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domingo, 24 de julio de 2016

La ridícula pretensión de un pseudo “artista” argentino


Monseñor Parrilla tuvo el buen gusto de retirar de su catedral un mural horrible de un supuesto Cristo crucificado, vistiendo un poncho y rodeado de gente que, por su aspecto, no se sabe si es compasiva o de la turba que lo crucificó.

En carta dirigida al Obispo de Riobamba, el autor del adefesio se queja del retiro que fue hecho sin su conocimiento y exige explicaciones.

Es inimaginable que un activista marxista de otro país que no es católico practicante, se inmiscuya en competencias propias del Obispo diocesano de Riobamba, como es el decoro de su catedral.

El petimetre pintor de “mártires y de profetas”, hinchado de orgullo por haber sido proclamado alguna vez Premio Noble de la Paz, tutea irreverentemente a Mons. Parrilla y le da clases de historia y de teología. Porque, hay que saber, Adolfo Pérez Esquivel es, además de místico y de soñador utópico, es “teólogo” de la liberación…

En fin, el tono y el fondo de la carta es de una pretensión nunca igualada. Además de los consejos y de los reproches que Pérez da al experimentado Obispo Julio Parrilla, se permite comunicarle que envía copia de su carta-protesta al “Hermano Francisco”.

Más comentarios sobran. Vale la pena leer la carta para notar el disgusto que padeció el firmante, y medir qué lejos estamos (felizmente) de los tiempos del taita Proaños, Casaldáliga y del que fuera estrella con su Nobel de la Paz…

Se aconseja no fijar por mucho tiempo la mirada en el mural, so pena de padecer pesadillas de noche y llegar a perder la luz de la fe.

Un colectivo isamita autodenominado “Iglesia de a pie” reproduce la pretensiosa carta y se permite calificar a Monseñor Julio Parrilla, bien conocido en la Iglesia ecuatoriana por su labor evangelizadora y su actividad social en medio de las comunidades populares, como “oscuro politiquero colonial de extrema derecha”. ¡Muy simpático!

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Obispo de Riobamba
Mons. Julio Parrilla
Querido hermano en Cristo.
Un fraterno saludo de Paz y Bien.
Te escribo la presente carta motivado por la información recibida estos días que el Mural que donara a la Catedral de Riobamba, durante el obispado del hermano Mons. Leonidas Proaño fue retirado de la catedral.
Lamento no haber sido informado y desconozco los motivos de esa decisión; te agradeceré me puedas informar y donde se encuentra actualmente el mural y en que condiciones.
El mural es una pintura sobre tableros de madera de 8 x 5 mts, dedicada al pueblo de Dios de Riobamba, el Cristo del Poncho y los indígenas están presentes en el caminar desde la fe acompañados por los profetas y mártires, como San Oscar Romero de América, ahora beato, quien dio su vida para dar vida, acompañado por Marianela García, religiosa del
Salvador quien también dio su vida por sus hermanos. Ellos son semillas fecundas de la Iglesia latinoamericana; son las voces proféticas que anuncian y denuncian, como la de Don Helder Cámara, Obispo de Olinda y Recife y del Cardenal Paulo Evaristo Arns, Arzobispo de Sao Paulo, Dom Pedro Casaldáliga  la voz profética de Sao Félix de Araguaya, Brasil, el Padre Ernesto Cardenal de Nicaragua y la figura de Mons. Leonidas Proaño, profeta y misionero que sembró la vida y la esperanza
En el mural están representados mártires como Mons, Angelelli y el Padre Carlos Mujica de Argentina, Lucho Espinal, jesuita español, todos ellos dieron sus vidas como tantos otros que abrazaron la cruz siguiendo a Cristo.
En el mural están representadas las Madres de Plaza de Mayo, su caminar, resistencia y esperanza en la búsqueda de sus hijos, que, como María, sufren el calvario de la violencia pero las sostiene la resistencia del Amor.
Sería bueno hermano Julio que conozcas la obra desarrollada por Mons. Leonidas Proaño, tu predecesor en la diócesis de Riobamba, que ha dado frutos que perduran en la mente y el corazón de la Iglesia del Ecuador, de los hermanos y hermanas indígenas, de los más pobres y marginados de la sociedad que se formaron en la libertad; también que conozcas el accionar histórico de las Escuelas Radiofónicas Populares, y tantas obras que el obispo desarrollo en defensa y dignidad de la vida.
Todos ellos tienen puesto un oído en el Evangelio y otro en el Pueblo para saber por dónde caminar
No faltaron las incomprensiones y la persecución que Mons. Proaño debió sufrir por abrazar la cruz junto a los más pobres, nuestros hermanos indígenas. Sería largo enumerar y no alcanzaría el tiempo para explicarte el mural y su significado, tanto para la Iglesia latinoamericana en general como para la Iglesia Ecuatoriana en particular y muy especialmente para la diócesis de Riobamba; pues en el mural resalta la Casa de Santa Cruz, que para Mons. Proaño fue la Casa Madre de la Iglesia de Riobamba, lugar de encuentro, de reflexión y oración, y de peregrinaje de cristianos y no cristianos provenientes de todas partes del mundo donde religiosos y religiosas, laicos, teólogos, a nivel ecuménico encontraron el lugar de hermandad y fraternidad a la luz del Evangelio.
Sería muy bueno e importante que te acerques a Pucahuaico, el Centro de Formación de Misioneras indígenas y lugar donde descansa Mons. Leonidas Proaño, para compartir y orar en comunión con quienes caminaron junto al profeta y pastor.
Tengo entendido, por alguna información que me llegó, que haz hecho un Centro Penitencial en el lugar donde estaba el mural; creo que el mural puede ayudar y contribuir a la meditación y la oración en pensar el caminar del pueblo de Dios. También informarte que los mártires y profetas están en otros murales en el mundo, como el Vía Crucis latinoamericano encargados por Misereor, Adveniat y Pan en el Mundo entre otras organizaciones cristianas, ecuménicas; en particular el Paño de Cuaresma de la Resurrección junto a los profetas y Mártires.
Querido hermano Julio, espero tu respuesta, sobre los motivos de retirar de la Catedral el mural e informarme cuál es su destino y en qué condiciones se encuentra.
Copia de esta carta será remitida a la Conferencia Episcopal del Ecuador y al Santo Padre, el hermano Francisco
Por último, querido hermano, que el Señor te ilumine y de mucha fuerza y esperanza en tu misión evangélica de anunciar la Buena Nueva.
Te reitero el fraterno saludo de Paz y Bien
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, 12 de mayo del 2016

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