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domingo, 6 de noviembre de 2011

¡Pedimos a los isamitas que respeten a nuestros familiares difuntos!

A la secta de ISAMIS no le basta hostigar a la población de Sucumbíos, ahora les dio por fastidiar también a los muertos. El día de los difuntos aprovecharon una vez más los oportunistas de ISAMIS para figurar como si fuesen fieles devotos de las misas por los difuntos, cuando durante cuarenta años ponían todo tipo de dificultades para asistir a un moribundo, con más razón oficiar una Misa por los difuntos. Muchas veces escuchamos al carmelita de isamis P. Pablo Gallego decir “tengo alergia a los muertos”, y decíamos nosotros: “y a los cristianos vivos también” ya que nunca se preocuparon de las Misas ni para los vivos, menos aún para los muertos. ¡La hipocresía en ISAMIS llega al máximo!

Después de que unos parroquianos de la Iglesia Jesús Resucitado, colocaron una tarima y el altar para la Misa por los Difuntos en el cementerio, y mientras el P. Luis Satián se preparaba para iniciar la Eucaristía, llegó de improviso el isamita Edgar Pinos y la hermana isamita Julia Moral, y con un grupo de agitadores de ISAMIS, armaron tremendo escándalo queriendo echar al padre Luis y a los parroquias que estaban ayudando. Los isamitas llegaron hinchados de orgullo, con ansias de protagonismo y popularidad, lo que ellos no parecen percibir es que con acciones como estas, cada vez más la ciudadanía los rechaza.

El rebelde Edgar Pinos forzosamente entró a la tarima con gritos e insultos, mientras los agitadores distraían a los asistentes; una isamita intentó agredir físicamente a una de las señoras que organizaba, alcanzó solo a agarrarla por el brazo, gracias a Dios llegó la policía sino no sabemos que hubiera pasado. Al final indispuestamente del padre Luis Satián tuvo que dejarlo concelebrar para que no continúen con su rebelión. Pero esto no bastó, en la tarde llegó Pinos con 7 demonios más de ISAMIS, entre ellos los sacerdotes rebeldes Raúl Usca y Pablo Torres, Gracias a Dios estuvo la policía que no dejó subir a la tarima a ninguno de los rebeldes y con esto el P. Luis Satián pudo celebrar la Misa en Paz.

Pedimos a los isamitas que ¡Dejen descansar a los muertos en paz! ¡Los moradores de Lago Agrio exigimos respeto para todos, vivos y muertos!  Y desde este blog solicitamos  a las autoridades del orden público que retiren de  nuestra provincia a estos antisociales.

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