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lunes, 13 de abril de 2015

Cumbre de Panamá: un circo


La Cumbre de los pueblos iberoamericanos en Panamá fue un circo ridículo y un fiasco total. Un derroche millonario de dinero para nada:

Maduro fue recibido en Panamá entre cacerolazos y viajó con varios dobles (o sosias) para engañar a sus supuestos magnicidas, lo que produjo confusiones; Evo Morales de futbolero (su talla no da para mucho más); Cristina K. dando clases de historia norteamericana a Obama; el dictador Castro, la estrella, atacando el imperialismo y el intervencionismo cuando es sabido que Cuba mandó miles de soldados y de guerrilleros a América Latina y al África; Hubo cumbres paralelas con personajes disfrazados de indígenas (¿habría representantes de isamis?; Patadas y puñetazos entre cubanos (unos de la delegación oficial y otros disidentes); Reclamo de Daniel Ortega por la ausencia del sedicioso portorriqueño Oscar López Rivera, preso en los EEUU; Chile y Bolivia chocan por el problema de la salida al mar; Obama abandonó el plenario antes del discurso de Maduro (que ya huele a podrido); mientras tanto Obama se reunía con Santos (otra acctividad paralela); Ausencia de la chilena Bachelet, abrumada por los escándalos financieros de su hijo; imprudente el lujo de los vestidos de la primera dama dominicana; El equipo negociador de las FARC saludó la “culminación exitosa” de la Cumbre; los costosísimos desplazamientos de “La Bestia”, el coche blindado de Obama…


25 expresidentes se oponen a Maduro, pero algunos presidentes en funciones se obstinan a favor de él (los seis o siete de siempre…).

Solo faltó que trajeran a Panamá dos momias: la de Fidel y la de Chávez.

Dicen que la cumbre era para sellar el fin de la guerra fría, pero varios mandatarios “bolivarianos” no ahorraron críticas y hasta ofensas al “imperio”, indisponiendo a otros mandatarios, menos bolivarianos o nada bolivarianos. En suma, lo de siempre, y agravado.

El Papa Francisco pidió en un mensaje que hubiese concordia y diálogo sincero. Nada de eso se logró.

"Creo que todos ganaron", dijo el periodista mexicano Díaz Polanco. O sea, todos perdieron; porque ¿ganaron a quién? Cuando todos ganan, nadie gana y todos pierden.

Una cosa es segura: Panamá se lució y Maduro quedó por el suelo.

Así va la maravillosa patria grande y la supuesta segunda independencia pregonada por los bolivarianos...


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