La Cumbre de los pueblos iberoamericanos en Panamá fue un circo ridículo y un fiasco total. Un derroche millonario de dinero para nada:
Maduro fue recibido en Panamá entre
cacerolazos y viajó con varios dobles (o sosias) para engañar a sus supuestos
magnicidas, lo que produjo confusiones; Evo Morales de futbolero (su talla no
da para mucho más); Cristina K. dando clases de historia norteamericana a Obama;
el dictador Castro, la estrella, atacando el imperialismo y el intervencionismo
cuando es sabido que Cuba mandó miles de soldados y de guerrilleros a América
Latina y al África; Hubo cumbres paralelas con personajes disfrazados de
indígenas (¿habría representantes de isamis?; Patadas y puñetazos entre cubanos
(unos de la delegación oficial y otros disidentes); Reclamo de Daniel Ortega
por la ausencia del sedicioso portorriqueño Oscar López Rivera, preso en los
EEUU; Chile y Bolivia chocan por el problema de la salida al mar; Obama
abandonó el plenario antes del discurso de Maduro (que ya huele a podrido);
mientras tanto Obama se reunía con Santos (otra acctividad paralela); Ausencia
de la chilena Bachelet, abrumada por los escándalos financieros de su hijo; imprudente
el lujo de los vestidos de la primera dama dominicana; El equipo negociador de
las FARC saludó la “culminación exitosa” de la Cumbre; los costosísimos
desplazamientos de “La Bestia”, el coche blindado de Obama…
25 expresidentes se oponen a Maduro, pero algunos presidentes
en funciones se obstinan a favor de él (los seis o siete de siempre…).
Solo faltó que trajeran a Panamá dos momias: la de
Fidel y la de Chávez.
Dicen
que la cumbre era para sellar el fin de la guerra fría, pero varios mandatarios
“bolivarianos” no ahorraron críticas y hasta ofensas al “imperio”,
indisponiendo a otros mandatarios, menos bolivarianos o nada bolivarianos. En
suma, lo de siempre, y agravado.
El
Papa Francisco pidió en un mensaje que hubiese concordia y diálogo sincero.
Nada de eso se logró.
"Creo
que todos ganaron", dijo el periodista mexicano Díaz Polanco. O sea, todos
perdieron; porque ¿ganaron a quién? Cuando todos ganan, nadie gana y todos
pierden.
Una
cosa es segura: Panamá se lució y Maduro quedó por el suelo.
Así
va la maravillosa patria grande y la supuesta segunda independencia
pregonada por los bolivarianos...
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