la Conferencia Episcopal haya dispuesto las cosas como bien sucedieron.

Cuanto a una supuesta “iglesia de los pobres”, comunidades eclesiales de base y alfabetizadores que gestó Monseñor Proaño, son cosas tan inexpresivas que no tenían por qué aparecer en la visita papal, tan corta de tiempo, de un tiempo tan bien aprovechado. Bien dice (al menos) PSJ “la ausencia casi absoluta de la iglesia de los pobres…”, por tanto, esa ausencia no fue absoluta, y el programa papal dio a ese pequeñísima realidad la pequeñísima porción que le competía. Nada más lógico y normal; no hay de qué agitar y gastar tinta.

En síntesis, “Sordos de Remate” se resume en una crítica a la Iglesia Católica y en un elogio al presidente Correa.

Columnista ciego y sordo de remate. Lástima que habló (o escribió) y no fue “mudo de remate”…

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